LA CORDIALIDAD EN EL TRATO COMO BUEN MOTIVADOR

LA CORDIALIDAD EN EL TRATO COMO BUEN MOTIVADOR

Una situación cotidiana en las escuelas es la pasividad con la que los docentes toman las propuestas de una reforma educativa, sin participar directamente en ella, sólo se cumple como fuerza laboral. El profesionista que recientemente egresa y tiene la oportunidad de impartir asignaturas como profesor o los mismos profesores, sin embargo, son personas que imponen mayor movilidad a las propuestas que salen de una dirección o de un colectivo docente. Pero ¿qué pasa con el transcurso de los años?, cuando se pasa a una zona de confort, donde el docente con algunos años de servicio, díganse tres o cinco y que ya conoce el contexto escolar donde se desenvuelve, tiende a ser pasivo y reservarse las energías para entrar en una rutina en donde el único objetivo es cumplir. “La clave está en cómo saber resolver conflictos o transformarlos en oportunidades de ganancia para los involucrados”. ( Salm, R. , 1999, p 26).

En las escuelas particulares, en especial en las que contamos con una planeación laboral del docente durante todo el ciclo escolar y que cuidamos el aprovechamiento de nuestros alumnos para elevar continuamente su rendimiento académico, necesitamos estar en constante innovación, pues son los servicios educativos y el buen trato humano lo que vendemos y nos cotiza en el mercado educativo. “La calidad del personal es, hoy más que nunca, un factor esencial en ámbitos donde es necesaria una renovación”. (Urcola, J. 2008, p.75).

Se pretende una cobertura de 8 horas de trabajo diario del profesorado y en época de ciclo escolar, se dosifica su intervención en la impartición de clases, queriendo decir con esto, que todos los días, nuestro personal docente cuenta con horas libres que debe dedicar a la preparación de temas de clase y a la parte administrativa correspondiente del curso, sin embargo, en la mayor parte de los casos, la iniciativa se pierde y se observa que el trabajo del docente nada más no se cumple. “Porque no basta con sentirse feliz en el puesto de trabajo. Importa también el tipo y la categoría de las motivaciones por lo que el trabajo se nos convierte en algo satisfactorio.” (González L., 2001, p. 19)

La fuerza de trabajo docente se encuentra presente pero no se observa por el problema que se presenta: El profesor de una signatura determinada, se encuentra desmotivado en la realización de sus funciones de enseñanza y cooperatividad en la construcción de una escuela más eficiente.

De antemano, se puede pensar que los profesores en el nivel medio superior, por el solo hecho de estar en el ramo educativo siempre se encuentran motivados para la realización de la enseñanza, pues se piensa que esta es su recompensa, “para motivar a una persona a ser más productiva debe asociarse claramente a una recompensa adecuada, dentro de un periodo de tiempo no muy extenso, con un rendimiento exitoso”, (Sanchidrián, J. 1995, p. 67),  pero si analizamos, nos encontraremos que se encuentran rodeados de diversas variables que hacen caer el rendimiento que se espera de ellos.

Si analizamos el diccionario, se puede encontrar que motivar es buscar o dar motivo a una persona o grupo para hacer actividades, por lo que el motivo no viene de la persona desmotivada, lo aporta quien lidera o quien dirige. Por consiguiente, ¿cómo motivar a docentes que se encuentran en la zona de confort para realizar actividades en beneficio del centro educativo?

La experiencia nos aporta soluciones al respecto. De acuerdo a la pirámide de Maslow, una persona que se encuentra en la zona de confort ha superado sus expectativas de seguridad y fisiología, por lo que se puede pensar que sus aspiraciones personales se encaminan al reconocimiento público y a la realización personal, sin embargo, las circunstancias cambian en cada persona. Aquel que se presenta como un trabajador tenaz y eficiente y se involucra en asuntos más allá de sus funciones, seguramente buscan tener colaboración y por supuesto, después del análisis correspondiente, se puede hacer acreedor a la delegación de funciones como la elaboración de documentos que se ocupen en los consejos técnicos escolares, eso provoca el reconocimiento a su eficiencia por parte del colegiado levantando su ego y motivándolo a la realización de funciones más allá de la zona de confort.

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