Indigencia En Colombia

DISCURSO

Buenos días para todos, compañeros y docente.

¿Se sienten agobiados por la indigencia en nuestra ciudad?; ¿Creen que el manejo que se da a este problema es el adecuado?

En Bogotá según la alcaldía Mayor hay alrededor de 8.500 habitantes de calle que se encuentran dispersos por todas partes de la ciudad, personas que han llegado a esta situación de distintas maneras, la mayoría de los casos por consumo de drogas, lo que ha originado un aumento considerable en la cantidad de ollas de micro tráfico en la capital. La misma alcaldía les ofrece programas de rehabilitación a los que la gran mayoría no se acogen. Señoras y señores la solución más viable es convertir la indigencia en un delito, pero un delito con oportunidad. Ahora se deben estar haciéndose conjeturas, preguntándose en que consiste esto. La respuesta es muy fácil: debemos dejar a un lado el cuento ese del desarrollo de la libre personalidad, que quien toma vivir en la calle como su forma de vida está en libertad de hacerlo, que es su libre albedrio, que su problema con las drogas debemos subsanarlo enteramente nosotros como ciudadanos a través de nuestros impuestos o directamente dándoles limosna so pena de un susto acompañado con una actitud agresiva ante la negativa de la dádiva, un insulto o en el peor de los casos que nos atraquen despojándonos de nuestras pertenencias. Pensemos por un momento que al dar limosna enriquecemos a los narcotraficantes y aumentamos la miseria, esas monedas de 100 y 200 pesos se encuentran por bultos en las operaciones contra la droga que hace la policía en las ollas, así que piensen antes de dárselas.

La indigencia debe ser un delito con oportunidad, se deben crear centros de detención y de rehabilitación con tierras adquiridas a partir de los dineros incautados a los narcotraficantes y tierras provenientes de extinción de dominio que se les aplica a estos señores de la mafia, quienes claramente deberían enfrentar la pena de muerte o cadena perpetua como sucede en algunos países árabes y China, lo que reduciría drásticamente el tráfico y en consecuencia el consumo de drogas ilícitas. A ver si no lo piensan muchas veces en llevar droga a estos países pues saben que se exponen a ser fusilados o pasar toda su vida en la cárcel, ya que en esas latitudes si cuidan su bien más preciado que son los niños. Debemos crear un modelo sancionatorio para que quien no quiera rehabilitarse sea enviado a un centro de reclusión donde deba trabajar para sostenerse él mismo sus adicciones. Es evidente que quien desea abandonar el mal camino lo hace partiendo de su propio deseo de superación, es por su propia convicción que estas personas dejen de ser una carga para la sociedad, que encuentren nuevamente su norte y una inspiración de vivir que no esté ligada a sus dependencias, que aprendan nuevamente a coexistir en comunidad; esta sería una carga que no nos pesaría tanto como sociedad

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