HOMO DEMOCRATICUS

HOMO DEMOCRATICUS

El incomprendido concepto vital de “democracia” ha sobrevivido a través de todos los tiempos civilizados. Desde el importante y fugaz experimento ateniense en la Antigua Grecia, más el Senado republicano en los albores de Roma, hemos visto reaparecer la “democracia”, aunque sea con timidez, en la “tabla redonda” del legendario rey Arturo y su experimento céltico de Camelot; o con la réplica de “los doce pares de Francia” en el reinado feudal de Carlomagno; lo mismo que en las municipalidades españolas de la imprecisa época del “Cid Campeador”. Hemos visto, en la historia real, a pesar de los cíclicos colapsos vitales y conceptuales, el asidero democrático concreto en los pequeños cantones suizos de la “Baja Edad Media”, en que comenzó a configurarse, gradualmente, la “Confederación Helvética” moderna, ejemplo de la democracia occidental.

Pero el gran concepto espiritual de democracia comenzó a adquirir un verdadero cuerpo con el re aparecimiento de la “república” renacentista, y capitalista, de los tiempos modernos, sobre todo en “el siglo de la luces” y de la misma revolución francesa, en que empezaron a ensayarse las “monarquías republicanas o constitucionales”. Desde la modernidad (hoy posmodernidad) hemos comprendido, a fondo, que la “democracia” y la “república” son dos conceptos gemelos institucionalizados que deben ser inseparables, porque cuando alguien pretende separarlos mutila con enormidad lo mejor del espíritu y de la carne del mundo occidental, haciendo de la república una institución esclerotizada que se aleja, abismalmente, de los pueblos y sus intereses cotidianos, y que puede desembocar en totalitarismo; y convirtiendo a la democracia en el campo propicio del libertinaje de los anarquistas de toda laya, quienes suelen dinamitarla desde sus propias entrañas, valiéndose, en algunos casos, de los mismos argumentos democráticos que ellos dicen abanderillar.

Un demócrata es la persona que cree en la democracia y sus valores como el respeto, la tolerancia, el respeto a las decisiones que se toman conforman a la ley, el respeto a la institucionalidad, etc.

Democrático es lo que se apega a la democracia y sus principios. El demócrata tiene conciencia clara de que todos somos personas y todos tenemos derecho a tener nuestros propios puntos de vista y exponerlos y que todos debemos respetar los puntos de vista de los demás, coincidan o no con los nuestros.

HOMO AUTOCRÁTICUS

La autocracia tiene su definición en la palabra misma. Es el mandato de una persona. Tiene una connotación de dictadura, dependiendo de la obediencia determinada y rápida. El líder autocrático no consulta con nadie, excepto en ciertas circunstancias o por elección propia y el poder de decisión recae sólo sobre el líder. La autocracia se refiere, además, a la completa responsabilidad

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