Glengarry Glen Ross “Éxito a cualquier precio”
Enviado por Togaz • 21 de Mayo de 2015 • Tesis • 1.704 Palabras (7 Páginas) • 683 Visitas
Título: Glengarry Glen Ross “Éxito a cualquier precio”
Casa cinematográfica: New Line Cinema
Director: James Foley
Guion: Basado en la obra teatral de David Mamet
Reparto:
a. – “Ricky Roma” interpretado por Al Pacino.
b. – “Shelley the Machine Levene” interpretado por Jack Lemmon.
c. – “Blake” interpretado por Alec Baldwin.
d. – “Dave Moss” interpretado por Ed Harris.
e. – “George Aaronow” interpretado por Alan Arkin.
f. – “John Williamson” interpretado por Kevin Spacey.
g. – “James Lingk” interpretado por Jonathan Pryce.
Año: 1992
País: Estados Unidos
Duración: 120 minutos
Argumento
Glengarry Glen Ross está protagonizada por los empleados de una inmobiliaria, que participan en un curioso concurso. Se disputan ser líderes de venta de la empresa (en un negocio cercano al timo, pues comercia con terrenos de escaso valor, aunque por supuesto los clientes no lo saben). Quien se sitúe en cabeza ganará un Cadillac; el segundo clasificado recibirá un juego de cuchillos de cocina. Para el tercer y cuarto puesto, el premio es el despido. Claro que para vencer en el concurso no basta con ser buen vendedor, también es vital poseer la mejor información sobre los clientes, recogida en fichas que el jefe de la empresa reparte a placer.
La oficina inmobiliaria vivía en una tensa calma. Las ventas no iban bien y todos los vendedores excepto uno, Rick Roma (Al Pacino), buscan la forma de salir del bache. Entretanto, un jefe pusilánime, sin un liderazgo claro, aguarda. Es el momento en el que llega Blake, encarnado por Alec Baldwin, un jefe que ‘aterriza’ para lanzar uno de los discursos motivadores más duros que se recuerdan.
El directivo, prepotente y con tono de desprecio, no sólo se queda en palabras contra cada uno de los vendedores, si no que propone un plan con el que ‘activar’ la oficina: el que menos venda será despedido, mientras que los dos que más operaciones registre no sólo ganarán un Cadillac y un juego de cuchillos, sino la oportunidad de operar con fichas de clientes actualizadas y con mayores posibilidades de negocio.
Es el punto de inflexión, el momento en el que todo cambia. Se desata una carrera sin descanso, que sacará lo peor de cada uno. Esas ‘trampas’ las inicia Shelley ‘La Máquina’ Levene (encarnado por un enorme Jack Lemmon), que, en privado, trata de arrancarle esas fichas buenas al jefe utilizando argumentos como el de su hija enferma. Es el intento de un gran vendedor del pasado que hoy pasa por sus horas más bajas.
La película describe dos días desde la llegada de Blake hasta un desenlace digno de la ambición que desprende la carrera iniciada en la oficina. Entre esos dos puntos hay momentos muy interesantes como la conversación entre Dave Moss (Ed Harris) y George Aaronow (Alan Arkin) sobre las ventas, la presión, la tensión y los momentos difíciles del mercado que les ha tocado vivir. Al final de la misma, dejan sobre la mesa la posibilidad de organizar un robo en la oficina para quedarse con las fichas buenas y dar un escarmiento a la empresa.
Paralelamente, los otros dos vendedores se esfuerzan por lograr esa misma noche una operación que les permite salvarse de la quema. Ricky Roma completa una venta con un potencial comprador, durante una cena en la que se gana su confianza. ‘La Máquina’ Levene hace varios intentos y, a la mañana siguiente llega a la oficina después de haber logrado una gran operación. Pero todo había cambiado.
Análisis
Los empleados de la inmobiliaria pertenecen a dos generaciones diferentes, la de los jóvenes, fuertes, competitivos y sin escrúpulos, y la de los cincuentones, poco acostumbrados a estos métodos y en principio mejor posicionados para quedarse en el paro cuando el concurso termine. Pero en una situación extrema como la que plantea la obra todo el mundo sacará sus peores armas. Por eso, la obra, que se estructura en dos partes con lenguajes diferentes -"la primera es muy cinematográfica, y la segunda, muy teatral", tiene mucho de trama policiaca, con robos de información y manejos oscuros de por medio.
Glengarry Glenn Ross no es un dogma comercial, es una fotografía sobre el mundo comercial de un determinado sector, el inmobiliario, y de una época, los años 80; pero sí hay lecciones comerciales que son interesantes.
1. Al Pacino es un comercial nato, no tiene técnicas aprendidas y es muy competitivo. Es comercial porque no sabe hacer otra cosa. Lleva al cliente a su terreno viendo qué necesita. En este caso, el cliente quería sentirse importante, libre y sentirse dominante en su relación. Por eso, Al Pacino lo engatusa con un diálogo sobre que él es un macho, hace lo que le da la gana y no tiene que darle explicaciones a su mujer. El cliente hace la compra presionado por Al Pacino pero luego se arrepiente cuando lo habla con su mujer, se da cuenta de que, en su relación, él no es el dominante.
Al cliente hay que darle lo que necesita pero descubriendo quién es la persona que decide.
2. Alec Baldwin es un comercial agresivo, si quieres abrir mercado nadie mejor que él.
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