Historia Del Vestuario Bizantino

El Imperio Bizantino. Una figura clave de este período fue el emperador Justiniano I, quien se asocia a la historia por su intento de restablecer el esplendor del Imperio Romano en plena época de las invasiones bárbaras, de ahí que muchos aspectos de la cultura y costumbres como la vestimenta tuvieran influencias de los romanos.

Los emperadores romanos se habían convertido al cristianismo y en el Este el poder estaba en manos del Estado y la Iglesia. El triunfo del Cristianismo tiene gran influencia en el traje, el cuerpo se cubre por completo, se esconde.

El emperador es un rey-sacerdote, representante de Dios en la tierra y su vida está regida por obligaciones religiosas. Su vestimenta, al igual que la de sus cortesanos y sirvientes, tiene características específicas de acuerdo a criterios de rango y función, el traje se vuelve fuertemente jerárquico. debido a esto el vestuario giró hacia un modo más rígido y serio.

EL TRAJE IMPERIAL

El traje de ceremonia de los emperadores bizantinos consistía en un vestido tejido de oro, con ornamentación de colores variados y una ancha clámide abrochada en el hombro derecho por una vistosa fíbula. La púrpura imperial estaba reservada a la corte, mientras que los reyes tributarios se vestían con una clámide blanca.

Justiniano vestía en ocasiones la toga de los cónsules romanos y la trabea, un largo echarpe cruzado por encima del pecho, y el paragaudion, una túnica bordada con oro y provista de mangas, de origen persa, sujetada por un cinturón de piel teñido de púrpura. El tablion consistía en una pieza de tela rectangular incrustada en la parte delantera de la clámide a la altura de la cintura.

El tablion formaba parte de la vestimenta imperial masculina y femenina, y de la de los altos dignatarios. Una ancha gorguera, de origen persa, cubría los hombros del emperador y de la emperatriz. Se trataba del maniakis, una banda de tela bordada en oro y adornada con piedras preciosas y perlas.

Teodora iba con una larga túnica blanca, adornada con una cenefa vertical bordada. Sobre los hombros, cubriendo el pecho llevaba el maniakis, adornada con bordados de hilo de oro y piedras preciosas. Encima de la túnica se ponía un vestido de manga corta con un cinturon, también adornado con joyas, y flecos en el borde; así como un manto púrpura, bordado con imágenes de los Reyes Magos. En la cabeza llevaba una diadema, llamada stephanos, cubierta de piedras preciosas e hileras colgantes de perlas a ambos lados.

En los trajes de la corte se aprecian, bordados, flecos, ornas y adornos de estilo oriental se, clara manifestación de riqueza. Se usan materiales suntuosos, muy decorados y coloridos.

En contraposición a la sobriedad romana, el aspecto más llamativo de la indumentaria bizantina es el colorido que

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