Integradora de ingles etapa 3

[pic 1]Universidad Autónoma De Nuevo León[pic 2]

Preparatoria #5

Literatura.
Etapa 1. Género narrativo: el cuento.

Actividad Integradora.

Docente: Saxxan Nikte Delgado Alfaro.

Alumnos:
Analily Guerra Villarreal 1824536
Jaqueline Rodríguez Enríquez 1824381
Everardo García Amaro 1811317

Yoselin Vianey Vega Muñiz 1812104

Grupo: 305    

Sabinas Hidalgo, N.L., 26 de agosto del 2016

PRESAGIO.

Corría el año 1990, no recuerdo la fecha exacta del el día en que mi vida cambio, era un domingo cuando todo comenzó, podría decir que me arrepiento de haberme puesto en pie aquel día, pero, quizá aunque no lo hubiera hecho, todo iba a suceder tarde o temprano.

Era una mañana como cualquier otra, le ayudaba a mi madre con la granja, y esperaba a mi amiga Sara para comer. Me divertía con los animales cuando aquel sospechoso auto llego a mi hogar, era color negro, con los vidrios tan oscuros que no se alcanzaba a distinguir quien era. Se detuvo y un hombre bajó, mi madre se acercó al hombre y le pregunto que buscaba. Sentí miedo, algo me dijo que aquella visita no era para nada bueno.0

-Busco a Gretta – dijo el hombre con un tono que parecía casi molesto – soy amigo de su padre.

¿Mi padre? Yo ni siquiera conocía a mi padre, nos abandonó a mi madre y a mi cuando apenas tenía 2 años, he vivido casi los 16 años de mi vida en aquella humilde granja, mi padre no podía solo aparecer de la nada…

-¿Qué quieres de mí? – dije en voz alta mientras me acercaba a donde mi madre se encontraba – yo no tengo padre.

-Yo solo sigo ordenes, tienes que acompañarme, Gretta Strid – tenía un tono de voz bastante imponente, durante un instante, sentí un miedo profundo – te daré tiempo para que te prepares y subas al auto, y si no obedeces, tendré que llevarte a la fuerza.

Pude percibir como mi madre comenzaba a ponerse nerviosa, definitivamente ella sabía algo que yo no, la mire y observe como sus ojos se inundaban de lágrimas, eso solo confirmo mis sospechas.  
Estaba muy molesta, mi propia madre me había ocultado algo, algo con respecto a mi padre. Me sentía decepcionada y con miedo, pero eso no evitó que me dirigiera a mi habitación, tomara mis cosas y me subiera al auto, sin decir adiós a mi madre, no podía hacerlo, me había engañado.

El transcurso del viaje fue muy silencioso, no quise preguntar nada a aquel hombre intimidante, espere y espere. Pasamos por un pueblo que me trajo recuerdos de mi niñez, recuerdos de lo feliz que solía ser cuando no sabía lo que sucedía a mí alrededor.

Llegamos a lo que parecía ser una tienda abandonada, era un lugar un tanto alejado de la civilización, el pánico me inundo y cuando el hombre bajo del auto, me abrió la puerta y me bajo de una manera muy brusca, sentí como si una corriente eléctrica recorriera mi cuerpo de pies a cabeza, sentía demasiado miedo, no sabía que hacia ahí, ni que querían de mí.

-Sígueme – dijo al momento en que comenzó a caminar. El tipo tenía una finta muy ruda, pero durante un momento tuve la sensación de que probablemente no era tan malo como lo aparentaba.

Se dirigió a la entrada de la tienda, saco unas llaves de su bolsillo y abrió la puerta de entrada sin problemas, entro y se dirigió al centro del salón, levanto un tapete, se agacho e introdujo lo que aparentemente era un clave. Se abrió a sus pies una entrada secreta, el comenzó a bajar las escaleras y yo lo seguí.

Había un pasillo largo que era dividido por 2 puertas. En la primera puerta antes de introducir su clave, él me dijo: Este primer tramo, jamás lo podrían pasar si no tienen la clave que desactiva solo un poco de él. Te explicaré un poco más, el piso tiene sensores que perciben el peso y al introducir mi clave solo es posible que se desactiven ciertos mosaicos; es por eso que debes moverte como yo.

Pasamos el primer tramo de ese largo pasillo, me dio tanto miedo pisar un mosaico y que pasara algo y a la vez tenía tanta curiosidad por llegar y ver qué era lo que me tenían que enseñar y debía de estar tan asegurado.

– Cada cuarto parece limpio de alarmas pero están en lo que menos piensas, la puerta ni si quiera ésta asegurada, pues no es necesario. Este tramo tiene sensores que perciben la temperatura, lo que pasa al introducir la contraseña es que me da un plazo más largo de tiempo para poder pasar. – dijo al llegar a la puerta

La abrió con una tarjeta sin problema y pasamos a lo que supuestamente él decía que era una oficina. Pero que era lo que escondía esa oficina para estar tan asegurada.

- Toma asiento por favor. – me dijo con un tono de voz bastante grave con voz grave, me senté y justo enfrente había un cuadro, que leía mi huella digital, me sorprendió que se necesitara justo de la mía para poder acceder a lo que parecía una computadora que necesita de una clave de 8 dígitos no sabía que era lo que pasaba exactamente.

- Eres la única que podría tener esa clave además de tu padre, quien falleció hace más de una semana – me sorprendí por la noticia de la muerte de mi padre, pero no sentí pena, no podía.

...