LA CABEZA BIEN PUESTA PARA LA TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA DEL SIGLO XXI
Enviado por Iñakapalla Chávez Bermúdez • 18 de Octubre de 2022 • Ensayo • 4.401 Palabras (18 Páginas) • 80 Visitas
UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO
ESCUELA DE POSGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
ASIGNATURA: EPISTEMOLOGÍA
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ENSAYO ACADÉMICO
TITULO
LA CABEZA BIEN PUESTA PARA LA TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA DEL SIGLO XXI
AUTOR(A)
Mg. Yesenia Quispe Altamirano.
Mg. Sandra Bravo Salas
Mg. Mabel Iñakapalla Chávez Bermúdez
Mg. Frida Esmeralda Fuentes Bernedo.
DOCENTE DEL CURSO:
Dr. Elías Melendrez Velasco
CUSCO – PERÚ
Setiembre, 2022
LA CABEZA BIEN PUESTA PARA LA TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA DEL SIGLO XXI
Autoras[1]:
Mg. Yesenia Quispe Altamirano.
Mg. Sandra Bravo Salas
Mg. Mabel Iñakapalla Chávez Bermúdez
Mg. Frida Esmeralda Fuentes Bernedo.
- INTRODUCCIÓN
El pensamiento humano ha transformado el mundo a través de la historia, desde el surgimiento de los primeros filósofos en la antigua Grecia hasta los filósofos contemporáneos que comparten su forma de ver el mundo y la humanidad por medio de la palabra escrita. Uno de estos filósofos y maestros es Edgar Morín (francés) de origen judío-español, nacido en París el 8 de julio de 1921, su nombre de nacimiento es Edgar Nahum. El año pasado cumplió 100 años y en homenaje a su gran labor a lo largo de su vida, la UNESCO, lo invitó a publicar la adaptación de su libro Los siete saberes[2], bajo el proyecto digital “La vía de los 7 saberes”. Este último trabajo de Morin se conecta a la agenda 2030 de las Naciones Unidas. La educación del siglo XXI requiere indagar en estas corrientes filosóficas que coadyuvarán a lograr una coherencia entre el pensamiento, sentimiento y la acción de los ciudadanos y ciudadanas del mundo.
Edgar Morin, en el año 2002 publicó su libro “LA CABEZA BIEN PUESTA”, obra que plantea la necesidad de una reforma del pensamiento por lo tanto un gran cambio de la enseñanza, la cual lleve al nacimiento de ciudadanos responsables y solidarios, gracias al cultivo del sentimiento matro-patriótico y a la incursión de la cultura de las humanidades desde la educación primaria y secundaria, además de que la reforma del pensamiento exige también la reforma de la universidad la cual implicaría una reorganización general a través de la instauración de facultades dedicadas a las ciencias que ya han experimentado una unión de campos multidisciplinaria alrededor del núcleo organizador sistémico.
Al indagar en ésta búsqueda podríamos descubrir la naturaleza biológica y cultural del ser humano concebido como una complejidad por su ser individual y social, tanto en si mismo como en sus relaciones con el entorno cercano y global, lo cual daría paso a la comprensión natural de que el ser humano es parte del cosmos. En el texto de La cabeza bien puesta, Morin entrega a los maestros y estudiantes una reflexión acerca de lo que es importante en la educación, para ello expone sus razones, desde la comprensión de la existencia del ser humano como especie, así como de lo imperativo que resulta tener una cabeza bien puesta y aplicar bien los conocimientos, que tener una cabeza repleta de ellos y no saber cómo ejecutarlos, hasta comprender las acciones humanas en la historia y a partir de ella promover una mejor actuación en el futuro para brindar a los que vienen una comunidad de destino donde prime la solidaridad a la par que la responsabilidad.
2.1 APROXIMACIÓN AL CONTEXTO EDUCATIVO SOCIAL EN PERÚ DESDE LA MIRADA DE LA CABEZA BIEN PUESTA DE MORIN.
Leer a Morin hoy en día, es tan actual como cuando lo fue en el tiempo en el que este autor empezó a escribir analizando a profundidad las diversas realidades humanas, planteándolas de forma tan completa, en el libro: La Cabeza bien puesta y en sus otras publicaciones que nos orientan por la senda adecuada de la educación. Morin ofrece su mensaje a los maestros, estudiantes y en general a los lideres políticos de todas las naciones con un propósito común, el de configurar desde las políticas de Estado nuevas formas de concebir la educación y la vida en común de los pueblos, para que éstos puedan ser conscientes de practicar una nueva forma de democracia, así como, apostar a un mejor futuro con mucha incertidumbre, es verdad, pero también con esperanza.
Lo dicho anteriormente es un mensaje que este pensador lo viene dando a conocer desde décadas atrás, pero, ¿qué sucede entonces con nuestra realidad?, ¿cómo actúan nuestros gobernantes?, ¿qué pasa con nuestros maestros?, ¿qué esperan nuestros estudiantes?, ¿cómo convive nuestra sociedad?, ¿qué nos depara el destino en comunidad?, ¿qué esperamos del sistema educativo?, ¿llegará el día en que, a nivel de comunidad pequeña, de patria, de continente y de planeta haya una relativa conformidad con su forma de vida?
Será posible responder a estas preguntas con algún grado de certeza, lo cierto, de acuerdo a Morín es que no habría posibilidad de ello, incluso las certezas más exactas como la muerte, están bordeadas de incertidumbre, lo cual no significa que sigamos viviendo a la deriva.
En el presente ensayo trataremos de comprender los pensamientos de Morin enfrentados a la realidad actual de nuestro país, una realidad diversa, socialmente abarrotada de carencias actitudinales como la escasa práctica de valores evidenciadas en corrupción y violencia; así como la poca voluntad política para ofrecer una mejor calidad de educación a un pueblo diverso con zonas andinas alejadas, pueblos escondidos el inexplorado y desconocido territorio de la selva y asentamientos humanos abarrotados de migrantes provincianos, ubicados en los inconmensurable arenales de la costa, allí donde las desigualdades muestran sus variados rostros, y más aún ahora después de un periodo de pandemia mundial, debido al COVID-19.
Morin señala que, para realizar un cambio de la educación es necesario reformar las Instituciones, pero antes de ello debe existir una reforma de pensamiento, manifestando que es mejor tener una cabeza bien puesta que una cabeza repleta de conocimientos que no sabe cómo aplicarlos. Esta aseveración nos acerca a lo que menciona el Currículo Nacional de Educación (CNEB) MINEDU (2016) cuando se refiere a que la base de la formación del estudiante de la Educación Básica Regular (EBR) es desarrollar competencias, vale decir que el estudiante debe tener la capacidad de utilizar sus conocimientos acertadamente para resolver los problemas de su vida diaria.
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