HIMNOS DE CENTROAMERICA
Enviado por NOHEMYVH • 22 de Mayo de 2013 • 1.395 Palabras (6 Páginas) • 423 Visitas
HIMNO NACIONAL DE HONDURAS
CORO
Tu bandera es un lampo de cielo
Por un bloque de nieve cruzado;
Y se ven en su fondo sagrado
Cinco estrellas de pálido azul;
En tu emblema que un mar rumoroso
Con sus ondas bravías escuda,
De un volcán tras la cima desnuda
Hay un astro de nítida luz.
(I)
India virgen y hermosa dormías
De tus mares al canto sonoro,
Cuando echada en tus cuencas de oro
El audaz navegante te halló;
Y al mirar tu belleza extasiado
Al influjo ideal de tu encanto,
La orla azul de tu espléndido manto
Con su beso de amor consagró.
(II)
De un país donde el sol se levanta,
Mas allá del Atlante azulado,
Aquel hombre que te había soñado
Y en tu busca a la mar se lanzó.
Cuando erguiste la pálida frente,
En la viva ansiedad de tu anhelo,
Bajo el dombo gentil de tu cielo
Ya flotaba un extraño pendón.
(III)
Era inútil que el indio tu amado
Se aprestara a la lucha con ira,
Porque envuelto en su sangre Lempira,
En la noche profunda se hundió;
Y de la épica hazaña, en memoria,
La leyenda tan sólo ha guardado
De un sepulcro el lugar ignorado
Y el severo perfil de un peñón.
(IV)
Por tres siglos tus hijos oyeron
El mandato imperioso del amo;
Por tres siglos tu inútil reclamo
En la atmósfera azul se perdió;
Pero un día gloria tu oído
Percibió, poderoso y distante,
Que allá lejos, por sobre el Atlante,
Indignado rugía un León.
(V)
Era Francia, la libre, la heroica,
Que en su sueño de siglos dormida
Despertaba iracunda a la vida
Al reclamo viril de Dantón:
Era Francia, que enviaba a la muerte
La cabeza del Rey consagrado,
Y que alzaba soberbia a su lado,
El Altar de la Diosa razón.
(VI)
Tú también, ¡oh mi patria!, te alzaste
De tu sueño servil y profundo;
Tú también enseñastes al mundo
Destrozado el infame eslabón.
Y en tu suelo bendito, tras la alta
Cabellera de monte salvaje,
Como un ave de negro plumaje,
La colonia fugaz se perdió.
(VII)
Por guardar ese emblema divino,
Marcharemos ¡Oh Patria! a la muerte,
Generosa será nuestra suerte,
Si morimos pensando en tu amor.
Defendiendo tu santa bandera
Y en tus pliegues gloriosos cubiertos,
Serán muchos, Oh Honduras tus muertos,
Pero todos caerán con honor.
HIMNO DE BELICE
País libre del mar Caribe,
¡nuestro valor lo prometemos a tu libertad!
Ningún tirano aquí se rezaga,
los déspotas deben huir de este tranquilo refugio de la democracia.
La sangre de nuestros padres, que santifica el suelo,
trajo la libertad de la barra de la opresión de la esclavitud,
por la fuerza de la verdad y de la gracia de Dios.
Ya no seremos labradores de madera
CORO
¡Presentes, los hijos del clan Bahiano!
¡Pónganse su armadura, limpien la patria!
¡hagan retroceder a los tiranos, que huyan los déspotas!
¡País de los libres junto al mar Caribe!
La naturaleza te ha bendecido con la abundancia,
sobre montañas y valles donde las praderas ruedan;
Nuestros padres, los Bahianos, valientes y atrevidos
Rechazaron al invasor, este patrimonio persiste
del orgulloso Río Hondo hasta el viejo Sarstoon,
a través de la isla coralina, sobre la Laguna Azul,
Vigila con los ángeles, las estrellas y la luna.
Pues la libertad llega el mediodía de mañana.
CORO
¡Presentes, los hijos del clan Bahiano!
¡Pónganse su armadura, limpien la patria!
¡hagan retroceder a los tiranos, que huyan los déspotas!
¡País de los libres junto al mar Caribe!
HIMNO DE GUATEMALA
¡Guatemala feliz...! que tus aras
no profane jamás el verdugo;
ni haya esclavos que laman el yugo
ni tiranos que escupan tu faz.
Si mañana tu suelo sagrado
lo amenaza invasión extranjera,
libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará.
CORO
Libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará;
que tu pueblo con ánima fiera
antes muerto que esclavo será.
De tus viejas y duras cadenas
tú forjaste con mano iracunda,
el arado que el suelo fecunda
y la espada que salva el honor.
Nuestros padres lucharon un día
encendidos en patrio ardimiento,
y lograron sin choque sangriento
colocarte en un trono de amor.
CORO
Y lograron sin choque sangriento
colocarte en un trono de amor,
que de patria en enérgico acento
dieron vida al ideal redentor.
Es tu enseña pedazo de cielo
en que prende una nube su albura,
y ¡ay! de aquel que con ciega locura
sus colores pretenda manchar.
Pues tus
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