LA INFANCIA, SU RECONOCIMIENTO EN EL CONTEXTO URBANO

LA INFANCIA, SU RECONOCIMIENTO EN EL CONTEXTO URBANO

En el siguiente texto trataremos de dar cuenta como el concepto de infancia y en particular el cuerpo del niño/a ha sido objeto de configuraciones, que buscan a través de él un cambio cultural. En un primer momento desarrollaré cómo la infancia ha sido invisibilizada o no tomada en cuenta como eje fundamental en la búsqueda por transformar las relaciones desiguales que produce la sociedad; por el contrario se le ha tratado como un dispositivo de control. En un segundo momento abordaré el reconocimiento de la infancia como sujeto de derecho y los sentidos políticos, sociales y jurídicos que trae consigo. Por último miraremos como los niños y niñas construyen sus identidades en una ciudad que enseña a vivir según las necesidades y el contexto especifico de cada sujeto y el rol que juega el educador comunitario.

Teniendo como punto de partida el contexto del conflicto armado colombiano en el que no solo se encuentran los niños y niñas, si no toda una comunidad y a las que se les suma todas las condiciones de pobreza, marginación y exclusión generando una ruptura en el tejido social y un debilitamiento tanto de la identidad colectiva como individual. Se tiene en el imaginario que los niños y niñas son sujetos a quienes hay que brindar cuidado a quienes podemos subordinar y que deben obediencia y respeto por la autoridad.

Los niños y niñas han padecido históricamente su desconocimiento de sí como sujetos además la vulneración a sus derechos y sobre todo han tenido que vivir con los hechos de violencia que enlutan al país, la pobreza que sufren sus familias, las situaciones de violencia intrafamiliar, el abuso sexual, la explotación laboral, la falta de oportunidades, la escasa oferta de educación, a todas estas problemáticas se le suma la escasa valoración de su participación no solo en las decisiones familiares sino las públicas, esto conlleva a efectos negativos en la construcción de identidad y su autonomía como sujeto.

De esta manera las niñas y niños no son reconocidos como sujetos distintos y con particularidades diversas de acuerdo a su proceso cognitivo y bio-sicosocial, con capacidad para incidir en las dinámicas de los contextos que los rodean y frente a la toma de decisiones que los involucran.

Todos estos aspectos inciden en las representaciones sociales que se construyen en relación con los niños y niñas naturalizando los distintos hecho de violencia que se ejercen contra ellos y ellas, la invisibilización de estas problemáticas y por tanto la falta de priorización, atención y reparación dirigida a la infancia.

Ahora bien, si bien la historia de la infancia ha estado marcada por el maltrato infantil y es la segunda mitad del siglo XX que se empieza a evidenciar que tanto las prácticas de crianza como las educativas hacen parte de un conjunto de tecnologías políticas

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