Habilidades y experiencia del maestro

El docente en congruencia con el enfoque de competencias para la vida, se prepara en cada nuevo ciclo escolar fortaleciendo sus competencias docentes para lograr un desempeño óptimo y brindar un desarrollo integral a sus alumnos.

Es bien sabido que cada docente ejercita en forma particular sus destrezas, habilidades y actitudes a partir de sus experiencias y las adapta a diversos contextos, pero importante también es su desarrollo de competencias para el mundo profesional y laboral incluyendo aquellas que favorecen el desarrollo personal y ciudadano, que le permitirán enfrentarse a la resolución de situaciones en su práctica docente.

Cabe señalar que la labor del docente en los últimos años se ha visto afectada debido a que le han restado autoridad en aras de un supuesto respeto por el alumno y esta acción ha permitido que éstos se vuelvan indolentes, indisciplinados y poco respetuosos con sus maestros.

Es necesario que tanto las autoridades como los padres de familia reflexionen sobre éstos actos y reconsideren el valor y la importancia de la función del maestro en el aula escolar, devolviendo su dignidad como guía del proceso educativo.

Al maestro siempre se le exige que vele por el desarrollo afectivo de sus estudiantes y sin embargo no se ha dado la misma atención al hecho de que el profesor también es un ser humano, que requiere bienestar emocional y afectivo para desempeñarse de manera adecuada en su labor.

El ejercicio de cualquier profesión requiere responsabilidad y sentido ético, en el campo educativo esto se acentúa porque se pone en juego la formación de seres humanos y de esto el docente está bien consciente.

Por ello los profesores deben sentir que forman parte de una profesión respetada y valorada, esto eleva su autoestima y favorece el hecho de seguir aprendiendo a lo largo de la vida, adaptándose a los cambios que exige el mundo actual en relación a las reformas educativas que implican una movilización y a la vez el fortalecimiento de sus competencias docentes puesto que constantemente se enfrenta a nuevos retos educativos que responden a los actuales enfoques de la educación.

La labor del docente se ha ido volviendo cada vez más compleja, ardua y desafiante, propiciando la necesidad de una actualización constante y permanente; lo que implica que sea el agente de transformación, sea guía, orientador del proceso educativo, sin descartar la participación de los padres de familia en los nuevos enfoques de la educación que requieren y demandan una participación más activa de éstos en la realización de proyectos educativos con sus hijos y se comprometan con sus aprendizajes. El maestro en su acción educadora debe crear un ambiente de confianza con sus alumnos ya que este vínculo se convertirá en una relación constructiva, en la que la confianza, el afecto y el respeto mutuo sean cimientos de su aprendizaje.

El docente

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