Historia D Detergentes

En 1907 una compañía alemana fabricó el primer detergente (en latín, detergente quiere decir limpiar) al añadirle al jabón tradicional perborato sódico, silicato sódico y carbonato sódico. (Ramirez, 2006)

A partir de 1930 se empezaron a sintetizar sustancias detergentes derivadas del petróleo. Después se descubrieron otros ingredientes que, añadidos a las sustancias detergentes, daban al conjunto una mayor capacidad limpiadora

Según (Gwen) Si bien el detergente se comenzó a producir en E.U.A. a principios de la década de 1930, en sus inicios se lo usó para lavar la vajilla y la ropa fina, sostiene la Soap and Detergent Association.

Hoy en día, la mayoría de los detergentes presentes en el mercado ofrece una eficacia de lavado de buena calidad. Además atiende a las necesidades o requerimientos específicos de productos especiales para prendas delicadas y, eliminando los blanqueadores para ropa de color. Los envases también han avanzado desde los antiguos tambores hasta los maletines y bolsas actuales, reduciendo su tamaño y mejorando su manejo.

(Ramirez, 2006) Los detergentes sintéticos cumplen un importante papel como tenso activos, es decir modificadores de la tensión superficial del agua. Una singular y propia característica de estos agentes de limpieza es su capacidad de formación de espuma al estar en contacto con el agua y con mecanismos de mezcla y agitación. Otras propiedades de los detergentes orgánicos es que son emulsionantes y humectantes de las telas. Se conoce que la propiedad de formación de espuma es heredada de los ABS y que los ALS forman espuma en menor cantidad, aunque mantienen siempre la acción detergente de los productos. El ingrediente activo de los detergentes orgánicos no biodegradables es el ABS, el cual representa la parte orgánica afín con las moléculas de suciedad típicas como la grasa, aceite, sangre, mugre, excretas, etc. La parte polar de la molécula del ABS se representa por la sal del grupo ácido y es la fracción afín con el agua, una molécula también polar con puentes de hidrógeno. Los detergentes basan así su accionar en una característica dual al ser afines con las moléculas orgánicas de suciedad en su parte no polar o hidrófoba y afines con el agua en su parte polar o hidrofilia. Esta dualidad de afinidades le permite la formación de micelas las cuales son estructuras que pueden enlazar las moléculas de suciedad y ser a la vez arrastradas por el agua durante el lavado.

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