HUMANISMO MARXISTA
Enviado por HOSWAR • 9 de Noviembre de 2012 • 2.562 Palabras (11 Páginas) • 672 Visitas
Humanismo Marxista: “Alineación y principales ideales Marxistas”
El marxismo comenzó siendo una teoría de la lucha de las clases basada en las relaciones sociales específicas de la producción capitalista.
El marxismo no quiere ser una teoría filosófica solamente, sino que quiere unir teoría y práctica para transformar la sociedad.Doctrina: El marxismo es materialismo, para Marx el principio de todas las cosas es la materia y no existe nada más que materia en evolución constante. Dicho materialismo es dialéctico pues todo ser posee una tensión por la que no puede permanecer estable sino que genera oposición con el contrario. Introduce los tres términos de la dialéctica: tesis, antítesis y síntesis. Las leyes de la dialéctica son cuatro:1. Ley de la evolución en espiral. La evolución va de lo más simple a lo más complejo.2. Ley de la unidad y oposición de contrarios. Ley de la unidad en cuanto que la tesis genera la antítesis y ley de oposición en cuanto que una vez generada la antítesis se opone a la tesis.3. Ley del salto cualitativo. Aparece el tercer término de la dialéctica que es la síntesis. Por la tensión entre tesis y antítesis expresada en la ley anterior se producen cambios cualitativos, modificativos, cuantitativos, pero llega un momento en que se da el salto o cambio esencial por el que aparece la síntesis.4. Ley de la negación de la negación. Por la cual el proceso continua, es decir, no termina el proceso con la primera síntesis, sino que al afirmarse así misma se convierte en tesis que genera una nueva antítesis y que dará como resultado otra síntesis QUE ES EL HUMANISMO MARXISTA? El marxismo comenzó siendo una teoría de la lucha de las clases basada en las relaciones sociales específicas de la producción capitalista. El marxismo no quiere ser una teoría filosófica solamente, sino que quiere unir teoría y práctica para transformar la sociedad. Doctrina: El marxismo es materialismo, para Marx el principio de todas las cosas es la materia y no existe nada más que materia en evolución constante. Dicho materialismo es dialéctico pues todo ser posee una tensión por la que no puede permanecer estable sino que genera oposición con el contrario. Introduce los tres términos de la dialéctica: tesis, antítesis y síntesis. Las leyes de la dialéctica son cuatro:1. Ley de la evolución en espiral. La evolución va de lo más simple a lo más complejo.2. Ley de la unidad y oposición de contrarios. Ley de la unidad en cuanto que la tesis genera la antítesis y ley de oposición en cuanto que una vez generada la antítesis se opone a la tesis.3. Ley del salto cualitativo. Aparece el tercer término de la dialéctica que es la síntesis. Por la tensión entre tesis y antítesis expresada en la ley anterior se producen cambios cualitativos, modificativos, cuantitativos, pero llega un momento en que se da el salto o cambio esencial por el que aparece la síntesis.4. Ley de la negación de la negación. Por la cual el proceso continúa, es decir, no termina el proceso con la primera síntesis, sino que al afirmarse así misma se convierte en tesis que genera una nueva antítesis y que dará como resultado otra síntesis. Marx desde el método dialéctico hace una interpretación de la historia para explicar el pasado y predecir el futuro de la humanidad que para él 5.HUMANISMO MARXISTA El humanismo marxista no se basa en una concepción general abstracta del hombre, sino en una visión histórica y social, es decir concreta de lo humano; donde el hombre es, a la vez que creador, resultado de la sociedad en que vive. HUMANISMO EXISTENCIALISTA Inmediatamente después de la segunda guerra mundial, el panorama cultural francés se ve dominado por la figura de Sartre y por el existencialismo, la corriente de pensamiento que él contribuyó a difundir a través de su obra de filósofo y escritor, y de su engagement o compromiso político-cultural.
La formación filosófica de Sartre recibe principalmente la influencia de la escuela fenomenológica. Becado en Alemania en los años 1933-34, Sartre entra en contacto directo con el pensamiento de Husserl y Heiddeger. Es precisamente en la fenomenología y en su método de investigación que Sartre encuentra los instrumentos para superar la filosofía académica francesa de su tiempo, fuertemente teñida de espiritualismo e idealismo, y hacia la que siente un neto rechazo.
La búsqueda de Sartre parte del campo de la sicología. Es más, su ambición juvenil es revolucionar los fundamentos de esta ciencia. Sartre se siente profundamente insatisfecho con la sicología moderna, con su planteo positivista y su pretensión de tratar a los fenómenos síquicos como si fueran fenómenos naturales, aislándolos, separándolos de la conciencia que los ha constituido. Para Sartre –que hace propia la posición de Husserl– la conciencia no es un simple contenedor de “hechos” síquicos, ni una suerte de espejo que pasivamente refleja, o deforma, la realidad externa; la conciencia es fundamentalmente intencional, activa, posee su propio modo de estructurar los datos sensibles y de construir “realidades” que, aun dependiendo de éstos, presentan características que les son propias y específicas. La aplicación del método fenomenológico a temas de sicología se formaliza en tres ensayos: La imaginación (1936), Esbozo de una teoría de las emociones (1939) y Lo imaginario (1940). Para Sartre no se trata de estudiar esta o aquella emoción, o de recoger datos sobre particulares comportamientos emotivos –como lo haría un sicólogo tradicional–, sino de ir a las estructuras fundamentales de la conciencia que permiten y explican el fenómeno emotivo.
La emoción y la imaginación son tipos organizados de conciencia, modos particulares de relacionarse con el mundo, de atribuir un significado a las situaciones que se viven. Además, las imágenes mentales no son simples “repeticiones” de datos externos, de objetos, o de hechos; la función imaginativa, al contrario, revela la propiedad fundamental que tiene la conciencia de tomar distancia de las cosas, de trascenderlas, y de crear libremente otra realidad, como la actividad artística demuestra en sumo grado. Pero Sarte no tarda en alejarse de Husserl por la importancia central que éste asigna a los aspectos lógicos y gnoseológicos en su investigación. Para Sartre, en cambio, es fundamental el estudio de la relación entre la conciencia humana real, existente, y el mundo de las cosas al que la conciencia, por su misma constitución, hace siempre referencia, pero por el que se siente limitada y oprimida. Siguiendo esta línea, Sartre se acerca siempre más a Heidegger y a su problemática ontológica y existencial, hasta llegar a una visión filosófica cuyo centro es la idea de una “complementariedad contradictoria” entre la conciencia (el para sí) y el
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