Jugar Con El Cuerpo

Jugar con el cuerpo

Jugar con el cuerpo me pareció una lectura muy interesante y certera puesto que en ella nos menciona como el niño se arma de herramientas y estrategias primitivas, poderosas, universales. Prueba la tierra, la piel, el agua, o cualquier cosa que le ofrezca datos sobre su entorno próximo.

El cuerpo es el instrumento que tenemos para relacionarnos con el entorno. Todo lo que vivenciemos corporalmente, nos proporcionará: conocimientos para estructurarnos a nivel espacial y temporal, experiencias para desarrollar la atención, la coordinación, etc. Aspectos muy útiles para prepararnos en el aprendizaje de la lectoescritura y el cálculo.

Sin embargo es un error que cometemos con frecuencia en la escuela, apartando del niño lo que le es tan propio, su cuerpo. Enseñando las letras se nos cuelan otros códigos secretos, no basta con que el niño domine la palabra y “las reglas de juego” para manejarse feliz y equilibradamente, es preciso también que sientan, que expresen, que el adentro y el fuera estén comunicados.

Las sesiones de psicomotricidad libre, en ellas se expresa simbólicamente cada niño y el grupo en conjunto; se puede constatar la situación como un retrato. Surgen las carencias, los conflictos, las amistades o los olvidos, las agresiones, el despotismo, la inseguridad, el apoyo. También se refleja en estos ratos el tipo y calidad de la relación entre los niños y yo. Podemos ver si nos perciben excesivamente protectoras, rígidas, disponibles, tensas; se nos aceptan como interlocutora. También dentro de este marco de actividades podemos favorecer las relaciones afectivas de los niños, tratando de integrar a los pequeños que se aíslan.

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