Grito Desesperado

Al leer “Un grito desesperado” de Carlos Cuauhtémoc Sánchez se encuentra la historia en capítulos, de un muchacho de 18 años llamado Gerardo, escrita por el mismo años más tarde. En la novela nos muestra su vida familiar y los problemas de falta de comunicación dentro de la misma, así como su vida estudiantil y sentimental. El Epílogo del libro invita a re-leer sus páginas para encontrar puntos claves que no se pueden percibir con una lectura obligada y apresurada, obteniendo con esto un mensaje más claro y preciso. Es una historia que muestra como principal inconveniente el poco interés de resolver problemas en casa, el mal uso de autoridad por parte del Papá de Gerardo y el miedo que desarrolla la familia entera hacía este personaje.

Conforme avanza la historia en las páginas, nos damos cuenta de que nuestra vida siempre puede ser mejor, ya que no existe un ser humano perfecto y nos pone a reflexionar respecto a nuestro comportamiento dentro y fuera de casa. Reafirma los valores y hábitos de cada persona, y por medio de unas cátedras nos redacta algunos pasos que al seguirlos lo ayudaron a encontrar su aceptación, superación y crecimiento emocional.

En mi opinión personal es una novela que nos facilita encontrar esos valores primarios, los cuales nos ayudan a hallar un equilibrio sentimental y emocional dentro de la sociedad y la familia. Rescatando la buena comunicación, el cariño entre hermanos, padres-hijos y profesores- alumnos.

Nos muestra el poder del perdón y cómo superar momentos fuertes, amargos y difíciles en el transcurso de la vida. Rescatando con esto lo bueno de las malas experiencias, llenándonos de crecimiento emocional y madurez. El mensaje que me deja es que nada es más fuerte e importante que el amor a la familia y a uno mismo, que no tiene la razón el que grita más alto o el que es más orgulloso, sino el que es humilde, el que acepta y ama a cada individúo tal y cuál. La clave es la aceptación, la tolerancia y el amor.

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