LA COMUNICACIÓN EDUCATIVA DE LA ESCUELA DE ANTES, Y DE HOY PARA EL SIGLO XXI

LA COMUNICACIÓN EDUCATIVA DE LA ESCUELA DE ANTES, Y DE HOY PARA EL SIGLO XXI

Tomás Eduardo Landivar, define la comunicación educativa como “el área donde ocurren precisamente los procesos de interacción propios de toda la relación humana, en donde se trasmiten y recrean todos los significados”

Y es precisamente en este antecedente como tal en que se da la práctica educativa, como pasos de interacción, donde las relaciones de sus principales actores toman forma en cuanto se hace uso de los medios que provee la más elemental forma de comunicación como lo es el habla y se puede llegar al uso de las tecnologías de la educación.

Un proceso realmente educativo y no meramente instructivo sólo tiene lugar cuando las relaciones entre profesor y alumnos no son únicamente de transmisión de información, sino de intercambio, de interacción e influencia mutua, cuando se establece una adecuada percepción y comprensión entre los protagonistas del hecho educativo.” (1)

Qué sucede cuando la comunicación educativa se convierte en tema de discusión que genera indisciplina escolar o cuando el alumno quiere expresarse y el maestro no amplia su interacción con los escolares... entonces porqué no dejar expresarse a los educandos. Y de esta manera o por este medio entablar lazos de comunicación para el desarrollo de habilidades.

Se registra entre los estudiosos que la mejor comunicación entre alumno y maestro es aquella que se construye entre la interacción de los mismos, “porque la comprensión por el docente de la educación como un sumario de interacción y diálogo, tiene importantes repercusiones en la concepción del proceso docente real y aún más en el proceso educativo que todo alumno debe llevar a su paso por el sector educativo. (1)

Retomemos entonces, que para una mejor comunicación educativa el modelo a proponer es “El Modelo Constructivista que está centrado en la persona, en sus experiencias previas de las que realiza nuevas construcciones mentales, y se considera que la construcción se produce: cuando el sujeto interactúa con el objeto del conocimiento (según Piaget), cuando esto lo realiza en interacción con otros (según Vygotski) y cuando es significativo para el sujeto (según Ausubel).” (1)

Coloquialmente en el comentario de los docentes se expresa que “hay que bajarse al nivel de los niños.” La cuestión aquí y en este siglo XXI, es; quien debe bajarse a quien o quien debe subir el nivel de una efectiva comunicación educativa con el progreso de las nuevas tecnologías de la información y a la que están constantemente expuestos nuestros alumnos, tanto en la escuela pero aún más en los hogares y los espacios públicos.

Últimamente como experiencia de primer contacto con los infantes de casa, se observa que la comunicación de los niños de hoy y los de antes, tiene una diferencia que tiene que ver con la gran cantidad de medios audiovisuales y textuales en donde los niños y niñas manejen un vocabulario muy amplio.

Ante estas perspectivas de coincidir en una comunicación al nivel actual de los niños de hoy. ¿Cuál es la mejor comunicación dentro del aula? ¿Cuál es la comunicación real en el aula?

Existimos docentes desprovistos de un canal de comunicación aceptable, su bloqueo o interferencias nos llevan a encontrar siempre obstrucciones, que son causantes de problemáticas educativas menores que se convierten en mayores debido a una comunicación educativa eficiente.

Nuestro entorno social, educativo y familiar nos da elementos para saber el tipo de comunicación usada con los alumnos; como docentes podemos clasificar nuestra comunicación educativa en el término o términos de: docente comunicativo, docente poco comunicativo, extremadamente comunicativo, parcialmente comunicativo.

Como ejemplo palpable de una comunicación educativa con anomalías y poco efectiva es la que concierne a la comunicación para concentrar información educativa relevante de los procesos, reza la sabía del magisterio y más de los administradores “La información en educación era para ayer, pero aunque sea para mañana”.

Y así se hace una cadena de mensajes a medias y la función directiva al momento de comunicar los objetivos educativos del plantel escolar, de la supervisión escolar, del sector escolar, de los servicios regionales, se ven provistos de una comunicación educativa con interferencias al no informar lo que se requiere, y mostrarse en los indicadores formativos.

La comunicación con los padres de familia es otro aspecto de la educación que debe construirse con canales de conocimiento del entorno familiar para definir estrategias de ayuda educativa; si catalogamos a nuestros contextos educativos comunitarios por el hecho de que yo maestro no se comunicar mi compromiso educativo, la forma de trabajar, las metas en el grupo, las técnicas de trabajo, el perfil de docente y capacidad para relacionarme; es una situación que puntualmente obstruirá la esperanza de que los padres participen y aún más de que esto no genere conflicto; cabe señalar que un docente con amplia comunicación también puede desencadenar situaciones adversas y muy conocidas por los trabajadores de la educación .

Por lo tanto los docentes debemos de buscar un equilibrio de nuestras competencias en materia de comunicación para que esto se traduzca en una mejor educación y una mejor utilidad de las nuevas tecnologías de la comunicación en la mejora constante de las competencias de los alumnos.

Existen experiencias hoy en día; en donde los docentes que cuentan con acceso a internet, solicitan a sus alumnos el uso de memorias USB y envió de tareas por este medio. Si bien es cierto sirve para hacer trabajos educativos, en enviar y reenviar o mantener contacto con sus alumnos a pesar de las distancias. No hay como el contacto y comunicación humana cotidiana y de aula.

Porque otro punto importante es la pequeña fracción de docentes que utilizan los medios

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