LA HOJITA DEL ARBOL

Eran épocas de crisis, año 2001, cuando cursaba el sexto grado de la escuela primaria con toda la emoción que eso conlleva tanto para mí como para mi familia, pues era la primera hija y nieta en terminar el sexto grado. Era un año cargado de emociones, hacía poco había nacido mi hermana menor, mi papa conseguía un trabajo nuevo, y mi mama estaba empleada por segundo año consecutivo en su trabajo, parecía que iba a ser de lo mejor, todos así lo deseábamos y planeábamos.

En el cole, venía desde primer grado con las mismas amigas y compañeras, hasta nuestros padres se habían hecho amigos, tanto así que ellos esperaban con las mismas ansias que nosotras el primer día del último grado, para saber si seguíamos juntas o debíamos separarnos.

Llegado el tan ansiado día, nos cuentan que el sorteo de los grados a los que nos correspondería ir a cada alumno ya estaba hecho. Éramos tres quintos grados y debíamos unirnos y mezclarnos para formar dos sextos grados, el sexto “a” y el sexto “b”.

Comenzaron a nombrar a las chicas que iban a sexto grado “a” y la seño Zulma (una seño alta, muy flaca y con unos bellos ojos verdes) dijo primero Arias… Abregó.. y yo dije ya está ahora me toca ami.. si mi apellido empieza con B.. y finalmente siguió. B….Barrera, yo estaba segura que era la próxima… B…Bustamante… ¿Qué pasó? Pensé, y sola me respondí: seguramente estoy en el sexto “b”. En ese mismo momento la seño Zulma siguió tomando lista y llegaba la hora de la letra F, la letra del apellido de mi amiga Flor, y allí fue cuando la nombró… Fra..Fra..ahhhh Fábrega, sos del “a” le dijo, ella calladita me miro y entro al aula con sus útiles, seguí atenta escuchando, faltaba llegar a la letra S, que era la letra del apellido de Romi y Mica. Finalmente llegando casi al final de la lista se escuchó: Silva Romina, Spangaro Micaela ustedes son de las ultimas que entran en este grado, el resto pasa a sexto grado “b”.

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