Jürgen Habermas es Sociólogo y filósofo alemán
Enviado por Victor Recio Guijarro • 6 de Febrero de 2017 • Ensayo • 641 Palabras (3 Páginas) • 96 Visitas
Jürgen Habermas es Sociólogo y filósofo alemán. Principal representante de la segunda generación de la Escuela de Frankfurt, entre 1955 y 1959 trabajó en el Instituto de Investigación Social de la ciudad. Enseñó filosofía en Heidelberg y sociología en Frankfurt, y dirigió el Instituto Max Planck de Starnberg entre 1971 y 1980. En 1983 obtuvo la cátedra de Filosofía y Sociología en la Universidad de Frankfurt.
El objetivo de Habermas en la primera parte del texto es abordar, en el terreno de la teoría política, la cuestión acerca de si se ha agotado la fuerza orientadora de la Revolución Francesa. Llega incluso a considerar, y en el texto lo dice claramente, que las ideas de 1987 estuvieron bajo sospecha de traer consigo consecuencias terroristas. La primera pregunta es si ¿creéis que se ha agotado o no la fuerza orientadora de la Revolución Francesa en favor de otras revoluciones.
El autor, en el texto llega a plantear que la cuestión normativa sobre si el cambio de mentalidad, que se cumplió en la Revolución Francesa, contiene aun para nosotros rasgos de una herencia que no hemos llegado a encontrar todavía.
La pregunta acerca de lo que aún le debemos a la Revolución Francesa puede ser abordada desde diferentes puntos de vista.
1.- En primer lugar, aceleró el desenvolvimiento de una sociedad civil dinámica y de un sistema económico capitalista. Se considera que promovió procesos en relación a una modernización económica y social que de entonces a la fecha se ha vuelto permanente.
2.- Algo similar sucede con el surgimiento del aparato estatal moderno: el plano estatal de la integración pierde hoy en día cada vez más ámbitos de competencia bajo la presión tanto de los movimientos regionalistas como de las empresas y las organizaciones supranacionales que operan en escala mundial.
3.- Con la conciencia nacional se gestó una nueva forma de integración social para los individuos liberados de sus nexos corporativos en la estratificación social.
4.- La democracia y los derechos humanos conforman el núcleo del Estado constitucional que, en sus distintas variantes, tiene su origen en la Revolución norteamericana y en la francesa.
Una parte muy interesante del texto es en la que Habermas, con motivo de la celebración del doscientos aniversarios e la Revolución Francesa habla de la Europa de los ciudadanos que está aún por construirse, y dice que tiene la necesidad de las fuerzas de la fraternidad, la ayuda mutua y la solidaridad, para que gracias a ello, también débiles, necesitados y desempleados puedan ver en la Unión el progreso, a comparanza con la situación que se vivía en la fecha en la que se escribió el texto, según nos relata su autor.
Este autor plantea además que, a diferencia de la Revolución norteamericana, la francesa la llevaron a cabo sus protagonistas, plenamente conscientes de que lo que estaban haciendo era en realidad una revolución. Se puede considerar además, según nuestro autor, que Francia es el país que inventa la cultura democrática mediante la revolución, y que pone de manifiesto ante el mundo una condición fundamental de conciencia de la actividad histórica.
A continuación, Habermas nos presenta la dialéctica entre el liberalismo y la democracia radical entablada por la Revolución Francesa, suya disputa gira en torno al modo en que se dejan conciliar la igualdad con la libertad, la unidad con la pluralidad o el derecho de la mayoría con el de la minoría. Los liberales partirían de la institucionalización jurídica de la igualdad de libertades, concibiendo a éstas como derechos subjetivos, mientras que los igualitarios conciben la praxis colectiva de los hombres libres e iguales como una formación de voluntad ella misma soberana, siendo la constitución y su división de poderes el resultado de la voluntad del legislador democrático iluminada por la razón, mientras que para los liberales la constitución gozaría de preeminencia sobre la voluntad del legislador democrático.
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