IMPLICACIONES DE LA UNION MONETARIA MEXICO, CANADA, EUA

IMPLICACIONES DE LA UNION MONETARIA MEXICO, CANADA, EUA

Resumen.

El establecimiento de una unión monetaria entre los países de México, EUA y Canadá en donde seden la soberanía de su política monetaria a un Banco Central trae consigo la apertura a una serie de interrogantes sobre el funcionamiento de la economía a partir de su unión. En este trabajo se trata de realizar un análisis hipotético en el caso que existiera una convergencia norteamericana en donde se pone de manifiesto la efectividad que traería consigo la unificación de las políticas monetaria, fiscal, comercial, así como lo que respecta en el mercado laboral.

Palabras clave: Unión monetaria, política fiscal, política monetaria, política comercial, mercado laboral. México, Canadá y EUA.

Introducción

Una unión monetaria generalmente hablando, trae consigo ventajas y desventajas considerables para la macroeconomía de la unión estimulando la inversión, crecimiento económico y generación de empleos en la región, se eliminan costos de transacción derivados del uso de diferentes monedas en el comercio de bienes, servicios y activos financieros en la zona de convergencia. Sin embargo dentro de las más relevantes podemos encontrar, a nivel macroeconómico.

La reducción de la inflación.

El aumento de la estabilidad cambiara.

El descenso y la menor volatilidad de las tasas de interés.

En cuanto a las desventajas que trae consigo una unión de este tipo:

La política monetaria puede no satisfacer las necesidades de los tres participantes. Principalmente en el caso de México que es el país más rezagado a nivel económico. Para México se necesitara de la aplicación de políticas monetarias expansivas para estimular su crecimiento pero que traería como consecuencia elevadas inflaciones en USA y Canadá.

La desaparición de los tipos de cambios, el poder de controlar la moneda por país ayuda a corregir los desequilibrios y atenuar los golpes internos y externos, por medio de las devaluaciones en caso de que uno de ellos tuviera problemas de competitividad.

Además de todos los costos derivados del cambio a una misma moneda.

Para el caso de una hipotética unión norteamericana, en el año de 1999 ya se había hablado respecto al tema por, Herbert Grubel, quien propuso una unión monetaria con una moneda en común llamada AMERO, la cual sustituiría a las monedas de cada país. Al tener una moneda en común también implicaría crear un Banco Central de América del Norte.

La unificación monetaria trae consigo cambios en las políticas económicas y en el modo de vida de las personas, se trata de una modificación drástica por parte del México como país menos desarrollado y posibles implicaciones riesgosas para EUA y Canadá para tratar de nivelar a México a su posición actual.

Implicaciones a primera vista.

En base a un análisis previsto por Rocca (1995) llego al siguiente análisis, considerando la unión Norteamérica todo tipo de ajuste será previamente acordado por los tres miembros, sin embargo solo pueden constituir un medio para contrarrestar las pérdidas competitivas derivadas de los diferenciales de la inflación, ya que este tipo de acuerdos prohíbe las devaluaciones competitivas que afectaran seriamente a los demás países.

Los mecanismos de un sistema monetario en común favorecen a mediano plazo a los países con menor inflación y perjudican a aquellos en los que la inflación en mayor, ya que las modificaciones de paridad corrigen de manera parcial y con retraso, las pérdidas de competitividad acumuladas a causa del diferencial de precios.

La reducción de la inflación origina una pérdida de crecimiento ya que los dos países restantes no podrán subsanar sus desventajas por medio de devaluaciones.

La convergencia de las economías candidatas a la unión monetaria es fundamentalmente nominal e implica una nivelación con los países que registran los mejores resultados en materia de inflación y saldo público. Para lograr esta convergencia los países han de reducir su inflación, su déficit y su deuda pública mediante políticas cuyos efectos keynesianos son a priori restrictivos. Dado que los países con mejores resultados no tienen motivos para aplicar políticas expansivas que permitan corregir los efectos de la desaceleración de los demás, la fase de convergencia puede resultar desfavorable para el crecimiento. (Rocca, 1995).

Política monetaria

Los efectos derivados en cuanto a la implementación de una política monetaria como se había mencionado antes, implicaría la creación de un banco central que regule a los tres países en cuanto a política monetaria.

La política monetaria se basa por el dinero obtenido en la economía en donde se aplica, el banco central entra como el regulador de las cantidades que son dispuestas en dicha economía, según sean los requerimientos o necesidades de la estructura económica. Respecto a los visto en la teoría macroeconómica se puede implementar una política monetaria expansiva o restrictiva.

Ahora con lo expuesto con anterioridad, surge la pregunta en ¿coco impacta una política monetaria en común? Para México, los elevados precios se marcarían a primera instancia, provocando una alta inflación derivado de los diferenciales niveles de producción con los que Estados Unidos y Canadá se rigen. Es relevante mencionar que el tamaño de los países afecta a la convergencia con otros, trayendo desventajas para los países más pequeños como los es la elevada inflación, las economías con altos niveles de producción como en este caso EUA y Canadá, no son afectados con un alto nivel de precios, pero las economías emergentes como es el caso de México no pueden darse esa suntuosidad.

Otro aspecto importante deriva de la cantidad de dinero en circulación es decir de los saldos reales, estos al verse afectados por el nivel de precios implicaría una situación en donde si los precios suben los saldos reales bajan por tanto la tasa de interés se incrementará, la inversión disminuirá y la demanda agregada también caerá (Blanchard, 2006).

Política fiscal.

Suponiendo una unión monetaria y económica de USA, Canadá y México implicaría la pérdida de autonomía monetaria, cambiaria la posibilidad de un manejo independiente de la política fiscal subsiste. Sin embargo diversos autores como De Grauwe (1992), los hermanos Rivera-Batiz (1994: 662-663), y Beetsma y Bovenberg (1998) han señalado que una unión monetaria reduce considerablemente la discrecionalidad

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