LA GLOBALIZACION
Enviado por jazzblues • 19 de Noviembre de 2013 • 5.478 Palabras (22 Páginas) • 192 Visitas
LA GLOBALIZACIÓN Y EL COMERCIO INTERNACIONAL
El comercio internacional es a la vez causa y efecto de la globalización, en un
proceso cíclico de retroalimentación. La globalización se produce por el
incremento universal del comercio entre empresas situadas en diferentes países,
pero a su vez la situación creada hace cada vez más propicio al aumento de las
actividades comerciales.
Durante el año 2000 el comercio internacional creció a una tasa del 12%. Es
probablemente la tasa de crecimiento más alta desde la primera década del siglo
XX que precedió a la primera Guerra Mundial. La tasa de crecimiento del comercio
representó casi el triple de la tasa de crecimiento del producto mundial (4.2%). Es
decir que el comercio crece más deprisa que la producción.
El comercio exterior ha sido indicador y resultado del crecimiento económico y del
aumento de bienestar experimentado durante la década pasada en muchas
naciones y regiones del mundo.
En 2001, en cambio, la tasa se redujo a menos de la mitad, porque los grandes
países, que son los que más comercian, entraron en recesión. El comercio es uno
de los campos donde más se muestra la globalización, para bien, cuando las
economías crecen, y para mal, cuando se contraen. Es también la esfera que más
críticas cosecha, por ser muy visible y afectar la vida cotidiana de muchas
personas: empresarios, trabajadores, y los consumidores que somos todos los
ciudadanos.
Hoy en día es más difícil que nunca concebir desarrollo económico sin comercio
exterior. Ya no hay lugar para la utopía de economías cerradas y
“desenganchadas” del mercado mundial, que consigan organizar su economía al
margen de los dictados de las grandes empresas y de los fondos de inversión.
Una de las características de los tiempos modernos es la integración de los
mercados nacionales en una vasta red mundial que ofrece muchas innovaciones
tecnológicas y organizativas. Quedarse al margen de esa red es el principal
problema que tienen hoy los países más pobres de la tierra, porque les supone
quedarse estancados en la pobreza y cerrarse al progreso.
Idea clave 1
La globalización comenzó con la expansión del comercio internacional que sigue
siendo el mecanismo clave para su avance. Los países y las empresas no tienen
más remedio que comerciar unos con otros. Ahora se trata de organizarlo de tal
manera que todos puedan ganar, tal y como predice la teoría clásica del comercio
libre, y como demanda la justicia y la solidaridad internacional.
El derecho de las gentes a vender La división de trabajo funciona sólo si los míticos carnicero, cervecero y panadero
de Adam Smith, que se han especializado en una rama de la industria, pueden
vender sus mercancías libremente.
Por supuesto tienen que venderlas al precio del mercado, el que determinan con
más o menos precisión la oferta y la demanda de sus productos. Pero si hubiera
prohibiciones administrativas para que estos industriales vendieran las mercancías
que son el fruto de su especialización, si hubiera villas y ciudades donde no les
permitieran venderlas, el proceso de división del trabajo no podría ir muy lejos, ya
que "la división del trabajo está limitada por la extensión del mercado", y las
ventajas que de ello se derivan para la sociedad no se realizarían.
Idea clave 2
Para que la división de trabajo funcione es necesaria la libertad de comercio (the
power of exchanging, el poder comerciar)
Apliquemos estos principios a las relaciones entre países ricos y países pobres.
Los países ricos, a través de los organismos internacionales que controlamos y
directamente en las relaciones bilaterales, hemos obligado a los países pobres a
practicar una profunda división (internacional) de trabajo.
Comenzamos ya en la primera mundialización, la del siglo XIX, cuando el capital
inglés asignó a los países de la periferia la producción y exportación de materias
primas para las economías centrales, que a su vez les exportaban sus excedentes
industriales. El capital inglés, como luego el norteamericano y el europeo, crearon
la especialización de los países, pero al mismo tiempo les dieron mercados para
esos productos.
Argentina, por ejemplo, se especializó en cereales y carne, pero pudo vender sin
dificultad toda su producción en el mercado inglés con grandes beneficios para el
país. Brasil, Colombia y los países de Centro América se especializaron en café,
pero con la especialización vino la oportunidad de vender millones de sacos de
café en los mercados desarrollados.
Desgraciadamente para los productores los precios eran normalmente fijados por
los compradores y oscilaron con los ciclos de las economías de éstos, a veces
demasiado para el bienestar de los países productores, pero nunca se les cerró al
acceso a los mercados. Sólo la catástrofe de la Gran Depresión de los años treinta
y la Segunda Guerra Mundial de los cuarenta dio al traste con la integración de los
productores de materias primas en los mercados internacionales.
Idea clave 3
Durante la primera mundialización del siglo XIX, el capital inglés, como luego el
norteamericano y el europeo, crearon la especialización de los países y al mismo
tiempo les dieron mercados para sus productos.
En la segunda mundialización, la que ahora experimentamos, también hemos
llevado a los países pobres a una división internacional del trabajo. Sólo que esta
vez les hemos convencido de que deben exportar manufacturas, o cualquier otra cosa que puedan fabricar para el mercado internacional, por medio de sus
empresas o de las empresas multinacionales establecidas en su suelo.
Les hemos obligado a abrir sus mercados, a desmantelar las barreras que
protegían a sus industrias nacientes y a competir internacionalmente,
poniéndoselo como condición para nuestros préstamos y ayudas. Lo hemos
hecho, normalmente, por medio del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco
Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC). Pero ya sabemos
que el FMI, la OMC y el BM somos nosotros,
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