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Gerencia social, capital humano, capital social


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2015  •  Tarea  •  2.909 Palabras (12 Páginas)  •  156 Visitas

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PERFIL DE LA GERENCIA SOCIAL II

GUIA ACTIVIDAD N. 2.                 TEMA: CAPITAL HUMANO Y CAPITAL SOCIA
PRESENTADO POR:   LILIANA ZAMUDIO VAQUIRO

DESARROLLO HUMANO y CAPITAL HUMANO

Capital Humano, es entendido en ciertas teorías económicas del crecimiento como un factor de producción dependiente no sólo de la cantidad, sino también de la calidad, del grado de formación y de la productividad de las personas involucradas en un proceso productivo. Esta implica una doble interpretación y fundamentación. La primera de carácter economicista: la productividad del trabajador está en función de la educación recibida. La mayor especialización (vía sistema educativo formal), vía trabajo (no formal) aumenta la productividad y se ve compensada por los salarios más altos. La segunda de carácter asignacionista: la educación tiene fundamentalmente funciones de «asignación».

A la luz de esta concepción, tanto el capital físico y el capital humano -entendido éste último, como un stock de conocimientos, capacidades y habilidades que potencializan la productividad del ser humano-, pueden ser considerados, factores de producción, en la medida en que ambos pueden ser acumulados. Sin embargo, los capitales físico y humano tienen componentes diferenciadores, en especial la función de producción de capital físico es diferente a la de capital humano, debido a que el segundo requiere relativamente más educación y formación, entre otros, para su reproducción. En otras palabras, el capital humano es más intensivo en educación. Otra distinción importante entre capital físico y humano es que para acumular el segundo, las personas deben emplear su propio tiempo, mientras que el primero se puede comprar, heredar o regalar, sin necesidad de un esfuerzo propio[1].

.. el capital humano utiliza el capital físico y la tecnología de manera más eficiente, explicando un modelo de crecimiento endógeno, que genera nuevas y mejores formas de producción. Más aun, la mano de obra capacitada aumenta la eficiencia global del trabajo…[2]

Hasta comienzos del siglo XIX, la inversión constante en Capital Humano no era importante para ningún país y los gastos en educación, sanidad, formación, seguridad y bienestar eran irrisorios. Sin embargo, bajo la revolución científica del siglo XIX, la educación, el conocimiento, y las habilidades se convirtieron en factores decisivos para determinar la productividad de un trabajador. Como resultado de ésta evolución, el siglo XX, y sobre todo a partir de los años ’50 es la era del Capital Humano en el sentido de que un factor condicionante primario en la calidad de vida y del nivel de bienestar de un país, es su éxito en la formación, el desarrollo y la utilización de las habilidades, los conocimientos, capacidades y los hábitos de sus ciudadanos, a través de la educación.

Algunos de los beneficios sociales de la educación se reflejan en la reducción de la criminalidad, la mayor cohesión social, las innovaciones tecnológicas y los beneficios intergeneracionales, entendidos como las externalidades positivas que generan sobre sus hijos los padres con un mayor nivel de formación educativa. Un individuo con mayores niveles de educación reduce la probabilidad de estar desempleado e incrementa su nivel de ingresos, pues es un trabajador más productivo, y consecuentemente, un menor desempleo disminuye los efectos negativos de los crímenes y la violencia. La educación como potenciador del capital humano permite armonizar las relaciones sociales, mejorar la calidad de vida y aumentar la participación ciudadana, lo cual tiene un efecto positivo sobre el crecimiento y el desarrollo económico y social de los países. [3]

El capital humano, y mejor aún, la capacidad humana, se pueden considerar como expresiones de libertad para tomar decisiones económicas, sociales, políticas y culturales, entre otras. Si la educación aumenta la productividad de las personas en la producción de bienes y servicios, y en la generación de valor agregado a los mismos, se trata de una mejora en el capital humano, que puede aumentar el nivel de ingresos de la persona educada; pero al mismo tiempo, le proporciona otros beneficios, como el poder comunicarse y desarrollarse integralmente en otras actividades que contribuyen a su bienestar. [4]

Debe rechazarse la concepción de limitar la educación a un instrumento de preparación para un orden laboral existente, dando mayor importancia a un proceso formativo de valores. En este sentido, el sistema educativo no puede limitarse al servicio del sector productivo, sino que además tiene la función de incrementar la eficiencia social.[5]

El efecto de la educación en la formación de capital humano y en el desarrollo económico de los países, ha sido analizado en diversos autores a través de estudios teóricos y empíricos. Así, los enfoques clásico y neoclásico de Smith, Marshall, Fisher  y Solow, plantearon cómo la educación tiene  un efecto en la acumulación del capital físico y humano, que junto con el progreso tecnológico, incrementa la productividad de dichos factores. La teoría de capital humano planteada por Danison, Schultz y Becker, plantea que la educación debe ser considerada como una inversión que realizan los individuos y que les permite aumentar su dotación de capital, que tanto o más que la compra de bienes, aporta de manera determinante al crecimiento económico de los países, en virtud de su nexo directo con la productividad. Los avances en nuevos aspectos económicos de Paul Romer y Robert Lucas donde el capital humano es considerado un factor endógeno de crecimiento. Desde el enfoque de desarrollo y libertades Sen, reafirmó la importancia de la  educación como uno de los principales determinantes del desarrollo económico de los países, pero centró su análisis en la explicación de cómo la educación constituye un medio para ampliar las capacidades y posibilidades de los individuos, y de esta forma mejorar la calidad de vida de la sociedad.

Pocos países o quizá ninguno han alcanzado un período de crecimiento económico sostenido sin inversiones importantes en su fuerza de trabajo. En este sentido, no solamente es importante aumentar la inversión en educación, y con esta la cobertura, sino que ella debe ser orientada hacia aquellos trabajos que generen mayor productividad y bienestar social[6], generando un desarrollo humano más integral.

…Es de destacar que los capitales físico y humano no son suficientes para lograr el crecimiento económico, porque debe existir, paralelamente, una estructura institucional sólida para explotarlo[7]

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