¿Individualistas o Colectivistas? Rol del Nuevo Estudiante en Modalidad E-Learning

Normas generales de Ortografía

Kenin Hernán Cerda Meza

Comunicación Oral y Escrita

Instituto IACC

05 de Abril de 2018

Mi gusto por el Trabajo Social y su capacidad de transformación de micro realidades

Hace mucho tiempo descubrí que mi vocación es el trabajo con la persona, como sujeto de permanentes cambios enfrentado a realidades adversas, me llama la atención  ¿cómo? en los  casos más complejos de vulnerabilidades y flagelos sociales, aun así, se mantiene entre la gente la idea de vivir mejor o alcanzar de alguna manera el buen vivir.  Esta extraña sensibilidad como la he categorizado o un alto nivel de empatía parafraseando a la Psicología,  despierta en mi demasiadas inquietudes y emociones, fluyendo desde la indignación por las realidades difíciles que viven algunos, y otras muy gratificante que llenan el alma; pues la esperanza se mantiene incólume entre los más humildes. 

Desde muy joven he participado de voluntariados, en mi infancia relacionados a la Pastoral Juvenil de la Iglesia Católica, aún recuerdo como ayer, cuando participaba de la Parroquia Santa Luisa de Marillac en el sector de Barrancas, comuna de San Antonio,  en ese lugar espacio de encuentro y culto a Cristo, existían áreas laterales denominadas por los clérigos como capillas de oración, ahí hasta el día de hoy  hay unos salones, allí nos juntábamos con un grupo de amigos como consecuencia de nuestra participación en la catequesis, lugares que recorríamos con cierta sacralidad  pero con la travesura de niños inquietos;  nos encontramos con una biblioteca, con algunos libros antiguos, sobre una biblia había un escrito que llamo mi atención, versaba así “La pobreza no es una fatalidad, es una condición; no es un infortunio, es una injusticia. Es resultado de estructuras sociales y de categorías mentales y culturales, está ligada al modo como se ha construido la sociedad, en sus diversas manifestaciones” (Gutierres,1991), era parte de un texto correspondiente a la Teología de la Liberación, en ese momento no tenia mucho sentido para mi, pues los intereses en la infancia son jugar, comer, dormir y estudiar. Luego con el paso del tiempo y a través la organización de los estudiantes, precisamente el Centro de Alumnos del Complejo Educacional Juan José Latorre B. Esas antiguas palabras comenzaron a tomar sentido y forma en la realidad que observaba en carne propia.  A los 19 años conocí la carrera, a través del sistema formal ingresé  a la universidad de Antofagasta perteneciente al CRUNCH. Antes había participado de voluntariados y espacios como los relatados anteriormente;  junto a un grupo de amigos dimos forma y constituimos  una brigada de acción social, denominada Carlos Lorca, con el tiempo llamaríamos BASCAL, nos sumergimos en la realidad de los campamentos, sus familias y la dignidad con la que se luchan a diario.  Es la organización de la gente, el componente esencial que me ha hecho volver al maravilloso mundo teórico del trabajo social.  Gestión Organizacional e Intervención Grupal son las asignaturas a las que más cercano me siento,  sin embargo Estadística Social es mi desafío o como dirían en Psicología el “fantasma de tu pasado”,   constituye entonces la conquista de una meta personal.

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