EQUIDAD Y JUSTICIA SOCIAL
Enviado por makahelo • 15 de Septiembre de 2012 • 3.328 Palabras (14 Páginas) • 27.910 Visitas
INTRODUCCION
La Justicia, es sin duda una de las palabras mas usadas y conocidas en el mundo a lo largo de los tiempo y a lo largo de las diversas culturas que han existido en la humanidad, es una palabra que engloba muchas características y cada una de ellas es diferente entre si y del modo que cada ser las quiera valorar o entender, la Justicia es una virtud del ser humano, es una cualidad personal de un individuo y de ella depende su desarrollo en sociedad, si se cae en la tiranía se aplicara Justicia de un modo cruel, imparcial y diferente, pero si en realidad uno trata de ser justo, de brindar la Justicia propia que la sociedad merece, será necesario tener una base firme de valores y principios humanos conscientes y lógicos a nuestra naturaleza humana de convivir con los demás socialmente en armonía y paz, si en este contexto hablamos de justicia social
Es inevitable tener que hablar y tocar el termino de la equidad ya que va de la mano con el concepto de justicia en dar a cada quien lo justo de forma equitativa es decir en partes iguales según sea el caso. Por esta razón a través de este trabajo tratare de dar un pequeño esbozo a lo que es la equidad la justicia social y sus implicaciones en la política y sociedad venezolana en la actualidad.
EQUIDAD
La palabra equidad (del latín "aequitas", de "aequus", igual; del griego "͗επιεικεία", virtud de la justicia del caso en concreto), según la definición de la Real Academia Española, la cual posee diferentes definiciones:
• En donde el género (sea hombre o mujer) no tiene mucho que ver, ya que tanto el hombre y la mujer son capaces de hacer las mismas tareas ya que los dos tienen el mismo nivel de inteligencia y en una sociedad de equidad no hay nada plasmado que diga que la mujer esta destinada a hacer ciertas tareas o que el hombre tiene la capacidad de hacer también ciertas tareas, en la sociedad con equidad no importa sexo, raza o religión para llevar a cabo algún deseo.
• Bondadosa templanza habitual. Propensión a dejarse guiar, o a fallar, por el sentimiento del deber o de la conciencia, más bien que por las prescripciones rigurosas de la justicia o por el texto terminante de la ley.
• Justicia natural, por oposición a la letra de la ley positiva.
• Moderación en el precio de las cosas, o en las condiciones de los contratos.
• Disposición del ánimo que mueve a dar a cada uno lo que merece. Este ideal está íntimamente enlazado con el precepto exclusivamente jurídico de Ulpiano en sus "Tria Praecepta Iuris" (tres principios del derecho), el "suum cuique tribuere" (dar a cada uno lo suyo).
Al margen de la RAE, existen autores que sostienen que significa benevolencia en la aplicación de consecuencias jurídica.
La equidad es uno de los valores mas importantes que se debe tener, significa buscar la justicia de igualdad ante toda la diversidad de personas.
Sobre todo con la mujer debido a que muchos hombres no las ven con igualdad.
La equidad está estrechamente relacionada con la justicia, entendida ésta como la virtud mediante la cual se da a los demás lo que es debido de acuerdo con sus derechos.
Entendido como igualdad, este valor tiene varias acepciones:
• Igualdad de cada uno de nosotros ante la ley: éste es un aspecto de suma importancia porque permitió el tránsito de sociedades fundadas en privilegios a sociedades democráticas.
• Igualdad social: universalizada gracias al Estado Social de Derecho, el cual nos otorga a el derecho de acceder a los bienes culturales, materiales y espirituales, tales como seguridad social, empleo, educación, vivienda y salud, entre otros.
• Igualdad para participar en la toma de decisiones que nos afecten, y, también, igualdad de oportunidades: determina que los estados y las sociedades deben compensar nuestras desigualdades naturales, sociales y de nacimiento para que todos podamos acceder a beneficios sociales y a posiciones de interés.
La equidad se refiere también a los criterios para la distribución de bienes y servicios, así como derechos y deberes, libertades, poderes y oportunidades, de modo que todos podamos beneficiarnos de los resultados del trabajo colectivo, y participar en la toma de decisiones y en la dirección y administración de los asuntos comunes.
Todas las acepciones anteriores se fundamentan en un concepto mucho más profundo, en el que se reconoce que todos somos iguales en dignidad y por lo tanto merecemos igual consideración, trato y respeto.
La dignidad es una cualidad que nos hace únicos e irrepetibles, y, por consiguiente, inviolables y sagrados. Reconocer nuestra dignidad implica aceptar que estamos llamados a ser el centro, la razón de ser y el objetivo fundamental de cualquier proyecto de desarrollo político, económico y social.
Pero ser iguales no significa que seamos idénticos; considerados uno a uno, todos somos diferentes. La equidad, sin embargo, supone que más allá de cualquier diferencia racial, sexual, cultural, psicológica, generacional o de cualquier otro tipo, todas las personas tenemos en común el hecho de ser humanos, razón por la cual nadie es más humano que otro, ni tiene más derecho que otro a vivir humanamente.
Como la equidad exige el reconocimiento de la dignidad y los derechos de las personas, es un valor asociado al respeto y la justicia, que, aparte de ser primordial en las relaciones interpersonales, nos permite trazar acciones dirigidas a aumentar y fortalecer la igualdad entre los seres humanos para construir sociedades justas.
ADMINISTRACION PUBLICA
La equidad en la administración pública se relaciona con otros valores y principios como la justicia y la diversidad. Los seres humanos somos iguales en dignidad y por tanto debemos tener las mismas oportunidades para nuestro cabal desarrollo humano. Pero, a la vez, somos diversos: por esto la equidad también debe expresarse en reconocimiento, inclusión y ausencia de discriminación por cualquier condición o situación.
La equidad se relaciona también con la solidaridad. Mientras exista exclusión social, económica, política y cultural, el Estado y la sociedad deben dedicar recursos y esfuerzos de manera prioritaria para restituir las garantías y derechos de las personas excluidas y vulneradas, con el fin de hacer perdurable y estructural la igualdad social y la igualdad de oportunidades en nuestra sociedad.
Por lo tanto, las políticas públicas distritales deben dirigirse a:
• Redistribuir la riqueza social y económica, dándole prioridad a quienes estén en condiciones más críticas de pobreza y
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