HACIA UN PAÍS DE JUSTICIA SOCIAL Y EQUIDAD

HACIA UN PAÍS DE JUSTICIA SOCIAL Y EQUIDAD

“La igualdad prescrita por la revolución no es sino la venganza del débil sobre el fuerte; es lo que ocurría en otros tiempos en sentido inverso, pero esta reacción es justa, es necesario que a cada uno le llegue su oportunidad”            Marqués de Sade

Si la igualdad está propuesta por la ley, la equidad debería ser un deber y derecho de todo ciudadano, todo emprendedor debe incrustar la equidad en su vida cotidiana, en su estado de ánimo, en toma de decisiones, incluso incrementarla en sus metas por cumplir. Un líder no es aquel que participa en el mercado sino, el que con equidad y justicia sabrá instruir a sus bases. Todos somos líderes de nuestra vida, decisiones e ideas, por lo tanto todos tenemos y podemos ser equitativos en todo ámbito en que estemos involucrados  como ciudadanos, en lo político, social, familiar, personal.  Alcanzar equidad e igualdad entre los miembros de una sociedad sería una las mejores formas para conseguir el Sumak Kawsay, así  cada uno de los miembros generará nuevas oportunidades para progresar dentro de su propio país, sin necesidad de ir a otro en busca de igualdad y equidad, algo que no encontró en el país donde nació, donde en su infancia tenía ideales de progresar y cumplir sus metas, soñaba con ser un gran doctor, un reconocido abogado e importante futbolista, pero a medida que fue creciendo, sus ideales poco a poco se fueron desvaneciendo al ver la situación del país y al darse cuenta que quizá se le dé la oportunidad de cumplirlos pero, y ¿si no?, ésta es la respuesta a tanta emigración hacia otros países. El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, se encuentra en la búsqueda incansable de estrategias para lograr la equidad e igualdad, aunque una cantidad considerable de  ciudadanos en ocasiones critica muchas de las decisiones del Gobierno, sin saber a profundidad sus razones y objetivos de éstas. Recordemos el pensamiento del escritor francés Víctor Hugo “La primera igualdad es la equidad”.

Según el índice de Desarrollo Social durante la última década la pobreza se redujo el 90 %, en contraste con el periodo 1990-2001, en el que aumentó en 424 parroquias. Esto se debió a un cambio de prioridades en la política. Los derechos dejaron de ser mercancías, el ser humano es el objetivo principal de la acción gubernamental. Por ejemplo en la educación, ya no existen diferencias de acceso educativo ni en la áreas urbanas y rurales, tanto mestizos, indígenas y afro ecuatorianos tienen la posibilidad de educarse. En 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció que “toda persona tiene  derecho a un nivel de vida adecuado, que le asegure así como a su familia, la salud y bienestar.” Es verdad que todos los ciudadanos tienen la posibilidad de educarse pero no podemos ignorar que es la falta de recursos lo que  impide en varias ocasiones realizarse como emprendedor, esto se da en muchas familias que no tuvieron la posibilidad de encontrar trabajo, en aquellas que el vivir el día a día es gracias al esfuerzo de todos, porque en muchas ocasiones hay niños que  se encuentran en  calles trabajando y no en una aula recibiendo clases. Personas sin ningún título, e incluso, aquellas que poseen uno de categoría superior en ocasiones no pueden acceder a un trabajo o están en situación de subempleo. Si bien son trabajos dignos, pero no suficientes; precisamente por falta de equidad se incrementa el desempleo y es allí donde se realizan como emprendedores porque buscan cualquier oportunidad, hasta la más mínima que sea para obtener de ella algún ingreso y poder subsistir un día más.

En pleno siglo XXI, con el grado de avance tecnológico que ha alcanzado la humanidad es inadmisible que siga existiendo pobreza y hambre en el mundo. La desigualdad y pobreza son los principales obstáculos para alcanzar el buen vivir. No es posible que tan solo en 1% de la población disfrute de las mejores viviendas, educación y recursos. Ecuador es de los países menos equitativos en la región más inequitativa del mundo. Según la Secretaria Nacional de Planificación y Desarrollo, en inequidad ocupamos el puesto 132 de 160 países. Durante el último año las 85 personas más ricas del mundo incrementaron su fortuna en 14%, mientras que los más pobres comparten lo poco que tienen. En la región los ricos acaparan casi el 50%  mientras que los pueblos pobres tan solo reciben el 5%. Por lo general los que gozan de riquezas son blancos y mestizos, quedando por debajo los pueblos indígenas, montubios y afroecuatorianos. A diciembre de 2014, el 90% de la población ecuatoriana cuenta con un ingreso mensual inferior a $ 429, cifra que está por debajo del producto interno. Las oportunidades no son iguales. Si hablamos del habitad-vivienda hay muchas desigualdades, puesto que el derecho de todo ser humano es tener un ambiente digno en donde vivir pero, si comparamos las viviendas de blancos y mestizos con la de indígenas y montubios hay gran desigualdad, tanto en su estructura, condiciones de aseo y recursos básicos. En el ámbito de la educación existen aún  barreras de acceso al sistema educativo, para el año 2014 el área urbana y rural presentan tasas de asistencia de 83,9% y 82,1% de mestizos, mientras que en el 54,9% de indígenas asisten a bachillerato en comparación con el 67,2% de mestizos.

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