Inclinación Para Estudiar En Una Institución pública O Privada De Los Alumnos De Quinto Grado Del Colegio Excelencia De Chiclayo.
Enviado por Norbeck • 18 de Julio de 2011 • 1.586 Palabras (7 Páginas) • 1.484 Visitas
II.- PLAN DE INVESTIGACIÓN
1.- Planteamiento del Problema
1.1 Situación Problemática:
1.1.1.-A nivel Internacional
Si la enseñanza superior española es un inmenso cuadrilátero donde se litiga el meollo educativo, la universidad pública y la privada son los contendientes. "...¡A mi izquierda, masificada, con excelentes docentes, con cerca de un millón y medio de alumnos de peso: la universidaaad públicaaa! ¡A mi derecha, con cerca de 100.000 alumnos, con muy buena disponibilidad tecnológica, la nueva sensación: la universidaaad privadaaa!".
¿Quién ganará? ¿Por quién apostar? ¿Cuál de las dos universidades, la pública o la privada, acabará llevándose el gato al agua? En definitiva: ¿cuál tiene mejor pegada?
Hay partidarios de un bando y otro. En cualquier caso, para un buen número de familias españolas la apuesta es morrocotuda: se está hablando, nada más y nada menos, que del futuro de un integrante de la casa. No hay plazas en esa carrera que tanta ilusión le hacía a Juan Luis. Para todos aquellos que la universidad pública cierra sus puertas por una nota raquítica o por falta de vacantes, existe una solución: las universidades privadas aún disponen de plazas.
Ingenierías , Odontología, Derecho, Periodismo, Filología Inglesa, Administración y Dirección de Empresas... Aún hay un lugar en el campus para las vocaciones. La cuestión es querer. Y poder, claro está. Los precios no son asequibles a la mayoría de los bolsillos. Las carreras oscilan entre 250.000 pesetas y un millón. Las becas oficiales y las propias no son suficientes para muchos padres, que relacionan los centros de enseñanza superior no públicos con una sangría económica.
Bien sea por la bonanza económica, por los malos vientos que corren para la universidad pública o por alguna otra razón, lo cierto es que el auge de las privadas está más que demostrado.
Basta con echar un vistazo a las cifras oficiales de matriculación para saber que algo se está moviendo. Según datos de la Secretaría de Estado de Universidades, dependiente del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), la evolución ha sido bastante significativa.
Las previsiones de la Secretaría de Estado de Universidades para el curso 98/99 siguen la misma tónica. Cifran en 1.460.600 el número de alumnos que estudiará en la pública y en 99.000, los de la privada.
La opción de decantarse por esta segunda posibilidad (y más en estas fechas, cuando muchos alumnos ven cómo se les escapa la oportunidad de ver satisfecha su eterna vocación) es algo que, a tenor de los números expuestos, va ganando enteros.
Una mejor disponibilidad tecnológica, una mayor flexibilidad ante los caóticos planes de estudio, una concepción de la educación más práctica, menos alumnos por aula y, según opinan los propios rectores de la privada, "una mayor relación con las empresas y, por tanto, una mejor posibilidad de encontrar trabajo", son algunas de sus ventajas.
Entre sus desventajas están los precios, el criticado nivel académico, una calidad de docencia por debajo de la pública y la siempre deseable experiencia.
1.1.2.-A nivel Nacional
A la hora de escoger carrera, y luego cuando se tiene un trayecto en alguna universidad del País, la pelea o discusión es: ¿qué es mejor, universidad pública o privada? De inmediato surgen opiniones de papás, comentarios de alumnos, experiencias de profesores y demás afirmaciones que dejan a muchos en un limbo. Realmente si se entra a analizar ambos tipos de universidades (en su mayoría) ofrecen buena calidad de estudio, y en muchos casos sus pros o contras se dan según las carreras, los ámbitos sociales a los que se quiere tener cercanía, la calidad de los docentes o longevidad de la institución.
Hablando con varios estudiantes de una universidad pública de la ciudad, planteaban que nunca entrarían a estudiar a una privada, porque en ésta no encuentran profesores con un alto grado académico, el nivel de exigencia es bajo y dichas instituciones “están bajo el mandato de un Presidente opresor”. Realmente no se les cuestionó su ideología política, sino las primeras afirmaciones las cuales se podrían reevaluar. Pues actualmente en muchas universidades privadas, profesores con varios estudios y postgrados, han optado por dar cátedra debido a los buenos sueldos remunerados a tiempo. Falla que tienen las públicas debido a procesos burocráticos y en cierto modo por el abandono en que las tiene el estado.
Pero indagando el otro lado de la moneda, estudiantes de universidades privadas alegaban que las facilidades, equipos e instalaciones que les brindan, no las cambiarían por nada. Agregando que el nivel de educación cada vez ha mejorado, las carreras se están acreditando e invirtiendo recursos. Realmente en muchos casos ambos grupos de estudiantes de la ciudad tienen razón. Algunas universidades ofrecen carreras únicas, otras tienen mayor experiencia en ciertas áreas del conocimiento, dan mejores comodidades o tienen un precio adecuado según la condición del estudiante.
En cambio, lo que sí queda
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