Jean-Pierre Jeunet

Con esta fábula, Jean-Pierre Jeunet consiguió lo nunca logrado por una película francesa. "Amelie" se convirtió en la segunda producción más taquillera de la historia de Francia (solo superada por la reciente "Intocable") y la cuarta película de habla no inglesa que más ha recaudado. Y es que, además, esta joya del séptimo supuso una tal revelación que es hasta la fecha la mejor película francesa en lo que llevamos de siglo, además de ser un icono para su cine. Jeunet la dirigió con tanta personalidad que tiene un sello único, lo que la hace tan especial. Una proeza artística excelente en todos los sentidos, pero que sin una magnífica dirección no hubieran resultado tan atractivas. Audrey Tautou está espléndida en el papel de su carrera. Un personaje que le dio una fama mundial y un gran número de alabanzas, pero que le encasiyaría como intérprete. Interpretar a un personaje como Amelie es un trabajo muy arresgiafo pues es un papel muy limitado, reservado, sutil y minucioso. La actriz debía controlar el tono de su voz, no hacer gestos bruscos, dominar las emociones... Pero los cumple sin dificultad y hace totalmente suyo el personaje. El guión, junto a la peculiar dirección, es el otro protagonista del film. La originalidad radica en su forma de narración con situaciones realmente curiosas (como la de el enano de jardín del padre). Los distintos recursos que utiliza, como la presentación de los personajes, la explicación de los pensamientos de los personajes o la muestra de los acontecimientos, lo convierten en un guión cómodo, dinámico, aunque en ocasiones demasiado rápido. Un escrito con mucha sensibilidad respecto a pequeñas situaciones, pero irregular respecto a la trama principal, que en ocasiones cuesta de entender. La factura técnica es inmejorable, y más tratándose de una película europea de estilo tan íntimo. Empezando por una banda sonora memorable, ya un clásico del cine y usada en todos los ámbitos. Sin duda, una partitura trascendente que encaja a la perfección con el espíritu de la película. La fotografía es otro de los elementos técnicos más destacables, una gama con muchos colores, pero a su vez tan primitivo brinda un efecto elegante y muy francés. La producción artística recreando viviendas y locales muy tópicos y un sonido minucioso, pero perfecto acaban de completar el conjunto que forma la mágica "Amelie". Y es que las películas se pueden ver de muchas maneras, pero la mejor forma de ver esta maravillosa aventura es sintiéndola, y nada más.

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