Justificacion Interna de las Decisiones Judiciales

[pic 1] Por: Jazmín Lissette Correa Mena

M1 - Elaboración de Ensayo 1

¿Qué dimensión de la justificación de una sentencia es en la praxis más compleja, la justificación interna o la justificación externa (y dentro de ésta, las premisas fácticas o las premisas normativas)? 

Como hemos  podido visualizar en el desarrollo de esta maestría, la justificación en las decisiones judiciales es de vital importancia para la  sana aplicación del Derecho y más aún para salvaguardar las garantías y derechos fundamentales de cada uno de los ciudadanos en un Estado Constitucional del Derecho. Siendo la justificación según Manuel Atienza, diferente a la simple explicación, pues justificar consiste en ofrecer razones  dirigidas a mostrar el carácter aceptable o correcto de esta decisión.^[1]

La justificación puede ser de dos tipos, Justificación interna y justificación externa; estando justificada de manera interna la decisión según  el Dr. Alberto del Real Alcala, cuando las premisas  del argumento guardan relación lógica con la conclusión del mismo. ^[2] En palabras de  Juan Igartua, la decisión está justificada de manera interna, cuando en la sentencia, la decisión final (o fallo) va precedida de algunas decisiones sectoriales. Es decir, la decisión final es la culminación de una cadena de opciones preparatorias.^[3] Mientras que se habla de justificación externa cuando  las premisas de la decisión son verdaderas y correctas desde el punto de vista jurídico.^[4] 

Partiendo de las definiciones y características de los tipos de justificación, se puede deducir que en la praxis la justificación más compleja es la externa. La justificación interna va a encaminada a mostrar la relación que existe entre las premisas (fácticas y normativas), que como resultado tienen un fallo acorde a estas, siendo muy poco frecuente que se omita la justificación interna, pues es difícil que la motivación de un juez sea contraria a lo que falla, por lo que la justificación interna deriva de las reglas lógicas, lo que quiere decir que el resultado de la justificación interna será derivado de la lógica de las premisas, sin que esto suponga una mayor complejidad, en este sentido Robert Alexy cita a J. Wroblewski, al expresar que la justificación interna se trata de ver si las decisiones siguen lógicamente las premisas que se aducen como fundamentación, mientras que el objeto de la justificación externa es la corrección de estas premisas^[5] En palabras de Robert Alexy, en la justificación interna debe quedar claro qué premisas hay que justificar Externamente.^[6]  Mientras que la justificación externa aunque debe estar presente en todas las decisiones se hace más necesaria en los casos complejos, pues en la mayoría de los casos simple basta con regirse de las premisas para llegar a una conclusión, caso contrario ocurre en la justificación externa,   pues tal como establece Manuel Atienza, en los casos difíciles la lógica sigue jugando un papel muy importante. Lo que pasa aquí es que no basta con la “justificación interna”, sino que a ella hay que añadirle la “justificación externa”, esto es, se necesita ofrecer razones a favor de las premisas normativas o de las premisas fácticas y razones que no pueden tener un carácter meramente formal, lógico.^[7]  Según Juan Igartua, cuando las premisas son opinables, dudosas u objeto de controversia, no hay más remedio que justificar de manera externa.^[8]  La Justificación externa debe cumplir con característica que hace de esta un proceso más complejo, pues en ese sentido la justificación externa debe ser congruente (y, a fortiori, no contradictoria), esto es que dicha decisión debe estar en armonía con todos los argumentos de la decisión. Y a su vez dicha decisión debe de ser completa, lo que infiere que debe estar motivada en todos los sentidos y que la misma debe contener justificación en cuanto a todos los aspectos que la componen, no solo estableciendo el hecho, la norma aplicable y la decisión, sino más bien explicando de manera clara y precisa el porque de la decisión y porque se rechazó otra, teniendo esta de igual modo que ser suficiente, pues no basta con referirse a todos los aspectos en la decisión, tendiendo que  bastarse  por si mismo, dichas características hacen de la justificación externa la parte compleja de la decisión, en este caso no basta con el argumento lógico de la justificación, pues las premisas en este sentido pueden tener mayor o menor grado de validez y justificación, lo que determina la solidez de las mismas. Otro aspecto importante de la justificación externa  viene derivado de la coherencia que debe tener dicha justificación, pues tal como establece Atienza; la coherencia supone que si, por ejemplo, una decisión se basa en haber interpretado una norma de una cierta forma o entender como probado un hecho dadas determinadas circunstancias, esa interpretación tiene que ser la más conforme con los principios y valores del sistema; entendiendo que una decisión está justificada si esa es a la que se habría llegado por consenso en una situación ideal de dialogo.^[9] 

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