Jesús Aguilar Paz, un Honorable Santabarbarense
Enviado por edgardobarahona • 3 de Agosto de 2011 • 1.879 Palabras (8 Páginas) • 1.108 Visitas
Jesús Aguilar Paz, un Honorable Santabarbarense
Ni el tiempo, ni en el espacio territorial hondureño, encontraremos un hombre de la altura como Jesús Aguilar paz, quien por amor a su linada cuna ofreció 18 hermosos y tesoneros años de su vida, peregrinando a pie y a lomo de mula por el suelo catracho, en busca de construir un sueño de patriota; elaborar el mapa de Honduras.
Absolutamente nadie ha conocido y disfrutado las bellezas naturales, las tradiciones y cultura de esta tierra como lo hizo él, y lo más meritorio haberlo realizado con sus propios recursos, sin tener un salario para dicho fin. Ni mucho menos para lograr una recompensa o una cuota de poder, de estos hombres son los que sigue anhelando Honduras.
Desde niño, la vida le enseño asumir y a vencer los retos más difíciles, a sus 10 años decidió aprovechar una beca otorgada por el general Manuel Bonilla lo que lo obligo a viajar a Tegucigalpa sin saber que nunca volvería a ver con vida a su Padre; Nicolás Paz.
Para hacer lo que hizo, debió ser un autentico Patepluma. Nació en Gualala, Santa Bárbara, (que según don Alberto Membreño, es un vocablo que significa “abundancia de lo bueno”, y don Jesús se encargo de afirmarlo) un 15 de octubre de 1895, cuarto y último hijo del hogar formando por Nicolás Aguilar Cruz y Lucia Paz Guzmán.
Los Aguilar
El abuelo de Jesús, nació en San Buenaventura del departamento de Francisco Morazán, y se llamaba enrique Aguilar. Su hermano, llamado Luis, era el cura del Pueblo. Por consiguiente, los Aguilar, desde principios del siglo XIX eran letrados, virtud que los ponía en una posición privilegiada.
Don enrique era comerciante de ganado vacuno. Obtenía los semovientes en Olancho, y los vendía en Tegucigalpa y hasta en El Salvador. Se caso con la señora Santos Cruz, de Campamento, Olancho. De este hogar nace Nicolás, el padre de Jesús. De Don Nicolás, se sabe que era un hombre alto, de tez morena, pero de ojos verdes claro, características genética muy frecuente en los Aguilar. También se dedico al comercio.
Observo que una gran demanda era la de sombreros, y decide trasladarse a la fábrica de ellos en Santa Bárbara. Allí conoce a Lucia Paz Guzmán, se casa con ella y procrean a cuatro hijos: Servando Cipriano, Rosa Margarita, Constantino y Jesús (“El Lazuro”, término que en Santa Bárbara se usa para denominar al último de los hijos de una familia). Los Aguilar Paz se ubicaron en Gualala. Don Nicolás tenía entre sus muchas virtudes, la habilidad de construir casas. Todavía se conserva la última casa que levanto, en el sitio donde nació Jesús.
En la aldea de El Diviso, Trinidad de Santa Bárbara, (llamada así por estar en alto, es un buen divisadero de las tierras aledañas), nació el 13 de diciembre de 1864 la madre de Jesús Doña Lucia, hija de José Paz con Margarita Guzmán, en una humilde casa, situada en frente de la plaza del pueblo. (Esta casa aun se conserva, fue construida sin usar clavos, y su armazón de madera esta unida con fajas de cuero). Su madre, Doña Margarita fue una famosa partera empírica, que evidencia la dedicación a la medicina.
El primer reto
Ya en el ocaso de la vida, Jesús advertía que el hubiera seguido siendo un simple campesino, un miembro más de ese enorme contingente de aldeanos que continúan sembrando el maíz en la misma forma primitiva como lo hacían nuestros ancestros Mayas, si no hubiese ocurrido un providencial acontecimiento que cambio por completo el destino de vida, que lo rescato de un ambiente de olvido y abandono, para lograr participar en estratos desde los cuales se puede influir decididamente en la evolución de la nación entera.
En ese feliz incidente interviene el pensamiento visionario de un Olanchano agricultor, artistas del violín y del clarinete, militar por excelencia, el cual, a pesar de no haber tenido una formación universitaria, comprendió con un sentido común muy especial, que honduras jamás progresaría si no llevaba a cabo una verdadera revolución educativa y cultural. Ese visionario Olanchano fue el general Manuel Bonilla chirinos, nacido en Juticalpa el 7 de junio de 1849.
Bonilla había contratado a un eminente educador Guatemalteco, el siempre recordado maestro Pedro nufio, con el propósito de que organizara la normal de varones en la capital de La República, y construyo un hermoso plantel físico en Comayagüela. A este Centro de Formación Educacional deberían acudir muchachos de todas partes del país, para hacerlo buenos maestros, que ulteriormente divulgaría un magisterio de alfabetización y formación cultural por la nación entera, para ir erradicando el tremendo atraso y barbarie en que se encontraba el País.
Desde los siete años de edad, Jesús ya le ayudaba a su padre en las labores agrícolas. Desde esa edad participaba en la siembra de milpas y frijolares, entre los cuales intercalaba la siembra de ayotes. Su madre le había enseñado a tejer fibras de palma; asi pronto pudo tejer sombreros simples.
En Gualala, varios padres de familia habían contratado a un maestro procedente de Guatemala, Don José María Avelar, para que enseñara las primeras letras a los niños del pueblo. Así fue como Jesús curso el equivalente de los primeros dos grados de escuela primaria en 1902 y 1903. A finales de 1905, llego a Gualala el representante enviado por el gobierno del general Manuel Bonilla, para seleccionar algunos becados de Santa Bárbara, debiendo ir un joven en representación de Gualala, para que asistiera a la normal de varones del maestro nufio. El alcalde convoco a una sesión de cabildo abierto, en el amplio salón de la alcaldía, el cual se abarroto con los padres de familia, y
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