HUELLA ECOLOGICA

LA HUELLA ECOLOGICA

La huella ecológica es el impacto o sensación que deja la actividad humana (individual, empresarial, comunitaria, global) en el espacio terrestre, definido en toneladas de CO2 (dióxido de carbono) que son liberadas a la atmósfera en un periodo de tiempo (generalmente por año).

Todas las actividades humanas dejan una huella ecológica, desde cepillarnos los dientes, tomar un auto o transporte colectivo, trabajar en una oficina o comprar en una tienda almorzar o cenar Cada una de actividades que realizamos tiene una liberación de CO2 y la sumatoria de las mismas nos da nuestra huella ecológica.

Igualmente las actividades industriales, comerciales y de construcción tienen una huella ecológica cientos o miles de veces más grande que la de un individuo y muchas veces más difícil de mitigar y/o compensar. Para disminuir o compensar esta huella, tanto los individuos, las sociedades, las empresas y en especial el Estado, están en la obligación de llevar adelante un análisis de comportamiento, en el caso de los individuos y los estudios de impacto ambiental en las empresas, tan polémicos actualmente, que incluyan cambios de hábitos y programas concretos para reducir o eliminar, al igual que compensar el impacto sobre el medioambiente, ya sea, con actividades in situ o alejadas del sitio del impacto original.

A pesar de que la huella ecológica es un indicador que pueda subestima el impacto real de la actividad humana sobre el entorno, y que existen aún importantes limitaciones en relación a su aplicación metodológica y información disponible, y se va consolidando como indicador de sostenibilidad a nivel internacional

La huella ecológica permite definir y visualizar la dependencia de las sociedades humanas respecto al funcionamiento de los ecosistemas del planeta a partir de superficies apropiadas para satisfacer un determinado nivel de consumo. Permite así establecer el área real productiva de la que se está apropiando ecológicamente una determinada comunidad humana, independientemente de que se encuentre más allá de su territorio, distinguiendo así mismo entre las diferentes funciones ecológicas que ejercen los ecosistemas.

Pese a sus limitaciones, la huella ecológica permite hacer un seguimiento del impacto de una comunidad humana asociado al consumo de recursos mediante la actualización del indicador a lo largo de los años.

Al medir la huella ecológica de una población ( individuo, ciudad, negocio, nación, o toda la humanidad) podemos determinar nuestra presión sobre el planeta, que nos ayuda a manejar nuestros activos ecológicos más sabiamente y a tomar medidas personales y colectivas para apoyar un mundo donde la humanidad vive dentro de los límites de la tierra.

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