Informe Sobre Machu Picchu

Hace muchos años en un hermoso país de Sudamérica, Perú, inició la historia de este monumento. Comenzó específicamente en Cuzco, cuando ésta era una ciudad totalmente diferente a como la vemos hoy. Machu Picchu se construyó en el siglo XV cuando en Europa se inventaba la imprenta y Leonardo Da Vinci pintaba la Última Cena. Hay cerca de 500 especies de orquídeas, como la Wakanki, que, según la leyenda, era una virgen del sol que fue condenada a la tristeza eterna por un amor prohibido. Su piedra más famosa es la de los 12 ángulos y su piedra más pequeña mide apenas 1 centímetro y fue usada para reparar la esquina de una piedra más grande.

Eran los primeros años del siglo XV de la era cristiana, Cuzco era el centro de un conjunto de Reinos y estaba siempre amenazado por los enemigos del Inca, entre ellos los más peligrosos Chancas. Ellos eran una nación de pastores pero también guerreros que se decían hijos de un puma sagrado y ocupaban los territorios hoy llamados Huancavelica, Ayacucho y Apurímac. Los Chancas nunca habían estado tan cerca de derrotar a los Incas después de tantos años de enemistad como entonces. La situación era crítica: el Inca Wiracocha había dejado el ejército al mando de su hijo Inca Urco. Sin embargo, no garantizaba una buena defensa de la ciudad y los generales del Cuzco preferían al joven príncipe Yupanqui, por ser más valiente y decidido que su hermano. Entonces, el Inca Yupanqui tuvo una visión sobre un ser sobrenatural que le decía que vaya a proteger la ciudad. Por esta razón, va a Cuzco y organiza la defensa, pero había muy poca gente por lo que recurre a usar piedras poniéndoles cascos y escudos guerreros. Según la leyenda, cuando se dio el combate, Yupanqui lanzó un grito a cielo y las piedras se convirtieron en soldados. La batalla fue feroz y sangrienta. Jorge Flores explica que los Chancas, con las caras pintadas de rojo y negro, avanzaron hacia el Cuzco formados en tres columnas. La primera ingresó por el barrio de Carmenca; la segunda, por el ahora llamado San Blas; y la tercera, por Choco, en la salida de la ciudad. Entonces, se produjo un combate muy singular: según la historia, una mujer muy varonil se enfrentó a los Chancas, degolló a uno de ellos y mostró la cabeza a los otros, haciéndoles retroceder por el miedo y para escapar más rápido se convirtieron en cóndores. Así, el Cuzco venció gracias a la intervención de una mujer.

Pero surge una pregunta: ¿Qué pasó en realidad? Algunos historiadores han cuestionado incluso la existencia de los Chancas. Quizás lo único cierto sea que frente al peligro, Yupanqui haya defendido a la ciudad y que gracias a esto tomó prestigio, tomando el poder y convirtiéndose en el Inca Pachacútec.

Los hechos muestran a Pachacútec como un hombre de gran visión, educado para la guerra y la conquista y destacado por una mirada de tigre, muy penetrante. Es probable que haya sido él quien mandó construir Machu Picchu. Aunque no hayan pruebas para asegurarlo, una señal podría ser la similitud existente entre Machu Picchu y otros palacios que se sabe sí fueron mandados a construir por Pachacútec, como el Coricancha. Esta similitud está expresada en el tipo de piedra utilizada y la forma cómo se la trabajó. Por esto, una de las tantas hipótesis existentes es que la batalla con los Chancas significó el paso de una etapa oscura a una nueva y que Pachacútec construyó Machu Picchu en un intento de perennizar su triunfo.

Se dice que sus muros de piedra alguna vez estuvieron revestidos de oro; sus recintos, rodeados por fantásticos jardines; y que el agua que corría por las fuentes labradas en la roca provenían de una manantial bendito y estaba destinada a aliviar la sed del Inca y de sus servidores directos. También se dice que Machu Picchu fue escenario de sacrificios humanos para satisfacer a los dioses y asegurar la productividad de la tierra.

Según el arqueólogo Luis Lumbreras, todo parece indicar que era un “inmenso mausoleo” para la momia del Inca Pachacútec y para rendirle culto ahí. Sin embargo Richard Burger afirmó que Machu Picchu es un palacio de invierno o un sitio de descanso.

Aunque no podemos asegurar si es un mito o una realidad, sí podemos afirmar que fueron muchas generaciones de albañiles de los distintos pueblos conquistados por el poderoso ejército Inca los que participaron en la construcción por más de 100 años. Los encargados me levantar Machu Picchu fueron hombres con indudable inteligencia superior, pues fueron capaces de movilizar grandes toneladas de piedra, escupirla y construir un monumento en un lugar espectacularmente difícil de llegar, a pesar de no conocer la rueda ni otros inventos.

Según el mito, el inca nunca moría y para ellos la riqueza no estaba en el oro, sino en los tejidos. Por eso, enterraban al inca con todas sus cosas incluyendo sus tejidos. El inca vivía con las personas a su servicio como arquitectos, músicos y otros. Por encargo de Pachacútec, los incas fueron creando las piedras a base de otras golpeándolas. Muchísimas generaciones trabajaron en las edificaciones que conforman Machu Picchu, pero murieron sin verla por fin de pie como el maravilloso monumento que es considerado hoy.

Machu Picchu o “Montaña Vieja” fue construido sobre los 2400 metros sobre el nivel del mar. Es increíble la armonía en la creció con el valle que la rodea y el río que la acompaña. Ahora,

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