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INTRODUCCIÓN GENERAL AL ESTUDIO DE LA ÉTICA DE LA EMPRESA O ÉTICA DE LOS NEGOCIOS


Enviado por   •  14 de Marzo de 2014  •  Tesina  •  6.140 Palabras (25 Páginas)  •  367 Visitas

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INTRODUCCIÓN GENERAL AL ESTUDIO DE LA ÉTICA DE LA EMPRESA O ÉTICA DE LOS NEGOCIOS

Autor: Dr. Ricardo Cuevas Moreno

Universidad de Córcega (IAE).México

I. Problemática de la Ética de los negocios. El camino convencional

Durante la década de los años 1980 las empresas francesas y europeas pierden terreno frente a los EUA y el Japón. Por esta razón, algunos empresarios, administradores e investigadores abogan por un cambio de mentalidad en los empresarios franceses, con la finalidad de recuperar el terreno perdido en la arena de la concurrencia internacional (Landier, H, 1999: 24). De ahí que en Francia, desde un principio la ética de los negocios encuentra un terreno propicio para su difusión.

En ese país, las primeras en establecer las Cartas Éticas y los Códigos Éticos son las empresas norteamericanas. Luego, los Códigos de buena conducta son adoptados por las filiales francesas de las empresas multinacionales de EUA. Después, los grupos y las empresas francesas como Layonnais des Eaux, Degrément, Pompes Fúnebres Générales, Maisons de Retraite pour Personnes âgées dépendantes (MAIP) establecen Cartas de Calidad (De la Bruslerie, H, 1991: 66). Más esto es sólo el comienzo. En un corto tiempo la ética de la empresa se convierte en un tema de discusión en las organizaciones patronales, universitarias y políticas.

Existe la idea que el administrador Gélinier (1991) autor de L’éthique des affaires. Halte à la dérive, es quien escribe el primer libro donde el tema específico es la ética de los negocios. Sin embargo, existe otro libro (Farcy, 1969) que recomienda al final de los años 1960 la constitución de una morale de los negocios para el responsable comercial. Esas obras han heredado un camino seguido por los continuadores del tema.

La manera de proceder referida se hace en tres tiempos. Primero, los autores de la ética de los negocios citan una serie de hechos económicos, políticos y sociales que ponen en evidencia la importancia de la ética para nuestro siglo actual:

• La investigación médica y la transplantación de órganos.

• El final de treinta gloriosos.

• La crisis de valores de la sociedad, crisis económica, crisis de las instituciones, del Estado y de la familia.

• Corrupción en el Estado y las finanzas.

• El derrumbe del socialismo real y la caída del Muro de Berlín.

• El fin de la moral del deber y el paso a una moral hedonista de egoísmo exacerbado.

• Reconocimiento de la vida interdependiente entre las familias, las empresas y las instituciones; los valores culturales y morales; en despido de la creencia que la solución de los problemas de la sociedad se encontraba en la economía. Por tanto, la ética se impone a los dirigentes de gobiernos y empresas para guiar sus acciones.

• La globalización financiera. Al nivel de las finanzas durante mucho tiempo su contexto se limitaba a las economías nacionales. Pero después de los años 1970 con el flotamiento libre de las monedas y la interdependencia de los mercados financieros ponen al problema de la ética en un primer plano. (Daigne, 1991)

Enseguida, los autores de la ética de los negocios establecen las razones que justifican la entrada de la ética y lo moral para los negocios:

• los cambios en el mundo actual obligan a la empresa a intervenir en los asuntos de la sociedad, lo cual implica la moral.

• La empresa descentralizada y en red libera espacios de autonomía y libertad;

• el empresario y el administrador deben tomar decisiones, esto implica la responsabilidad y por tanto la moral.

En un segundo momento se establece la diferencia entre los conceptos moral y la ética -la primera de origen latino y la segunda de origen griego- toman los moeurs como sus objetos. Según estos autores, la moral y la ética podrían ser consideradas como equivalentes como lo hace el pensamiento anglosajón. O bien, algunos autores prefieren el término moral para designar la parte de la filosofía moral que estudia las normas generales del comportamiento, y el término ética para lo que pertenece al comportamiento cotidiano. O bien, el escritor de la ética de la empresa decide nombrar al comportamiento individual y cotidiano por el concepto de moral y par el concepto de ética, a la reflexión sobre las normas generales.

La última opción es la de eludir el problema, puesto que en última instancia, son los moralistas y a los filósofos quienes deben resolverlo. Pero la falta de definición corresponde –según Leroux (1995: 62-63)- a la cuestión que más allá de la etimología, se encuentra el hecho siguiente: el camino escogido corresponde a las tres tradiciones diferentes del pensamiento filosófico. (1) La anglosajona que no diferencia entre moral y ética. (2) La filosofía continental que tiene por preocupación no mezclar estas palabras. Así la tradición francesa entiende por ética la subjetividad de los comportamientos morales, mientras que pertenece a la moral las representaciones dotadas de objetividad y de carácter universal para el individuo. (3) En revancha para la tradición alemana, la moral es el comportamiento cotidiano y la ética debe encontrar las leyes del comportamiento moral (Wunenburger, 1993: XIV).

Pero los escritores de la ética de los negocios dejan desde un comienzo en la indefinición esta distinción tan importante Esta falta de definición se convierte en una seria dificultad al momento que nosotros intentamos ligar los discursos, establecer sus similitudes y sus diferencias. Una forma en la construcción de la ética de la empresa es la confusión de palabras. Nosotros pensamos que eso no corresponde, de ninguna manera, a la ausencia de atención puramente formal y semántica. Son otras las razones que explican este hecho. Esas razones se encuentran en relación a la ideología, la política y la ética.

En el tercer momento, se toma en cuenta la división, summa divisio, entre la ética en la empresa y la ética de los negocios y a partir de las ideas precedentes los autores de la ética de los negocios, hacen intervenir el pensamiento de algún filósofo o sociólogo para justificar las recomendaciones (Farcy, 1969) (Gélinier, 1991), (Claude, 1998), (Etchegoyen, 1990, 1991) (Landier, 1991), (Mouse, 1989, 1993) sobre lo que la empresa y los negocios deberían ser: De Aristóteles (1965), Espinosa (1965), Kant (1994, 1785), Nietzsche (200,1886; 1996, 1887) Weber (2001, 1919; 1967) Bergson (1932), Durkheim (1902-1903) Jonas (2000, 1979) y Habermas (1986, 1983; 1992). El imperativo categórico, el método del espíritu de las leyes, la moral del

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