Hueso Animal

HUESO ANIMAL

Para empezar y poder comprender los huesos es que tenemos que saber cómo es su forma y su estructura, los huesos son de forma cilíndrica: los largos de las extremidades, plana: cráneo, cintura, costillas) o irregulares: vertebras. Los de los mamíferos constan de un cilindro de hueso denso, con hueso esponjoso en cada extremo y una cavidad medular interna; el periostio envuelve el exterior de la parte larga y continua alrededor de la cavidad sinovial o donde se articulan dos huesos. El extremo articular de un hueso largo no esta cubierto por periostio sino por una fina de cartílago que proporciona una superficie libre de fricción para la articulación; estas articulaciones están bañadas por un fluido llamado sinovial que se encuentra en la cavidad sinovial. Los huesos son una combinación de materia orgánica e inorgánica, la parte inorgánica es una sal cristalina de fosfato de calcio que se parece al apatito; la parte orgánica consta de colágeno y otras substancias orgánicas insolubles que pueden servir como catalizadores e inhibidores de las reacciones químicas.

El hueso como ya sabemos es un material orgánico, es por eso que al encontrarlo in situ en excavaciones arqueológicas hay que usar procedimientos adecuados para lograr preservar el material encontrado, para su posterior levantamiento y transporte al laboratorio para los estudios pertinentes. El material óseo no siempre se conserva, pero existen algunos lugares en donde es más probable su conservación y es en suelos alcalinos, agua alcalina, cuando los huesos están quemados, cuando se encuentran junto a otros huesos y arena seca. Por esa misma razón si el material es encontrado en un lugar en el que ha sufrido mucha descomposición siempre debe encontrarse el analista de fauna este debe estar presente en el Yacimiento, para que el analice la impresión del sitio y de las cercanías inmediatas y así el puede crear un tratamiento de emergencia por si se llega a encontrar algún resto animal con mucho daño. Los arqueólogos tienen que trabajar en estrecha colaboración con el analista de la fauna.

Lo primero que se debe de hacer es registrar el contexto arqueológico de cada hueso identificable, de manera que los diferentes niveles y áreas del yacimiento puedan analizarse separadamente para establecer comparaciones; igual debemos considerar la naturaleza de cada contexto, tenemos que identificar si se trata de suelo de ocupación, de un vertedero, area de descuartizamiento, altar o de cualquier otro tipo de area especial. Por eso es importante realizar un análisis, esto para averiguar la variabilidad del yacimiento, ya que esta puede revelarnos que tipos de actividad se realizaban y en que lugar se desarrollaban.

En el texto de Davis Simón 1989 nos dice que muchos huesos, sobre todo los que han permanecido en un suelo calcáreo durante muchos milenios, se cubren de un deposito de cal y Creta que hace difícil su identificación e imposible su medición. A veces estas concreciones pueden eliminarse con un instrumento de dentista; con todo, los depósitos mas gruesos pueden requerir un tratamiento más drástico, como el uso de un pico vibratorio mecánico.

Otro punto que debemos tomar en cuenta es si el hueso tiene que ser estabilizado o no en el momento de ser encontrado, hay que hacernos siempre esa pregunta; por ejemplo, Johansson Lars-Uno 1993 en su artículo nos menciona que si es necesario que el material óseo sea estabilizado, entonces si el material es húmedo o mojado puede ser estabilizado mediante la aplicación de una dispersión acrílica coloidal (Primal WS-24.2%) antes de que sea recuperado. Un objeto seco puede ser estabilizado con una resina acrílica (Paraloid B-72) disuelta en tuloeno o acetona (5%-10%). Un ejemplo es una tumba que se recupero en su totalidad, en esta se uso laca de celulosa con resultados favorables después de haber secado la tierra con acetato. Antes de estabilizar es importante realizar un análisis a la materia, porque si no se esta de acuerdo es mejor abstenerse a estabilizar innecesariamente, ya que podemos dañar el material óseo encontrado, es mejor siempre tener a un especialista con nosotros y si no lo tenemos la única opción es llamar a uno para que se encargue del material adecuadamente.

Un punto que siempre deben tener en cuenta son los factores modificadores que pueden ser los humanos y perros. Los humanos prehistóricos tendían a someter los huesos a un tratamiento bastante drástico, sobre todo asándolos y fragmentándolos para la extracción del tuétano. Además, hendían algunos huesos y los convertían en instrumentos. Los únicos huesos que se salvaban eran las pequeñas falanges y los huesos del carpo y del tarso. Los modificadores que causan los perros son los de quebrar y masticar los huesos largos, los fragmentos que tienen un tamaño de 2.5 cm de diámetro eran engullidos y después vomitados o eliminados en las heces, estos fragmentos se encuentran luego corroídos por los jugos gástricos, lo que provoca su desaparición o diversos grados de corrosión. Estos factores modificadores zoológicos y culturales llevan a la pregunta de si existe alguna relación entre lo que encontramos preservado en un yacimiento y lo que comían los hombres antiguos.

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