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Inbestigacion


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2014  •  1.489 Palabras (6 Páginas)  •  431 Visitas

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PRESENCIA ANGLO NORTEAMERICANA EN CENTROAMÉRICA

Desde hacía tiempo, Estados Unidos sentía la "necesidad de poner fin a los constantes desórdenes en Centroamérica”16. Como, con frecuencia, los beligerantes negociaban la paz en barcos de Estados Unidos, éste quiso "obtener la cooperación de un país latinoamericano" y acordó invitar a México. En julio de 1906, en el barco "Marblehead", se verificó "una conferencia a la que asistieron representantes de las repúblicas centroamericanas, con objeto de discutir condiciones de paz mediante los buenos oficios de agentes diplomáticos americanos y mejicanos". Entre otras cosas, se estipuló que toda diferencia futura se sometiera "al arbitramento de los presidentes de Estados Unidos y Méjico”17. Sin embargo, en el conflicto entre Honduras y Nicaragua, Zelaya, en vez de cumplir lo estipulado, apoyó a los liberales contra el gobierno conservador e invadió Honduras, con lo que obstaculizaba los intentos de paz de los acuerdos del "Marblehead". En el conflicto entre El Salvador y Nicaragua, cuando Gámez y Fernando Sánchez fueron a Washington, ante la amenaza conjunta de El Salvador y Guatemala, Estados Unidos exigió que se restablecieran relaciones diplomáticas entre ambos países, como preámbulo para la paz y el entendimiento. Al final, se celebraron unas Conferencias en Amapala y en ellas El Salvador y Nicaragua firmaron, el 6 de noviembre de 1907, un Tratado de "Paz y Amistad", que fue duramente criticado por la Asamblea Legislativa y la opinión pública de Nicaragua18.

Teodoro Roosevelt, basado en lo firmado en Amapala, quiso que los gobiernos centroamericanos, en presencia de Estados Unidos y México, firmaran los acuerdos de Washington de 1907. Sin embargo, esta Conferencia partía "del entendido" de que "había sido planeada, dirigida y controlada por el imperialismo norteamericano, que pretendía que las conclusiones a que se llegase consolidaran el poder que comenzaba a imponer”. Aunque fracasaron los intentos de Unión Centroamericana, que en las negociaciones propusieron Honduras y Nicaragua, porque Washington no tenía en ello interés, al menos se firmó el "Tratado General de Paz y Amistad". En las palabras de inauguración de las Conferencias, el Secretario de Estado, Mr. Root, dijo textualmente: "Vosotros estáis acostumbrados a escribir vuestros pactos en papel mojado, pero esta vez no será así”20. Con estas palabras manifestaba que debían cumplir cuanto acordaran.

A nivel interno, en Nicaragua había levantamientos y las cárceles se llenaban de presos políticos. Muchos huían del país y otros centroamericanos, afines a la política zelayista, venían acá. Centroamérica seguía convulsionada y Zelaya mantenía el apoyo a la oposición salvadoreña y la proporcionaba armas y transporte, pero su revolución fracasó. Por su parte, Estrada Cabrera, que hacía lo posible por ser el centro político de la región, percibía que "su estrella estaba brillante y la de Zelaya se apagaba"21, y facilitaba dinero a Emiliano Chamorro. En tal situación, Estados Unidos, dueño de las riendas de la región, principalmente desde la firma de las convenciones de Washington, entró más de lleno en los asuntos del área. Basándose en el clamor popular por la pacificación de la región, decidió presionar y, en 1909, "no menos de seis cruceros americanos y dos mejicanos patrullaron las costas centroamericanas" en ambos océanos22. La mayoría de las quejas acusaban a Zelaya de ser el causante de las tensiones. Pero, a la hora de la verdad, el presidente mexicano, Porfirio Díaz, se negó a tomar medidas conjuntas ante esta problemática y no quiso intervenir contra Zelaya, aduciendo que "no tenía interés ni político ni comercial, para justificar su intervención"23, excepto en Guatemala. Ante su actitud, el gobierno de Estados Unidos prosiguió solo con la política acordada y, aunque hacía tiempo que las oligarquías de Honduras y Nicaragua le pedían su intervención, no lo hizo hasta diciembre de 1909. La ocasión la encontró cuando Zelaya fusiló a Cannon y Groce, dos estadounidenses. Entonces rompió relaciones diplomáticas con el gobierno de Nicaragua y éste cayó.

Meses antes de todo esto, en las elecciones presidenciales de 1908, había triunfado Taff, quien diseñaba una nueva política, sin prescindir totalmente de la anterior, y pensaba que, en circunstancias especiales, ambas podían emplearse conjuntamente. Su Política de la Diplomacia del Dólar suplantaba -y complementaba- a la del Gran Garrote de Roosevelt, la que Rubén Darío condenó en su Oda. Para llevar a efecto la política económica, planificada para Honduras y Nicaragua, convenía eliminar a Zelaya. Dinero, inversiones, comercio, canal, estaban en la mente de Taft. Al final, logró su propósito

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