¿Hay Corrupción En La Universidad

LA INTERROGANTE ES ¿HAY CORRUPCIÓN EN LA UNIVERSIDAD?

La Universidad es el reflejo de la sociedad que la sostiene y a la que sirve; en ella se ven magnificadas sus debilidades y carencias. Hay corrupción en la Universidad, pero no en una universidad en particular, sino en las universidades en general éste no es un rasgo intrínseco o exclusivo de esta institución, (Upel) sino que es sólo una consecuencia de la apatía, indiferencia con la que se contempla la Universidad desde las instancias gubernamentales, la falta de sentido de pertenencia de los que en ella conviven y de muchos de los que son sus dirigentes, llámese decanos, subdirectores y todos los que tienen responsabilidad de dirección, bien sea local o nacional.

En el diario español “El Mundo” en noviembre 2001; María Alemani expresó:” Se exige que la Universidad esté al día, que investigue, que instruya y que forme profesionales, que sea, motor de futuro, pero se le limita el combustible y se impide cumpla con su lema de difundir luz y libertad. En el fondo se teme que cumpla con su papel de motor social, de influyente faro de difusión del pensamiento libre en paralelo a su función de extender los conocimientos”.

Tal vez esto sea uno de los problemas más viejos de la universidad y la excusa ideal para no solventar los problemas que si afectan la institución como la burocratización, el irrespeto a la norma, el intervencionismo del gobierno.

Aún cuando la Universidad es el centro de producción de conocimientos, no hay en las mismas investigación real por las limitaciones que encuentran los que desean investigar, siempre se dice que es costoso el trabajo de investigación, que no hay para financiar, entonces el personal docente, personal de investigación opta por investigar sólo con fines personales como el ascenso, la obtención de un título de grado y hasta allí .pues no hay promoción de la investigación.

Esta situación en la universidad conduce a la actuación solapada, a que prive el amiguismo, compadrazgo al momento de presentar una investigación, un trabajo de ascenso y se cae en el error de asignar jurados de acuerdo a la afinidad que se tenga con el postulante. De allí que se pueda aceptar la crítica al respecto, pues si hay corrupción en la universidad, pero a pesar de todo hay muchos que trabajan con mística, con respeto por el otro: la universidad está de puertas abiertas y continúa cumpliendo su función porque aún tiene miembros con conciencia social, con sentido del deber, con capacidad docente, con garra, con sentido de pertenencia.

Sin embargo se debe pensar que esta problemática no es para siempre, pues en la vida nada es para siempre y se debe tener la convicción, la esperanza de que esto terminará un día, aunque no soy partidaria de que sometan a las personas al escarnio público si se debe denunciar a los mercaderes de la academia, a aquellos que legitiman las irregularidades, que premian al individuo por pertenecer a su grupo de amigos, de su familia, a los del partido o a los de la misma secta o religión.

La corrupción rompe el tejido social pues resta credibilidad, disminuye la confianza de los ciudadanos en las instituciones, en el gobierno y entre sí mismos. Así como también afecta el nivel ético de la sociedad en su conjunto. En la medida que la corrupción se

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