Juicios Orales

México anteriormente se basaba principalmente en juicios orales para resolver los conflictos que se suscitaban entre la población, sin embargo esto causo un gran problema ya que en tiempos antiguos, las partes que intervenían en los mismos (Ministerio Público y Defensores) usaban en exceso la oralidad y eso trajo consigo el problema de la “VERBORREA”, lo cual provocaba que los juicios orales fueran un tanto largos, esto es, al llegar a la etapa de los alegatos o en otros términos las conclusiones, cada una de los intervinientes llegaban a tardar más de cuatro horas por cada participación, lo cual ocasionó que la justicia en nuestro país no pudiera darse en forma eficaz y expedida.

Para el 15 de diciembre de 1929, se terminan los juicios orales en México, en consecuencia de los conflictos que se suscitaban con el abuso de las partes que integraban dichos juicios, por lo tanto se dio la conclusión de que era necesario un cambio en el sistema judicial por lo cual es así como surgen los juicios preponderantemente orales, es decir, se basan en la escritura para el desarrollo de los juicios.

A través de este nuevo sistema implementado en nuestro país, trajo consigo grandes problemas como la corrupción, la violación de derechos tanto de la víctima como del inculpado, entre otras situaciones (esto hablando de materia penal). Dadas estas situaciones en México se implementan nuevamente en nuestro sistema judicial los “JUICIOS ORALES”, el primer juicio oral que se dio, fue el 14 de febrero de 2005 en Montemorelos, Nuevo León. Así mismo en el Estado de México se iniciaron en octubre de 2006 y en caso más concreto en la ciudad de Toluca el primer juicio se dio en noviembre de 2006.

En la actualidad percibimos que los Tribunales se ven agobiados de trabajo por una infinidad de problemas planteados entre particulares, ante este atraso de trabajo en los Tribunales y la necesidad de nuevos caminos para la solución de controversias que surgen en la sociedad; los juicios orales son una excelente opción ya que el propósito principal es lograr una solución más rápida y dinámica que un proceso vía judicial.

Existe una tendencia generalizada a vencer al contrario antes de solucionar un conflicto jurídico, por eso la implementación efectiva y real de este método no ha sido una tarea fácil, pues no existe en nuestra sociedad una cultura del diálogo, sino por el contrario, tenemos la cultura del litigio, que está sumamente arraigada a la mente de los abogados, jueces, y población en general. Como se ha afirmado, no ha sido abandonada por falta de información y formación. Es fundamental difundir acerca de éstos; de fomentar la evolución del sistema de administración de justicia, y permitir llevar la resolución de estos conflictos a otra esfera más pacífica.

Ha nacido una nueva época respecto a la justicia penal en el mundo y en México;

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