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Historia De Los Impuestos


Enviado por   •  20 de Junio de 2013  •  2.719 Palabras (11 Páginas)  •  364 Visitas

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1. Historia de los impuestos

1.1. Época antigua

Sin duda, en este apartado podríamos citar innumerables referencias remotas de la existencia y de las formas de pago de esta obligación que han existido a lo largo de la historia, sin embargo, habremos de hacerlo sólo de algunas que pueden ser ejemplificativas de esta prerrogativa de la potestad, en cada momento.

Así encontramos, aún en los albores de la civilización, hombres que se vieron obligados a pagar tributos. En esta materia, Federico Engels expresa que la “gens” no conoció los impuestos, pero expone que: “El tributo de respeto se pagaba libre y espontáneamente a los investidos con el poder en la <<gens>> . . . el príncipe más poderoso, el más grande hombre político o guerrero de la civilización, puede envidiar al menor<< jefe gentil>> el respeto espontáneo y universal que se profesaba . . . “

Existieron leyes tributarias de esta naturaleza en lugares como Egipto, China y Mesopotania. También se tiene noticia, según relatos, de que la primera reforma tributaria ocurrió en Lagash, capital de Sumeria.

Una de las expresiones del tributo a través del trabajo es la construcción de de la pirámide del rey Keops, hacia el año 2500 a. C., donde trabajaron, por espacio de veinte años, cerca de 100 mil personas. Se sabe también que se efectuaba lo que ellos llamaban la declaración normal de impuestos sobre animales, frutos del campo y semejantes, por una inscripción en una tumba de Sakara, hacia el año 2300 a.C.

En cuanto a impuestos internacionales en la antigüedad se refiere, el autor Porras y López expone que: “Los pueblos antiguos, en sus relaciones internacionales consideraron a los impuestos como signos de sujeción y de dominio de los pueblos vencedores sobre los vencidos. El Imperio Romano se manifestó en sus colonias precisamente por los pesados tributos que debían pagar a Roma”.

Este autor también nos da cuenta de los “parias” o tributos que pagaban los príncipes y grandes dignatarios a otros reyes y poderosos, reconociendo así su inferioridad. De igual forma, los reyes babilonios y asirios levantaban monumentos en los que se inscribía la obligación de los vencidos de pagar tributos y prestaciones.

1.2. Época precolombina

El pueblo azteca, comenta Porras y López que:”En la época precortesiana, es bien sabido que el poderoso Imperio Azteca imponía fuertes tributos a los pueblos vencidos. En los Códices pre y post-cortesianos constan interminables listas de objetos de algodón, telas de varias especies de fibras, productos naturales y aun metales preciosos que los pueblos vencidos debían enviar como tributo a la Gran Tecnochtitlán”.

Las primeras manifestaciones de tributación en México aparecen en los códices aztecas, en los cuales se registró que el rey de Azcapotzalco, pedía como tributo a los Aztecas, una balsa sembrada de flores y frutos, además una garza empollando sus huevos y al momento de recibirla ésta debería estar picando un cascarón; a cambio ellos recibirían beneficios en su comunidad. Asimismo, los "tequiámatl" (papeles o registros de tributos), fue un género de esos códices, relacionado con la administración pública dentro del Imperio Mexica.

El verbo tributar cobró tal importancia, que los Aztecas se organizaron para facilitar la recaudación, nombraron entonces a los "Calpixquis", primeros recaudadores, quienes identificaban su función llevando una vara en una mano y un abanico en la otra. La recaudación de esos pueblos requería de "funcionarios" que llevaran un registro pormenorizado de los pueblos y ciudades tributarios, así como de la enumeración y valuación de las riquezas recibidas. La matrícula de Tributos es uno de los documentos más importantes de los códices dedicados a la administración y a la Hacienda Pública.

En la cultura inca, Rafael Romano Delbano afirma que: “El grupo de los sacerdotes poseía una serie de ventajas como la exención de tributos. La producción agrícola estaba –conjuntamente con el tributo que debía aportarse al Incanato- a cargo de la gente del pueblo. Se asignaba una parcela al hombre del pueblo purej para que la cultivara y su producción sirviera para el sustento de su familia; de tal modo que recogiendo las cosechas de varios plantíos se constituía el tributo para el Inca. Había otro sistema tributario que consistía en la entrega de la fuerza de trabajo que se denominaba mita, por la cual colaboraban en la construcción de edificios o en las tareas agrícolas en las tierras del Inca”.

1.3. Edad Media

En esta época se hallan gran número de los antecedentes históricos de impuestos y de los sistemas fiscales actuales. Algunas contribuciones tuvieron su origen en los censos, derechos y servidumbres que los señores feudales imponían, con las variantes que adquirieron en las diversas épocas posteriores y las nuevas relaciones económicas de la sociedad y el Estado.

Los vasallos y los siervos tenían dos clases de de obligaciones. Unas consistían en la prestación de servicios personales y, otras de naturaleza económica, que podían ser pagos en especie o en dinero.

Entre las contribuciones que se cumplían en forma de servicios personales por los siervos, pecheros o villanos, se citan las siguientes:

“Entre las personales estaba el servicio militar que consistía en acompañar al señor a la guerra; esta obligación muy amplia originalmente, se fue restringiendo poco a poco por la costumbre, pues ya en el siglo XIII sólo consistía en acompañar al señor hasta los límites de determinada región poco lejana y por un término de cuarenta días. También tenían la obligación el vasallo de permanecer el guardia en el castillo del señor y la de alojar en su casa a los visitantes de su señor , aun cuando esta obligación se fue reglamentando hasta precisarse el número de visitantes que estaba obligado a recibir, la atención que debía darles y el número de veces en un año. También estaba obligado el vasallo a dar consejo al señor de los negocios, concurriendo a las audiencias que para el efecto eran convocadas y que posteriormente se reglamentaron en forma que sólo se celebraban tres en el año: en Pascua, Pentecostés y Nochebuena”.

Existían también los tributos en forma de servicios personales, generalmente consistían en la obligación del siervo de cultivar las tierras del señor feudal, dentro de ciertos días de la semana o almacenar las mieses del señor. Estos servicios se podían proporcionar sólo con los brazos del siervo o con el empleo de animales y de aperos. Más tarde, esta obligación, con el transcurso del tiempo, se transformó en una prestación

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