Joseph Barbera
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Carrera militar y política[editar]
Nació en Cádiz en el seno de una ilustre familia de cargadores a Indias. Fueron sus padres Tomás Ruiz de Apodaca y López de Letona (natural de la aldea alavesa de Ondátegui, donde había sido procurador general y regidor de su ayuntamiento) y Eusebia de Eliza y Lasquetti, gaditana aunque con ascendencia vasca.1 Juan entró como guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz el 7 de noviembre de 1767. El 19 de marzo de 1769, con 15 años, embarcó en el navío San Lorenzo para hacer el corso por el Mediterráneo, transbordando al Triunfante con el mismo cometido.
Ascendido a alférez de fragata el 22 de agosto de 1770, embarcó en el navío Atlante y fue a Ferrol, donde pasó a una fragata que lo llevaría a Puerto Rico. Cuando regresó a Ferrol al año siguiente, volvió a Cádiz en el navío América.
En la fragata Industria salió de Cádiz con un cargamento de azogue en 1772 con destino a El Callao, donde realizó varias comisiones en la mar y en tierra. Estuvo allí destinado en el navío Peruano en 1773. El 28 de abril de 1774 fue ascendido a alférez de navío y destinado en la fragata Águila, efectuando varias campañas de exploración y cartografía. En los dos años siguientes estuvo destinado en Lima, embarcado en el navío Astuto y cumpliendo otros servicios en tierra.
Se le ascendió a teniente de fragata con fecha del 16 de marzo de 1776, regresando a Cádiz con el Astuto el 12 de agosto de 1778. El 23 de mayo del mismo año fue ascendido in absentia a teniente de navío, embarcado en el navío Santa Isabel.
En guerra con los ingleses, desempeñó misiones en el campo de Gibraltar mandando varias cañoneras.
Ascendido al grado de capitán de fragata el 16 de septiembre de 1781, se le otorgó su primer mando en la fragata Nuestra Señora de la Asunción, con la que navegó hasta la paz de 1783, perteneciendo a la escuadra del general Luis de Córdova. Con la misma fragata hizo tornaviaje con destino a las islas Filipinas para llevar la noticia de la paz, regresando a Cádiz al año siguiente. Precisamente, cuando regresó a Cádiz desde las islas Filipinas en 1784, redactó una memoria sobre el modo de forrar de cobre los buques.
El 23 de octubre de 1783 fue aprobado su expediente para ingresar en la orden de Calatrava, en donde fue comendador de Ballaga y Algarga, pagos situados cerca del municipio de Illana.
El 28 de febrero de 1788 fue ascendido a capitán de navío y obtuvo al año siguiente el puesto de mayor general de la escuadra de evoluciones al mando del general Tejada, embarcado en el navío de línea San Telmo.
En 1790 dirigió las obras para reparar y ampliar los muelles del puerto de Tarragona. En 1793, al mando del San Francisco de Paula en la escuadra de Borja en el Mediterráneo, participó en las operaciones en torno a Cerdeña, pasando después con el mismo navío a la escuadra del general Juan de Lángara en la toma de Tolón en unión de la escuadra inglesa del almirante Hood.
El 1 de febrero de 1794 fue nombrado brigadier y recibió el mando del San Francisco de Paula, tomando parte en la escuadra de Gravina en las operaciones de la bahía de Rosas hasta su evacuación en el mes de febrero del año siguiente.
En 1796 se puso al mando del navío San Agustín al comenzar una nueva guerra contra los británicos. Uno de los hechos más sobresalientes de la biografía de Ruiz de Apodaca fue su odisea al mando de este navío. El 13 de febrero de 1797 se encontró rodeado por la escuadra de Jervis en el cabo de San Vicente, contando también con el bergantín Atocha, pero, aprovechando la niebla del amanecer, escaparon rumbo al norte y entraron en la ría de Vigo. En el mes de julio de ese año, entraron en la ría dos navíos, tres fragatas y dos bergantines británicos al mando del comodoro Samuel Hood. El británico pidió al brigadier Apodaca que se rindiera y entregara el navío, el bergantín y los demás buques que en ese momento se encontraban en el puerto de Vigo. Lejos de amilanarse, Apodaca dejó que el parlamentario británico observara las defensas que estaba preparando. La escuadra británica, abandonando sus planes de ataque, emprendió la salida de la ría, mientras el brigadier español, no contento con lo que había conseguido, mandó perseguirlos y logró represar un bergantín español que había tomado el enemigo cargado de provisiones.
El gobierno ordenó al brigadier que pasara a Ferrol. Aunque sabía que el departamento estaba bloqueado por una escuadra británica, zarpó de Vigo
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