LA CORDIALIDAD
Enviado por JuanOrtiz • 7 de Junio de 2013 • 510 Palabras (3 Páginas) • 1.814 Visitas
LA CORDIALIDAD
La cordialidad no se puede definir con una sola palabra, ni tampoco se puede calificar de una manera única y exclusiva. Sin embargo es uno de los grandes valores que se aprenden en la familia y lo podemos constatar en muchos aspectos, cuando alguien llega a nuestra casa, se le ofrece un lugar en la mesa, se busca compartirle lo mejor y desde el momento de su llegada se le manifiesta mediante el saludo bien sea de mano o con un beso y al mismo tiempo la alegría de tenerle entre nosotros.
La cordialidad se puede dar en todas nuestras relaciones humanas aunque en muchas ocasiones tal parece que andamos tan preocupados en nuestros propios asuntos que se nos olvida practicarla. Sin embargo, es muy importante considerar que debe existir sinceridad ya que las frases amables los puede decir todo aquel que tenga un poco de educación, las palabras que decimos deben reflejar nuestro verdadero sentimiento hacia la personas. La palabra cordialidad en su etimología está referida al corazón, es decir, que aquello que se ofrece fluye de adentro hacia afuera, no es apariencia de sólo cumplir las meras normas de convivir o los buenos modales que también son importantes.
Dije al principio que el valor de la cordialidad se va aprendiendo en la familia. En efecto son nuestros padres quienes nos van enseñando a saludar, a agradecer, a compartir, a ofrecer, a ceder, entre otros. Muchas de estas acciones son signos de cordialidad. de ahí que muchos de los valores nazcan precisamente desde el corazón. Por eso puedo afirmar que la cordialidad engendra otras virtudes que fortalecen la propia identidad y las relaciones.
En nuestra sociedad se podría lograr mucho si fuésemos más cordiales en las diversas circunstancia de la vida, cuando en la calle permitimos el paso o cuando vamos conduciendo respetamos las señales de tránsito, cuando decimos unos buenos días a nuestros compañeros de trabajo, cuando cedemos un lugar a quien lo necesita, cuando reconocemos el valor de las personas, cuando escuchamos atentamente y percibimos la necesidad del otro, en cada uno de los casos se está practicando la cordialidad.
También, cuando en casa, en el trabajo, ofrecemos la ayuda a quien lo necesita o cuando reconocemos con agradecimiento a quien ha hecho algo por nosotros practicamos la cordialidad.
Cuando pasamos indiferentes, sin las atenciones debidas, se van creando perjuicios e indisposiciones quebrantando muchas veces las relaciones humanas, es por eso importante que aprendemos a ver el aspecto positivo de todas las situaciones y de cada uno de las personas porque, en caso contrario, si sólo se resalta lo negativo se genera un clima de desconfianza.
Vale la pena atender que la cordialidad en nada se parece a la acción por los "falsos respetos humanos", aún cuando parezcan confundirse, cuando actuamos a favor de los demás,
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