HISTORIA DEL SAPO FEO
Enviado por nsolano • 24 de Febrero de 2014 • 372 Palabras (2 Páginas) • 326 Visitas
Ahí estaba el sapo, sentado, con la vista perdiéndose entre los frondosos y verdes árboles que adornaban el paisaje del hermoso rio que serpenteaba a lo largo de la montaña. Esa pérdida vista no era capaz de detectar ni siquiera los movimientos de los pequeños, y aún menos de los grandes, seres vivientes que pasaban frente al meditabundo sapo.
El tema que lo traía absorto, desde hace un tiempo, para nada se relacionaba con los quehaceres filosóficos que a diario lo ocupaban. Lo que lo tenía meditabundo era el conflicto sentimental que le abordaba. Si, ese profundo amor hacía la princesa lo venía distrayendo, y más ahora que la princesa había cortado toda comunicación con él.
La atracción que sentía hacia la princesa ya era conocida por todos los que lo conocían. Compañeras y compañeros batracios, los prepotentes reptiles, mamíferos, y hasta las aburridas y molestosas sandijuelas conocían que don sapo se moría por la princesa.
El pobre sapo, a pesar de su gran capacidad de raciocinio y de entender la vida y las relaciones sociales muy profundamente, no lograba comprender que entre la princesa y él existía profundas diferencias sociales que nunca iban a permitir la realización de ese amor, si es que existía correspondencia. Por otro lado, todos aquellos que conocían a la princesa opinaban que la princesa padecía de prepotencia y de criterios muy seleccionadores respecto a los demás. En ese sentido, no era extraño que ella tuviera pocos amigos y amigas.
REPROCHE DEL SAPO
Físicamente quisiera ser guapo y simpático
Tal vez así, tu corazón podría conquistar
Ya que tal como me veo,
Creo que ni por un pienso tu podrías en mi pensar
Como el hombre de tus sueños
Como el hombre a quien tú desearías abrazar y besar
Mi intelecto, aunque admiración te ha causado
No ha podido hacer que mi corazón, que mi amor
En tus ojos se vea reflejado
Y solo presiente, intuye
Que tu buscas, anhelas encontrar
El príncipe al cual, sueñas tu ser entregar
No es que reproche mi intelecto
No reprocho la forma como me veo
Consciente estoy que sapo feo soy
Y eso, aunque no me guste, no podré cambiar
Pero lo que me está costando aceptar, y reprocho sin cesar
Es el no lograr tu corazón conquistar
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