JUGAR CON EL CUERPO
Enviado por mayrita58 • 13 de Enero de 2012 • 1.193 Palabras (5 Páginas) • 589 Visitas
Diez Navarro, Carmen
JUGAR CON EL CUERPO
Para saber, el niño se arma de herramientas y estrategias primitivas, poderosas y universales. Lee los labios, copia los gestos, oye hasta los mínimos suspiros; prueba la tierra, la piel, el agua, o cualquier cosa que le ofrezca datos sobre su entorno próximo. Así, va acumulando –saberes- de forma continúa.
CONOCER EL CUERPO Y EL ENTORNO PROXIMO
Enseñando las letras se nos cuelan otros códigos secretos, las distancias, los gestos, las costumbres, las «formas», «los buenos modos», los movimientos cortos, el «no grites”, “no corras”, “no toques”, “no preguntes”, “no te muevas”, “no te acerques...” (que es tanto como decir “no aprendas”). Es preciso también que los niños sientan, que se expresen, que el adentro y afuera estén comunicados, que los demás ocupen un lugar en su vida, pero un lugar completo.
En las sesiones de psicomotricidad libre el niño expresa simbólica- mente cada niño y el grupo en su conjunto. Surgen las carencias, los conflictos, las amistades o los olvidos, las agresiones, el despotismo, la inseguridad, el apoyo.
También se refleja el tipo y la calidad de la relación entre los niños y yo. Hay veces que me persiguen, me cogen, me encarcelan, me atacan, quedando vencedores.
Cambian así, por un rato, los papeles; sienten reforzada su identidad, su autoestima, “ganando” al adulto. Entre los atacantes están, por un lado, los fuertes, con su liderazgo puesto a prueba por ellos mismos, con su afán de competir, de resultar inequívocos dueños de la situación y del grupo. Y, por otro lado, los más tímidos, los que pasan desapercibidos, los que necesitan llamar la atención y no saben cómo hacerlo. Hay otros que miran, prueban a entrar en algún grupo, tardan en decidirse, los menos quedan solos, buscando rincones tranquilos, acariciando su pelota, o metidos en su aro-burbuja. Los hay de todo tipo, los que no se paran ni un momento, los reposados, los que alternan.
Estoy un poco en cada sitio, según noto si hago o no algún papel y también teniendo en cuenta mis propias preferencias.
Algunos ejemplos de sesiones de psicomotricidad libre son las telas, los periódicos y palos
Pisando tierra
Se ha hablado y escrito mucho sobre la idoneidad de los muy diversos soportes, instrumentos y técnicas para favorecer o facilitar la expresión gráfica del niño. Si convienen las ceras o los rotuladores, si el papel más grande o más pequeño, si el plano horizontal o el vertical... Pero siempre echo de menos que alguien abogue por el soporte madre contenedor magnífico de las idas y venidas de los trazos de un niño, de sus mil y un ensayos, de los dibujos potencialmente hermosos de sus todavía inexpertas manos. El soporte sumiso y humilde, el de toda la vida, con el que yo jugaba compitiendo en prisa con las olas, que a ver quién corría más, si yo en dibujar o ellas en borrar mis trazos. El soporte tierra, la dura, la gruesa, la arena, la arcilla, la tierra mojada o... la tierra a secas.
CON LOS PIES EN LA TIERRA
Decroly dijo una vez aquello de << mirad lo que hay en los bolsillos de un niño, y sabréis lo que les interesa>>; pues si, en los bolsillos de los niños de la escuela marchan diariamente kilos de tierra que se guardan como el más grande tesoro “es para mi casa, que allí no tengo”. Cuando van a bañarlos en las tardes, comentan las madres que no quieren que tiren la tierra que les cae de la ropa, o que se acumula en sus zapatos.
En el tiempo de la adaptación, solo salir al patio y armarse
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