LA CULPA ES DE LA VACA
Enviado por ROLONC2006 • 13 de Octubre de 2012 • 406 Palabras (2 Páginas) • 1.474 Visitas
GUSANITO
Un gusanito iba caminando en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un
duendecillo.
-¿Hacia dónde te diriges? -le preguntó.
Sin dejar de caminar, el gusanito contestó:
-Tuve un sueño anoche: soñé que desde la cima de la gran montaña veía todo el valle. Me
gustó lo que vi en el sueño, y he decidido realizarlo.
El duendecillo dijo, mientras lo veía alejarse:
-¡Debes estar loco! ¿Cómo podrás llegar hasta aquel lugar? ¡Tú, una simple oruga! Para
alguien tan pequeño como tú, una piedra será una montaña; un pequeño charco, el mar, y
cualquier tronco, una barrera infranqueable.
Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó. De pronto se OYÓ la voz de un
escarabajo:
-Amigo, ¿hacia dónde te diriges con tanto empeño?
El gusanito, jadeante, contestó:
-Tuve un sueño y deseo realizarlo: subiré esa montaña y desde ahí contemplaré todo el
mundo.
El escarabajo soltó una carcajada y dijo:
-Ni yo, con estas patas tan grandes, intentaría una empresa así de ambiciosa -y se quedó
riéndose, mientras la oruga continuaba su camino.
Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo desistir.
-¡No lo lograrás jamás! -le dijeron.
Pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir. Agotado, sin fuerzas y a
punto de morir", decidió detenerse para construir con su último esfuerzo un lugar donde
pernoctar.
-Estaré mejor aqUí -fue lo último que dijo, y murió.
Todos los animales del valle fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del
valle: había construido como tumba un monumento a la insensatez. Ese duro refugio era
digno de quien había muerto por querer realizar un sueño imposible.
Una mañana en la que el sol brillaba de manera especial, todos los animales se congregaron
en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos. De pronto
quedaron atónitos. La concha comenzó a quebrarse y aparecieron unos ojos y una antena
que no podían pertenecer a la oruga muerta. Poco a poco, como para darles tiempo de
reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas de aquel impresionante ser que
tenian frente a ellos: una espléndida mariposa.
No había nada que decir, pues todos sabían lo que haría se iría volando hasta la gran
montaña y realizaría su sueño. El sueño por el que había vivido, había muerto y había
vuelto a vivir.
Hemos sido creados para realizar nuestros sueños. Si vivimos por ellos, si intentamos
alcanzarlos, si ponemos la vida y estamos seguros de que podemos, lo lograremos. Si
dudamos, quizá necesitemos hacer un alto en el
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