LA ERA DEL OTOÑO DORADO
Enviado por evacordoba • 6 de Enero de 2012 • 1.650 Palabras (7 Páginas) • 516 Visitas
VIVENCIAS OTOÑALES
"La felicidad es un pájaro azul que una tarde
se nos posó en la palma caliente de la mano,
y nos dejó como la huella de un paraíso perdido
que nunca nadie alcanzó y con el que todos,
en algún momento, dormidos
o en estado de vigilia, soñamos"
“Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del individuo y sus años,
convertir el ultraje de los años en una música
un rumor, y un símbolo”. J. L. Borges
Otoño sería la metáfora en vivo del tiempo esperado, la transición a la trascendencia del vuelo por tanto desde mi perspectiva “lo fatal es la vida inconsciente” la omisión de las vibraciones del alma y de los sentidos hacia si mismo, hacia en el universo circundante, hacia el otro.
Esa multitudinaria masa de hombres y mujeres que traspasan las fronteras del adulto para ingresar como inmigrantes tímidos y atemorizados a la tercera edad expuestos a la discriminación, al reduccionismo social y familiar a la discriminación moral y afectiva y digo ¿Por qué? Si reconocemos la historia es enorme la lista de grandes hombres que mirando la luz desde la oscuridad de sus vidas encontraron la ventana y la agrandaron para transformarla en puerta abierta haciendo con sus ideas, teorías, propuestas y realizándose humana, social o espiritualmente en palancas de cambio. Francisco de Asís encontró nada más y nada menos que a Dios en la naturaleza, Cervantes encarcelado, manco y restringido hizo el Quijote, Gabriel García Márquez lucho toda su vida para graduarse de escritor y nunca de abogado como deseaba su padre, Ricardo Pasos Marciaq, agrónomo, filósofo y profesor universitario empieza su vida de novelista a los 54 años, igual que Isabel Allende.
Necesitamos renacer y vibrar desde la imaginación integrarnos a la naturaleza sabia y a su himno vital y escuchar música para estimular el alerta mental que nos permite producir ideas, ver nuestro propio interior, transformar el falso yo rescatar el ser estereotipado por los modelos decadentes, una vez libre con mente abierta entenderíamos el sentido del tiempo, el valor de un dia de vida, la importancia de poder de reflexionar en mejores dimensiones, caminar, sobrellevar la cocina sana, avivar el entusiasmo por el movimiento corporal y sobre todo soñar interiormente y espantar esos demonios del miedo y del tema que durante medio siglo de “vida consciente” nos han mantenido como expresó Darío en pesadumbre e indecisión, en angustia por no saber quiénes somos.
La vejez es vista generalmente como un período de declive físico y mental, a las personas se les califica como “viejas” al ser percibidas de manera estereotipada y considerando que ellas sufren de enfermedades, soledad, tristeza, abandono, etc. ; las propias personas ancianas o Adultos Mayores participan y aceptan dichas creencias mas su autopercepción va cambiando paulatinamente al considerar que las otras personas son las viejas y no ellas, rechazando el calificativo de viejos para sí. Esto sucede al haber asimilado que las personas ancianas son decadentes en lo económico, y en lo social; lo anterior se produce por los cánones impuestos por la sociedad actual con respecto a la belleza, juventud, productividad, y consumo y en donde los individuos diferentes no tiene una cabida en esta sociedad competitiva. Por dicho motivo algunos Adultos Mayores tienden a identificarse con el rol que la sociedad le asigna y/o impone en esta etapa de su vida con el objeto de ser aceptados e integrados socialmente.
Bien sabemos que la vejez es resultados de un proceso biológico, también es una construcción cultural; Simone de Beauvoir señala lo siguiente:
“Ante la imagen que los viejos nos proponen de nuestro futuro, somos incrédulos;
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