Importancia De Una Reforma A La Ley De Salud, En Materia De Salud Mental.
Enviado por marlenpc • 21 de Junio de 2013 • 5.970 Palabras (24 Páginas) • 682 Visitas
Importancia de una Reforma a la Ley de Salud, en materia de salud mental.
En México se habla constantemente dentro de la agenda de los últimos gobiernos acerca de la reforma del Estado donde constantemente escuchamos reformas en materia de educación, energía, hacendaria, etc. Sin embargo dejamos de lado que es de igual importancia contar con un estado de bienestar mental dentro de la sociedad mexicana para poder cumplir de manera sana, oportuna y eficiente las obligaciones que como ciudadanos nos corresponden, ya que un país que presente serios problemas en la salud de sus habitantes tendrá problemas para llevar adelante un plan nacional de desarrollo de sus propios pobladores, del uso de sus riquezas y del bienestar de sus habitantes.
Personalmente yo viví como experiencia personal padecer de un padecimiento mental como la depresión y un trastorno de personalidad, y es increíble al querer buscar atención a mi padecimiento, las grandes barreras y obstáculos a las que se enfrenta un paciente con un trastorno de este tipo. De entrada te encuentras ante una sociedad insensible y por lo tanto ignorante de este tema, ya que no se ve como una enfermedad real a los trastornos mentales, esto por la falta de información y cultura que se tiene al respecto, lo que me llevo a perder mi trabajo, pues tampoco hubo en ese momento nada que pudiera proteger mis intereses por que no había nada que contemplara directamente la protección a los trabajadores con trastornos mentales, simplemente se me consideró incapaz de desempeñar mi labor; en segundo lugar al momento de acudir a las instancias que se encargan de atender los padecimiento mentales (Centro comunitario de salud mental) me encontré con la falta de recursos que tienen estos centros, empezando por las citas tan esporádicas que se les brindan a los pacientes, esto por que no cuentan con el personal necesario para atender la alta demanda que las enfermedades mentales representan, además de que no cuentan con el personal ni la infraestructura, estas instituciones no proporcionan los medicamentos que se requieren para poder llevar el tratamiento necesario para la rehabilitación del paciente, este tiene que absorber el costo del tratamiento y he de decir que el gasto que esto representa es alto, finalmente y ante la desesperación de no recibir un servicio integral de calidad tuve que tomar la decisión de atenderme en la iniciativa privada.
Para poder entender mejor el tema considero importante mencionar algunos datos importantes que brindan distintos órganos internacionales respecto a la importancia de la salud mental:
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es el “bienestar que una persona experimenta como resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales, y, en última instancia el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia, el trabajo y la recreación”.
Dentro de las necesidades básicas del ser humano se encuentra la salud, es por ello que gobiernos, comunidades, familias y personas se preocuparan siempre por conservar y mantener niveles óptimos o “saludables”.
Así, los gobiernos integran sistemas nacionales de salud, que dan atenciones a la población para mejorar sus condiciones de vida y desarrollo, disminuyen los impactos mortales de las enfermedades, previenen hábitos nocivos que ayudan a una mejor calidad de vida, investigan las características de las enfermedades y procuran llevar a la mayoría de la población, atención suficiente y adecuada.
Es alarmante como de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud en la última década la tasa de suicidios se ha duplicado ocupando a nivel mundial el quinto lugar el la población joven y el INEGI lo reporta ya como el segundo o en tercer lugar, dependiendo de la entidad federativa; también es importante señalar que las enfermedades mentales afectan a una de cada cuatro familias mexicanas sobre todo en los adolecentes que son una de las partes de la población mas vulnerables, donde al menos dos de cada diez adolecentes tiene alguna alteración de este tipo.
De acuerdo con El Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente considera el siguiente porcentaje de mexicanos afectados por enfermedades de tipo mental.
• 7% Depresión
• 7% Trastorno de pánico
• 1.6% Trastorno bipolar
• 1% Esquizofrenia
• 1% Trastorno obsesivo compulsivo
Este panorama se agrava si se piensa que solamente hay 2,400 psiquiatras en el país, es decir, 2.7 especialistas por cada 100 mil habitantes, y se destina el 0.85% de su presupuesto nacional para la salud, en atender la salud mental, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que este porcentaje sea del 10%.
Todos estos datos sin contar también que las cifras se han duplicado también dentro de los sectores de la población que padecen de adicciones, las cuales también se consideran un problema de salud pública y tienen mucho que ver con los trastornos mentales.
Otro problema al que se enfrentan las personas que padecen alguna alteración mental y sus familias es a la constante estigmatización, señalamiento y discriminación a la que se enfrentan por parte de la sociedad mexicana, lo que lleva a estos grupos vulnerables a ocultar su condición inclusive al punto de no atenderla o bien cuando acuden a las instituciones de salud se enfrentan con la problemática de que además de que no son suficientes los recursos para brindarles servicios continuos y de calidad así como de medicamentos, tampoco existe una sensibilización del personal respecto a la condición delicada de la estabilidad emocional de las personas que acuden a tratar de atender situaciones que ya de por si afectan su vida personal, laboral y familiar donde incluso dentro de estas esferas no encuentran la comprensión que necesitan para poder afrontar su condición; todo esto es en gran medida por que no existen campañas que enseñen a la población la importancia de la salud mental tanto como la de a salud física y de las consecuencias de no atender este tipo de padecimientos y a comprender a las personas que los padecen.
Las estrategias del sistema psiquiátrico tradicional han incluido la reclusión de los enfermos a espacios cerrados, bajo vigilancia médica y psiquiátrica, uso de medicamentos para tratar de contrarrestar los efectos físicos en las personas que padecen estas enfermedades. Lo que sucede entonces como consecuencia es un internamiento casi de por vida (dependiendo la enfermedad), condiciones miserables de subsistencia de estos hospitales (comúnmente llamados manicomios o “casa de la risa”) por bajos presupuestos y la casi nula rehabilitación. Todo esto lleva a que las personas con trastornos mentales
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