Gray Eyes

El sonido que mas detesto en el mundo entra por mis oídos robándose mis sueños, es el despertador. Son las 6:00am y debo empezar por descubrir como sobrellevar este nuevo día. Me doy la vuelta y veo a la persona que más amo en el mundo, Simón, mi hermano pequeño. Después de unos minutos de observarlo el abre sus ojos grises y me mira con esa chispa de esperanza, se levanta lentamente de su cama y viene a la mía y ya se lo que hará: se acurruca junto a mí y me pide que me quede unos minutos con el. El es mi mayor fortaleza y a la vez mi mayor debilidad, así que no puedo negárselo, no puedo negarle unos minutos de tranquilidad antes de volver a nuestra interminable rutina. Decido cerrar mis ojos para pensar mejor y tomar decisiones más acertadas ya que estas no solo van a afectarme a mi si no también a él.

Estoy consciente de que mi madre está muerta. Al principio no me hacía a la idea de no volver a verla jamás pero conforme mi soledad creció y mis responsabilidades y toma de decisiones aumentaron logré asimilarlo. Hace ya dos años que ella no está, dos años en los que he tenido que ser madre y padre para el pequeño Simón. Mi padre es un hombre bueno pero al perder a su esposa, a la mujer de su vida no pudo salir adelante, hoy por hoy, el solo me pide que me encargue de Simon ya que el no logra ver sus pequeños ojos grises sin recordar a mi madre. Ambos tienen, bueno, mi madre tenia y Simon tiene esos maravillosos ojos grises que con una simple mirada dan esperanza y paz; pero volviendo a mi padre el esta bien, cumple casi perfectamente todas sus funciones excepto la de amar a Simon… no es que no lo ame-claro que lo hace- solo que no puede demostrarle cuanto lo ama porque el hecho de que llore cada vez que lo ve a los ojos no es una buena forma de demostrarle amor a un niño de seis años que piensa que su madre murió por su culpa. Mi madre no murió por su culpa, murió por culpa de todos; he ahí el porque odio a la sociedad. Hoy hace dos años atrás mi madre decidió sacrificarse al igual que muchísimas personas mas, como tenemos recursos limitados nuestra ciudad no podía albergar mas gente así que cruelmente anunciaron que de cada cuatro personas una debía morir. Ella no esperó indicaciones, no lo pensó dos veces y aun teniendo la oportunidad de ofrecer a Simon- que en ese entonces tenía tan solo cuatro años- prefirió morir ella. No la vimos morir, ella solo se fue el dia antes del sacrificio y dejó una nota que solo decía: -Algún dia mis ojos grises volverán a ver a mis amados saltamontes, espero que entiendan mi sacrificio. Los amo.

Esa fue la despedida de los ojos grises que nos daban esperanza…

No me gusta mentir por lo que jamás le he ocultado a mi pequeño saltamontes el porqué nuestra madre falleció, creo que ha sido mi peor error ya que desde ese entonces él suele creer que murió por su culpa.

Simón ya no habla de ello porque un maravilloso día libre que nos obsequiaron hace más de seis meses tuvimos una conversación en la que acordamos ser felices por ella, ser felices por Anastasia-nuestra madre- es por esto que ya no hablamos de nuestro sentimiento de culpa ni del hecho de que mi papá este con nosotros sin estarlo realmente; pero cada vez que mi padre llora, la chispa de esperanza de esos ojos grises que tanto amo se esfuma.

Intento ser feliz por Simón, por Anastasia pero hasta el día de hoy dos años después de la muerte de la mujer que me dio la vida me doy cuenta de que ninguno de nosotros tres lograría ser feliz con la ausencia de mi padre- le digo ausencia ya que el esta pero a la vez no, su mirada suele estar perdida, así que él solo nos acompaña en cuerpo pero en mente y espíritu no logro siquiera imaginar donde se encuentra- por lo que resuelvo algo: debo incluir a mi padre en mis planes.

Tengo 16 años, cuando tenía 10 nos trajeron a esta ciudad porque el resto del planeta era incapaz de soportar la presencia humana, esta completamente destruido, lo único que queda es esta cuidad la cual es bastante extensa en territorio para albergar solamente 300 personas. Cuando mi madre estaba viva éramos alrededor de 1000 pero después de que sacrificaron personas hubo un caos, nadie quería que esto continuara asi por lo que hicieron una rebelión que se transformó en una pequeña guerra en la cual murió una gran parte de la población por lo que ahora somos alrededor de trescientas personas.

Hay otra ciudad en la cual todo es maravilloso, ellos nos controlan en todo el sentido de la palabra. Nuestras funciones consisten básicamente en agricultura, es importante tener una gran extensión de huertas para alimentarnos y para lograr asi que el planeta sea capaz de darnos sustento nuevamente. Los niños entre 0 y 12 años van a una especie de escuela donde se les enseña desde pequeños como cocinar, como sembrar y cómo funcionan nuestro sistema de agua potable, así que mi pequeño Simón asiste allí todos los días para aprender lo suficiente para que cuando cumpla sus 12 años sea capaz de ayudar al destruido planeta. Las personas entre 12 y 20 años trabajamos en las siembras, tratando de que crezcan mas dia con dia. Otra división de nuestra pequeña sociedad son las personas entre los 20 y 60 años

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