LA EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO DOCENTE Y SU IMPACTO EN EL MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN

LA EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO DOCENTE Y SU IMPACTO EN EL MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN

Programa de Magíster en Educación

Mención: Política y Gestión Educacional

Alumnos:

Araya Caiceo Susana Alejandra

Santiago, Octubre, 2011

INTRODUCCIÓN

Hoy estamos asistiendo a un escenario global donde la constante medición de lo que se entrega o se recibe se asume como un principio orientador normal de calidad. Ante esto, los procesos educativos no están ajenos a ello y comienzan desde hace mucho tiempo a tratar de categorizar y/o certificar cual es la transferencia real, en términos de calidad entre lo que propone el currículo oficial y lo que sucede con el currículo finalmente aprendido por los estudiantes. En este gran salto de un currículo a otro surge entonces un grupo social clave: Los profesores.

Este grupo comienza así a ser objeto y sujeto de orientación de constantes políticas educativas destinadas a fortalecer su desempeño, mejorar sus condiciones laborales y a la vez de convertirse así, tanto como el currículo, en el aspecto elemental de evaluación mediante la cual se defina si su calidad como docente es la que realmente articula la calidad de la educación, y por ende la calidad de los aprendizajes de los alumnos. Estos procesos evaluativos que comienzan a ser recurrentes a nivel global, se fundamentan, generalmente en la necesidad de evaluar para mejorar, formar y fortalecer a los profesores, determinando a la vez si estos poseen las competencias necesarias que la sociedad demanda a los docentes y al sistema educativo en su conjunto.

La única forma de poder acotar las evaluaciones de desempeño, pasa por adoptar un modelo determinado, donde la base es la satisfacción de los requerimientos y expectativas que se requieran. De ahí que en el ámbito educacional el centro del modelo ha de ser el estudiante, como destinatario final del proceso formativo, cuyos intereses y necesidades habrán de orientar el proceso de evaluación de calidad.

Por lo tanto el Sistema de evaluación de desempeño docente se orienta al mejoramiento de la labor pedagógica de los educadores, con el propósito de contribuir al enriquecimiento de los aprendizajes esperados por los niños, niñas y jóvenes. Éste tiene un carácter formativo y constituye una oportunidad para que el docente se conozca mejor desde el punto de vista profesional, identificando tanto sus fortalezas como los aspectos que puede y debe mejorar.

“Un sistema de evaluación docente representa algún tipo de estructura de incentivos y el modo en que éste es adoptado por los docentes, expresa prioridades y expectativas sobre las prioridades dentro del trabajo docente”. (Toranzos, 2006)

Desarrollo del tema

Una de las grandes interrogantes que nos hacemos en las conversaciones es sobre el sentido de la evaluación. Llegando a concluir que se evalúa para cambiar, para mejorar, para optimizar e innovar. Junto con reconocer que se evalúa para el cambio, se cuestiona el carácter individualista de la misma al no estar conectada a lo institucional y al no involucrarla a los otros actores del sistema que no están en el aula. En este sentido se resalta la importancia del aporte del colombiano Alí Rizo, H (2006) cuando plantea la evaluación como “una mirada sobre un acontecimiento humano en un contexto específico”. Desde esa perspectiva tiene sentido hablar de evaluación como un medio para la calidad y de la evaluación para la construcción de la profesionalidad.

Debemos trabajar para que la evaluación de desempeño no sea una acción impuesta, sino más bien apropiada por nosotros los docentes, que sea considerada como parte del proceso formativo y que involucre a todos los que tienen responsabilidad en este proceso, al mismo tiempo que se desarrolle como una actividad permanente, no solo se aplique a fines de semestre o de finalización de año, debe existir un acompañamiento para el docente y así potenciar sus habilidades y aquellas que sean más débiles apoyarlo y perfeccionarlo para que se produzca un cambio positivo y de compromiso.

Al respecto, Flórez (1999), señala que “La regla para evaluar con éxito la enseñanza de un grupo de profesores en una institución educativa es asegurar un clima de seguridad y confianza entre ellos; principalmente, la seguridad de que los resultados de la evaluación no se usarán contra ellos, contra su estabilidad y prestigio profesional, contra sus condiciones laborales, contra su auto concepto y su autoestima. Sólo cuando se dé este clima organizacional podrá darse el paso inicial hacia una evaluación franca, honesta, respetuosa y generadora de compromisos de cambio y mejoramiento de la enseñanza”

Cabe mencionar que existen desafíos en la evaluación y surge la necesidad de visualizar y plantear la evaluación de desempeño no como una acción genérica, sino tiene que ser promovida como evaluación de profesionales dentro de un contexto institucional, en donde se involucran todos, por lo tanto debe ser concebida de manera más globalizante y no sectorizada solamente en algunos aspectos o actividades del quehacer docente.

Surge otro desafío que se relaciona con vincularla y desarrollarla con una crítica reflexiva en los docentes. En la medida en que exista una práctica pedagógica más reflexiva, se podrá instalar con más fuerza una cultura evaluativa que forma parte del ejercicio profesional, posesionarse de ella a través de un proceso democrático en la institución educativa.

Es urgente trabajar para que la evaluación de desempeño sea mirada y experimentada como una instancia de mejoramiento, apropiarnos de ella porque queremos ser mejores, para organizarnos más eficazmente en la enseñanza que realizamos. Todo esto resulta cuando todos los actores nos responsabilizamos.

Cuando hablamos de evaluación debemos referirnos a sus finalidades, a pesar que poco a poco ha ido creciendo el desarrollo de una cultura evaluativa, también sabemos que los miedos e inseguridades ante la evaluación no han desaparecido del todo, se liga a la obtención de información para la toma de decisiones de carácter administrativo y por otra parte a una reducción de la tarea educativa a lo que ocurre en la sala de clases y como consecuencia se plantea la evaluación sólo para un grupo del sistema olvidándose de los otros. Lo cual no solo genera insatisfacción y desconfianza, sino que también crece

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