INTELIGENCIA EMOCIONAL
Enviado por YARELI22 • 7 de Junio de 2013 • 3.852 Palabras (16 Páginas) • 283 Visitas
Capitulo 1
¿Para que son las emociones?
Solo un amor poderoso, la urgencia de salvar a un hijo querido podría llevar a un padre a pasar por alto el impulso de la supervivencia social.
El predominio del corazón sobre la cabeza en momentos cruciales nos guía cuando se trata de enfrentar momentos difíciles.
La inteligencia puede ni tener la menor importancia cuando dominan las emociones.
Cuando las pasiones aplastan a la razón
A pesar de las limitaciones sociales, las pasiones aplastan ala razón una y otra vez. Nuestra valoración de cada encuentro personal y nuestras respuestas al mismo están moldeadas no solo por nuestro juicio racial o nuestra historia personal, sino también por nuestro lejano pasado ancestral.
Impulsos para la acción
Todas las emociones son impulsos para actuar.
Tipos de emociones para distintas clases de respuestas:
La Ira: la sangre fluye a las manos, es más fácil tomar un arma o golpear a un enemigo.
El Miedo: la sangre va a los músculos esqueléticos grandes, resulta más fácil huir.
La Felicidad: hay un momento de la actividad en un centro nervioso que inhibe los sentimientos negativos y favorece un aumento de energía disponible.
El Amor: los sentimientos de ternura y satisfacción sexual dan lugar a un despertar parasimpático (o respuesta de relajación) genera calma y satisfacción, facilitando la cooperación.
El levantar los ojos en expresión de sorpresa, permite un mayor alcance visual y que llegue más luz a la retina; ofrece más información sobre el acontecimiento inesperado.
El Disgusto: como señala Darwin, es un intento de bloquear las fosas nasales para evitar un olor nocivo, la expresión es el labio superior torcido a un constado, mientras la nariz se frunce.
La Tristeza: es ayudarse adaptarse a una perdida significativa; produce una caída de energía y entusiasmo por actividades de la vida.
La forma que demostramos pesar cómo se demuestran las emociones o se contienen para momentos de intimidad son moldeados por la cultura.
Nuestras dos mentes
En un sentido real, tenemos dos mentes, una que piensa y otra que siente.
La mente racional es la forma de comprensión de lo que somos conscientes, la mente emocional es un sistema de conocimiento, impulsivo y poderoso aunque ilógico.
Las dos mentes operan en armonía entrelazando sus conocimientos para guiarnos por el mundo, son facultades semindependientes, cada una refleja la operación de un circuito distinto pero interconectado del cerebro. En la mayoría de los momentos estas mentes están coordinadas.
“Los sentimientos son esenciales para el pensamiento y el pensamiento lo es para el sentimiento”.
Cómo creció el cerebro
El cerebro humano con casi un kilo y medio de células y jugos nerviosos, tiene el tamaño de casi tres veces mayor que el de nuestros parientes más cercanos, en la escala evolutiva, los primates no humanos.
El hecho de que el cerebro pensante surgiera del emocional, es muy revelador con respecto al pensamiento y sentimiento, el cerebro emocional existió antes que el racional.
La raíz más primitiva de nuestra vida emocional es nuestro sentido del olfato, en el lóbulo olfativo, el olor se convirtió en el sentido supremo para la supervivencia.
Sistema Límbico (borde): parte del cerebro que circula y bordea el tronco cerebral. Cuando estamos dormidos por el anhelo o la furia, trastornados por el amor o temor, el sistema límbico es el que nos domina... Refinó dos herramientas: aprendizaje y memoria. Si un alimento provocaba enfermedad, podía evitarse en otra ocasión, saber que comer y que desechar eran determinadas por el olor.
La neocorteza es el asiento del pensamiento, contiene centros que compara y comprenden lo que reciben el sentido.
Las estructuras límbicas generan planes y deseo sexual, las emociones que alimentan la pasión sexual.
Capitulo 2
Anatomía de un asalto emocional
El asiento de toda pasión
En los seres humanos, la amígdala es un racimo en forma de almendra de estructuras interconectadas, que se asientan sobre el tronco cerebral, cerca de la base del anillo límbico.
El hipocampo y la amígdala, eran dos partes del primitivo “cerebro emocional” que en la evolución, dio origen a la corteza y luego a la neocorteza; estas estructuras límbicas, se ocupan del aprendizaje y el recuerdo del cerebro, la amígdala es especialistas en asuntos emocionales.
Al carecer de fuerza emocional, los encuentros pierden su fuerza.
La amígdala actúa como deposito de la memoria emocional y así tiene importancia por si misma; la vida sin amígdala en una vida despojada de significados personales.; de la amígdala dependen todas las pasiones.
Joseph Le Doux fue el primero en descubrir el papel que juega la amígdala en el cerebro emocional; su investigación explica que la amígdala puede ejercer control sobre lo que hacemos, incluso mientras el cerebro pensante y la neocorteza están intentando tomar una decisión.
La función de amígdala y su Inter. Juego con la neocorteza están en el núcleo de la investigación emocional.
La red del transporte
El sentimiento impulsivo supera lo racional, cuando el papel recién descubierto de la amígdala se vuelve fundamental. En la arquitectura del cerebro, la amígdala construye como una compañía de alarmas, donde los operadores se preparan para hacer llamadas de emergencia, cuando hay una alarma de temor, por eje4mplo esta envía mensajes urgentes a cada parte importante del cerebro.
Las señales adicionales que llegan desde la amígdala indican el tronco cerebral que, dé al rostro una expresión de temor, que acelere el ritmo cardiaco, eleve la presión sanguínea y disminuya la respiración.
La red de conexiones nerviosas de la amígdala le permite, en una emergencia emocional, atraer y dirigir gran parte del resto del cerebro, incluida la mente racional.
El centinela emocional
De la obra de Le Doux, demostró que la arquitectura del cerebro concede a la amígdala una posición privilegiada como, centinela emocional capaz de asaltar al cerebro; su investigación dice que las señales del ojo y el oído viajan primero en el cerebro al tálamo y luego a al amígdala; una segunda señal del tálamo se dirige a la neocorteza,
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