Historia De Los Mandalas

Historia y origen de

las Mandalas

Un mandala es básicamente un círculo, es la forma perfecta, y por ello nos representa el símbolo del cosmo y de la eternidad. Nos representa la creación, el mundo, el Dios, el ser humano, la vida.

Su nombre hace referencia al sánscrito, en tibetano es KYLKHOR (KYL: centro KHOR: circulo) literalmente seria “el centro de los alrededores”.

Podríamos decir que todo en nuestra vida posee las formas del círculo. Desde el universo (el sol, la luna, los planetas) hasta el esquema de toda nuestra naturaleza, los árboles, las flores, entre otros, todos siguen una línea circular. ¿Y que decir del átomo o la célula?

Si observamos nuestro cuerpo, nos daremos cuenta que todas nuestras formas son redondeadas, esto nos recuerda que somos sistemas dentro de sistemas.

Psicologiamente, los mandalas representan la totalidad de nuestro ser. Dado que reflejan la psique humana, cada persona responde a ellos instintivamente, más alla de la edad , género, raza, cultura , entre otros.

A pesar de que los mandalas se encuentran presentes en cada rincón del mundo, sus origenes nacen en el Hinduismo y Budismo.

Ellos potencian la concentración y favorecen la estimulación del hemisferio derecho del cerebro: el creativo, intuitivo y mágico.

Los mandalas utilizan geometría y ayudan a los niños a familiarizarse con los símbolos mientras disfrutan. Y colgar luego el precioso mandala en casa es una estupenda recompensa.

Obtienen flexibilidad de pensamiento y de acción.

Los mandalas en los niños: Entretención Educativa:

1. Reafirmar las habilidades de disciplina, exactitud y precisión.

2. Los relaja de forma natural.

3. Favorece el descanso y el sueño;

4. Fomenta la iniciativa personal y estimula la imaginación favoreciendo la libre expresión.

5. A través del dibujo y el uso del color, el niño expresa su mundo interior, pensamientos, ideas, estados de ánimo y relaciones con el mundo de un modo cada vez más complejo.

6. Desde los primeros garabatos a las creaciones artísticas más abstractas y elaboradas va desarrollando su psicomotricidad y confirmando la estrecha relación con su desarrollo integral.

7. El mandala trata de reproducir un mundo ordenado, donde la simetría del dibujo y su composición equilibrada transmiten la idea de perfección.

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