Independencia De Mexico
Enviado por omare2013 • 27 de Septiembre de 2013 • 3.404 Palabras (14 Páginas) • 210 Visitas
Entorno Social, Político y Económico de México de 1810 a 1920 En la Revolución iniciada la noche del 15 de septiembre de 1810 por Miguel Hidalgo y Costilla se buscó la reivindicación de las clases sociales, con los ideales liberales de libertad e igualdad. Esta concluye en 1821 con la firma del Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba, el primero fuente del partido federalista y el segundo del conservador. La instauración del Primer Imperio Mexicano con Agustín de Iturbide deja claro el triunfo conservador, que después de once años, este movimiento logra finalmente la independencia económica, ahora los privilegios y el poder lo detentan los criollos. Quienes tendrían el acceso a los puestos de principal jerarquía en la nueva nación, ya no les importaba más la reivindicación de las demás clases sociales oprimidas. Un claro ejemplo de esto es cuando años más tarde, en 1824 en la Constitución de la primera República Federal, se dejan fuera las acciones para integrar a los grupos indígenas a la ciudadanía y se decide dejar ese trabajo al tiempo. Han pasado a la fecha 186 años, y esos grupos de ciudadanos aún carecen de los más elementales beneficios que por derecho les corresponden.
Muestra de la ausencia del sentido social respecto a la fuerza de trabajo, es la continuidad de las organizaciones productivas junto con sus condiciones deprimentes en la incipiente industria, en el campo y en las minas. A inicios de la época virreinal era reclutada la población indígena para trabajar en unidades productivas (trapiches u obrajes). La fuerza de trabajo era excesiva y en el caso de fabricación de objetos de uso común, se daba generalmente el trabajo a indios y también a los negros y mulatos. Los trabajadores del campo (administradores, peones, jornaleros) representaron un factor relevante en la actividad económica para la evolución de la hacienda. Se conformaba por trabajadores permanentes que gozaban de estabilidad laboral y trabajadores temporales que vivían en total abandono en su paga y en sus condiciones económicas y sociales, esta última, situación predominante en el país. No existía un convenio entre trabajadores y patrón, que resguardase a los primeros para ser objeto de un trato humano. Había también trabajadores alquilados, que eran eventuales y permanecían alojados en cabañas provisionales.
También existían puestos de escribientes, ayudantes de tienda, cobrador, sacristán, maestros de escuela, trojeros, sobrestantes de la obra, supervisores, capataces, rayadores, caporales y pastores responsables de cabezas de ganado y monteros (cuidaban obras de riego) entre otros; con mejores prestaciones económicas, sin embargo estos puestos representaban la minoría de las actividades económicas reservadas para criollos y mestizos.
En épocas de mano de obra excedente, se generaba el endeudamiento del peonaje, lo que promovía la huída de los trabajadores, cuando se sabían endeudados eran obligados a pagar sus deudas según sistemas establecidos, nada favorables al trabajador.
La industria minera en México representó una deprimente tragedia social que agobiaba a
los mineros mexicanos con el uso de herramientas inmanejables y pesadas
(rudimentarias), el uso de explosivos, las distancias recorridas por largos túneles y las
escalerillas para salir del socavón con cargas muy pesadas. Los accidentes eran de lo
más común, estas entre otras calamidades era la cotidianeidad de los mineros mexicanos. 6
La caída del trabajo en las minas repercutió en más desempleo y en el descenso del
consumo, los trabajadores y los propietarios de minas, fueron abandonando los centros
mineros, a partir del movimiento independentista.
Las haciendas bloqueadas por el movimiento independentista y las fábricas paradas,
causaron que la actividad textil se deprimiera. Los desempleados se afiliaron a los
insurgentes.
Cabe destacar que el tipo de organizaciones de trabajo mencionadas en los párrafos
anteriores siguieron vigentes en el México independiente.
Se da la formalización de la Independencia, desde un aspecto jurídico político
permanecen los fueros y privilegios de las clases dominantes, sin embargo deja sin
consumarse, como se relata en párrafos anteriores, su verdadero contenido social, de
justicia y de transformación profunda del régimen de explotación. La revolución continuó
durante 55 años por el poder; en los que liberales y conservadores alternándose en el
gobierno centraron más su interés en poseerlo, que en estimular el crecimiento y
desarrollo económico de la nueva nación.
Una historia de 55 años en los que la participación de las logias masónicas fue
determinante en la vida política del país, escuelas de los primeros partidos políticos, la
Yorkina con aquellos interesados en la instauración de una República Federal,
identificados con los intereses de EEUU; y la Escocesa con los que propugnaban por una
República Centralista e identificados con Europa, ambas corrientes hicieron pagar el
precio de esos apoyos a todo el país, con guerras e invasiones que dejaron ver los
intereses intervencionistas y de mercado de las potencias extranjeras.
Las clases sociales después de 1821, se pueden agrupar en empresarial, eclesiástica,
oficialista, popular y la pequeña burguesía intelectual1
. La empresarial estaba constituida
por comerciantes, industriales, mineros y grandes hacendados. La clase eclesiástica tuvo
algunos cambios, por el predominio criollo y la radicalización de ideas entre algunos de
sus miembros. La clase oficialista estaba formada por oficiales del ejército y por la
burocracia. La república iba a tener el ideal liberal de lograr un ejército profesional
pequeño, respaldado por la gran milicia. Los sueldos que recibían situaban a los 7
miembros del ejército en diferentes clases de la sociedad mexicana. Cada partido que
tenía el poder quería tener el apoyo del ejército.
La burguesía intelectual exigía una verdadera transformación social, era la clase
comprometida con el ideario de justicia inicial de la Guerra de Independencia y que en
este periodo esta fuertemente centrada en abolir la esclavitud, suprimir fueros y
privilegios de la Iglesia y el ejército, establecer las libertades individuales y un congreso
representativo del pueblo.
La clase popular estaba constituida por todos los que no formaban parte de las clases
mencionadas es decir, la mayor parte de la población: rancheros, indios, peones,
trabajadores de las minas, obreros, sirvientes, vendedores ambulantes,
...