Hola No sé Que Poner
Enviado por marciaroman • 4 de Febrero de 2014 • 1.867 Palabras (8 Páginas) • 188 Visitas
¡Átame! Es una exquisita obra cinematográfica de tiempos actuales. Escrita y dirigida en el año de 1990 por el reconocido y aclamado director español Pedro Almodóvar.
Es un poco complicado tratar de decidir qué es lo primero a lo que tendría que darle más énfasis en el análisis de ¡Átame!, ya que mi cabeza está llena de imágenes, pensamientos, opiniones, etc., con respecto a la película. Sin embargo, trataré de exponer mis ideas por el principio del film, valga la redundancia, pues quizás así sea mucho más entendible aquello que comprendí y logré captar de cautivante película.
La primera escena que más llamó mi atención fue en la que enfocan, no por un pequeño y fugaz momento, la imagen de la virgen María y del señor Jesucristo ambos con el sagrado corazón en sus pechos, sino que la cámara se detiene y expone ambas imágenes contrapuestas: hombre y mujer. Es complicado definir aquello que el director se proponía con esto, pero en mi opinión trataba de anticiparnos el carácter romántico de su obra, una que involucraba a dos personas de diferentes sexos, que se verán relacionados por el amor simbolizado en el corazón sagrado. Ese que todo lo ve, todo lo quiere, todo lo siente; aún aquellas cosas que pueden resultar imperdonables o difíciles de superar del otro al que amas. Una película en la que el amor es una fuente de motivación y estímulo necesario para poder superar todos los obstáculos y tragedias que se pueden pasar con el solo propósito de conseguirlo. Esto se ve reflejado en el carácter, circunstancias y desequilibrios en los que se encuentran los protagonistas y en cómo se desarrolla la interacción entre ambos a lo largo de la película.
Ricky, protagonista de la película, es un hombre desequilibrado, que ha pasado su vida en distintos orfanatos y sanatorios de los cuales constantemente estuvo escapando, hasta que en una de sus tantas hazañas conoce a Marina, una reconocida actriz porno con la que comparte una noche de placer y por la que queda impactado y obsesionado de tal forma, que hasta su comportamiento se altera. Ricky posee cierto encanto por el cual pocas son las mujeres que logran resistírsele. Tenemos primero a la directora del sanatorio que ante la despedida de nuestro personaje, se ve claramente afectada, ya que ella atraída por este hombre con mirada tan penetrante y con sonrisa tan infantil, ha violado todas las normas establecidas entre un médico, autoridad, y su paciente. Lo mismo pasa con la doctora de Marina, que aunque estaba un poco alterada por los efectos de la marihuana que estaba consumiendo, no lo deja de lado y menciona la simpatía y la confianza que inspira Ricky, ya que incluso lo deja acercarse a sus niños. Así como estos, tenemos a la farmacéutica, la vendedora de dulces, Lola y a la misma Marina que no pueden resistirse a su encanto natural, sin negar, por supuesto, lo maravillosamente atractivo y masculino que es, pero con una inocencia y franqueza que lo vuelve una tentación para las féminas de la película.
El comportamiento de Ricky no es más irracional que el de Marina, que es una actriz, una persona que oculta bajo máscaras en definitiva, aquella realidad de una drogadicta. Sin embargo, como vemos en el transcurso de la cinta, poco a poco va develando su verdadero ser y lo que implica ser ella y lo que asume el otro que tiene la intención de permanecer a su lado. Entre tanta confusión en medio de las realidades imaginadas de la película, explota una pasión loca de Ricky hacia Marina que se convierte en el centro de la historia. Es el amor con sus irracionalidades lo que le aporta lógica y credibilidad a la película.
“Tengo 23 años y 50.000 pesetas. Estoy solo en la vida y espero ser un buen marido para ti y un buen padre para tus hijos”, esta frase es tan importante, pues marca un antes y un después en la vida de ambos personajes. Por un lado teníamos a una Marina un poco perdida de sí misma, una mujer que está en el borde de superar o no superar sus adicciones. Una Marina que es muy consciente de lo atrayente y excitante que resulta para los hombres y sabe cómo sacarle provecho a esto. Lo expuesto anteriormente se ve reflejado en el director del cine del film, con quién trabajaba la protagonista, que siente una atracción avasalladora por ella, incluso no estaría fuera de lugar decir de que se encuentra enamorado de su musa artística. No obstante, hay algo que no me queda claro del todo, pues al mirar la escenas de la filmación de la película que era ficción dentro de la misma película, me da la sensación de que la atracción y provocación no era solamente por parte de viejo en silla de ruedas, sino que también se expresaba en una Marina coqueta e insinuante, que se refleja en el acto de sacarse la ropa interior para el rodaje de la última escena, la de su muerte, a sabiendas de lo que provocaría en el director, o también, en las escenas en la que ella va a buscar algo al plató y se agacha mostrando toda la parte trasera de su anatomía y la pequeña sonrisa que suelta en el tira y afloja de su relación con su contratador. Por otro lado, tenemos a una Marina que frente a las circunstancias, su secuestro, se hace más vulnerable, pero a la vez más fuerte, deja caer una a una las máscaras en las que se refugiaba y empieza a conocer a Ricky, que
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