Información de la teoría critica.

PEDAGOGÍA CRÍTICA

La educación es uno de los aspectos más importantes  para el  desarrollo y progreso de un país. Como hecho social juega un papel fundamental en la formación de los estudiantes, quienes serán los protagonistas de las generaciones de cambio que se preocupen por enseñar para la vida y enseñar aprender con eficacia. En este contexto se han realizado innovaciones en busca de mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, entre las cuales figuran los nuevos enfoques y paradigmas educativos enmarcados dentro de los avances humanísticos, científicos y tecnológicos.

        Desde esta perspectiva se hace necesario considerar el rol que desempeña el docente facilitador y mediador de los aprendizajes y su habilidad para transmitirlos con significatividad. Por tanto, lo importante no es transmitir paquetes de conocimientos con fines memorísticos y repetitivos, sino facilitar las herramientas necesarias que ayuden al alumno a desarrollar habilidades y destrezas de cómo lograr la comprensión de los mismos. De allí que el docente, debe conocer e utilizar estrategias didácticas y de evaluación que ayuden a fomentar el estudio y el deseo de aprender en los estudiantes.

        Dentro de esta metodología se ubica la pedagogía critica la cual  permiten al docente de cualquier nivel educativo establecer una mejor y mayor relación en el estudiantado por cuanto propician su participación activa optimizando en ellos un aprendizaje significativo. En este sentido, es indispensable que el docente planifique estrategias didácticas creativas adecuadas no sólo al nivel de los estudiantes ni la asignatura que imparte, sino también el contenido a desarrollar por cuanto dentro de una misma disciplina, existen contenidos con diversos grados de complejidad, las cuales ameritan ser tratados  desde una  visión reflexiva.

Sin embargo, esta realidad   no es tan  alentadora  en las instituciones educativas, donde se observa una actitud apática, desinteresada, poco crítica y reflexiva de los estudiantes y los docentes,   los cuales ante  los problemas sociales y culturales del país, su comunidad y su escuela se observan diferentes  y utilizan muy poco   la critica reflexiva.

Por ello, es importante que los estudiantes adopten un papel activo dentro del aula, como críticos principales de los modelos educativos, de sus docentes, de los problemas y las soluciones sociales actuales. Parece difícil, pero es una tarea que se debe implementar de manera urgente. Primeramente hacer que empiecen a reflexionar, después participar y finalmente a proponer soluciones a los grandes dilemas sociales.

La modificación de este escenario requiere de la participación de profesores y estudiantes, el primero siendo capaz de reconocerse a sí mismos en un lenguaje desmitificador, de manera que puedan descubrir que toda tarea educativa es también una tarea política. En segundo lugar, los profesores han de verse como agentes de una especie de futuro distinto, más orientado a crear que a destruir las posibilidades de justicia social. En tal sentido, los profesores necesitan un discurso crítico y un lenguaje de posibilidades; necesitan ser capaces, de alguna manera, de interrogarse sobre el carácter de lo que hacen, pero también necesitan ver más allá del horizonte de lo posible.

Sobre la base de las consideraciones anteriores, se desarrolla el presente ensayo, el cual tiene como finalidad  explicar los procesos pedagógicos, tomando como  referente la teoría crítica. Cabe agregar, que el término teoría crítica o teoría crítica de la sociedad, fue acuñado por Horkheimer y Marcuse, en la revista sobre Investigación Social a mediados de 1937, en donde  se destaca  la teoría tradicional, teoría crítica y filosofía y teoría crítica.  Reflejando la concepción filosófica y teórica de los participantes del ampliamente conocido Instituto de Investigación Social de Frankfurt, acreditado también como el grupo que constituía la aún más célebre Escuela de Frankfurt. Desde entonces el término teoría crítica, se impuso nacional e internacionalmente como una teoría sociocrítica de la sociedad, alcanzando diversos campos, como por ejemplo la sociología y la educación.

La teoría crítica, tuvo su inicio a partir del análisis hecho por Horkheimer y Marcuse, a mediados de los años 30, a partir del trabajo realizado por Carlos Marx sobre crítica de la economía política. La comprensión del término crítica, de parte de este grupo de marxistas, se entendió como dialéctica crítica. La teoría crítica, desde la perspectiva de la dialéctica crítica, considera aspectos de la economía política, en relación con las diversas formas y medios de producción económica.

El mundo académico suele percibir la teoría crítica como un cuerpo teórico unido, a pesar de que esta denominación abarca un gran abanico de distintos y variados fenómenos. Esta percepción se debe probablemente al hecho de que todas las diferentes formas de teoría crítica no quieren solamente comprender al ser humano en su condición social, sino que ganan sus categorías desde la proyección de un estado social deseable que no definen detalladamente para criticar y negar las condiciones negativas e injustas imperantes en el mundo. Se trata de una teoría comprometida contra todas las formas de opresión a favor de la libertad, la felicidad y el orden racional de la sociedad.

Cabe agregar que la teoría crítica también discute, entre otros aspectos propios de las tendencias conservadoras, la producción de conocimientos desde la forma única positivista de las ciencias y su implicancia respecto al impulso de los procesos de transformación. Este es, sin duda, un aporte fundamental de la teoría crítica en cuanto al papel de la ciencia, la tecnología y el conocimiento en general a las sociedades.  A su vez,  identifica la existencia de ciertas tendencias dogmáticas conservadoras, dogmáticas desde la perspectiva científica, reproductoras de las prácticas metodológicas científicas del capitalismo que niegan la posibilidad de superar la maquinaria metódica de la ideología enraizada en el capital, en contradicción con la prédica de su superación y eliminación en un momento histórico futuro.

El paradigma  crítico se considera la unidad dialéctica de lo teórico y lo práctico. La teoría crítica nace como una crítica al positivismo transformado en cientificismo. Es decir, como una crítica a la racionalidad instrumental y técnica preconizada por el positivismo y exigiendo la necesidad de una racionalidad substantiva que incluya los juicios, los valores y los intereses de la humanidad. Fue la escuela de Frankfurt (Horkheimer, Adorno, Habermas) la que desarrolló un concepto de teoría que tenía como objetivo fundamental la emancipación del hombre. A esta concepción de teoría es a la que se refiere el nombre de teoría crítica. Para la teoría crítica es fundamental la relación entre teoría y praxis, porque ella misma surge de la revisión de esta relación, por ello, que la concepción de la relación teoría-praxis.

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