LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA DESDE EL INICIO DE LA VIDA UNIVERSITARIA

LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA DESDE EL INICIO DE LA VIDA UNIVERSITARIA

En la actualidad, el estudiante ha tomado un rol activo en la construcción de su aprendizaje y conocimiento científico. La investigación científica es un pilar en la formación del estudiante, pues se ha demostrado que si participan desde el pregrado desarrollan un alto grado de responsabilidad, pensamiento crítico, motivación y habilidades basadas en evidencias, lo cual enriquece el desarrollo profesional y personal (Corrales, García, Pérez, y Raga, 2017; Sánchez y Martínez, 2017; De  Alatrista, Correa y  La Cruz,  2018). La producción científica complementa a la investigación, a fin de difundir el conocimiento logrado a través de artículos publicados en revistas científicas; es por ello que constituye el último eslabón del trabajo científico (Corrales et al., 2017; Castro, 2018). Por todo lo mencionado, el tema que se abordará es sobre la investigación científica desde el inicio de la vida universitaria. En los siguientes párrafos se reflexionarán ciertos factores, ventajas y sugerencias, con el objetivo de promover la investigación y publicación científica.

Durante su formación investigativa el estudiante atraviesa adversidades que limitan su producción científica entre las que destacan la falta de valoración y cultura de publicaciones,  el desconocimiento de la existencia de revistas para publicar, el proceso de envío o el formato de los artículos así como la falta de tiempo por sobrecarga académica, el manejo inadecuado de la metodología de proyectos de investigación, falta de dominio del inglés y apoyo tanto de los familiares como del docente, pues este último constituye un motor principal del proceso investigativo y un modelo para el estudiante (Bendezú, Hurtado, Medina, Aguilar, 2015; Corrales, ét al., 2017). Por otro lado, se destaca un grupo con interés propio para capacitarse y asistir a eventos científicos, lo que conlleva  a la publicación de sus investigaciones, además que esto alienta a eliminar ciertas barreras de timidez y fomenta la orientación de compañeros de grados superiores; este interés es estimulado por la adquisición de experiencia en producción científica (Bendezú, ét al., 2015; Sánchez y Martínez, 2017; De La Cruz, ét al.,  2018; Castro, 2019; Vitón, 2020).

El estudiante aprende a investigar de manera extracurricular (Gallo y Contreras, 2020) y también fuera de la universidad aunque según la UNESCO (2017) la universidad es el lugar donde se desarrolla la investigación científica y se realiza la transferencia del conocimiento. Sin embargo, este argumento es insuficiente pues la preparación recibida sobre estos temas son regulares o deficientes (Bendezú, ét al., 2015). Según una evaluación realizada en la UNMSM, durante los diez últimos años, la producción científica de tesis sustentadas fue baja,  y se identificó que la principal debilidad es la producción no liderada (De La Cruz, ét al., 2018; CONCYTEC, 2019).  En ese sentido, la estadía en el pregrado implica no solamente la obtención de un título académico, sino que este proceso ayude a  la universidad a fomentar la investigación continua desde los primeros años académicos y no solo considerar la elaboración de la tesis como el primer paso serio al finalizar la formación profesional.

La realización de la investigación científica favorece no solo al estudiante, sino también a la universidad y a la sociedad pues acrecienta la producción científica nacional ya que al ser publicado,  los resultados de un estudio genera una retroalimentación sobre el tema abordado (Bendezú, ét al. 2015). Además, ello forma las bases de una cultura de investigación para los que inician su etapa universitaria, asimismo, permite definir la línea investigadora y especialización desde el pregrado (Vitón, 2020). La publicación de artículos científicos incrementa el prestigio de la universidad y su reputación en la ciencia, así como la creación de revistas y editoriales científicas por parte de ella (Castro, 2018). La sociedad, por su parte, se beneficia cuando se pone en práctica los descubrimientos de estas investigaciones y se enriquece con avances tecnológicos y científicos.

La formación en investigación de los estudiantes requiere de la implementación de políticas que promuevan la producción científica en las instituciones así como practicar la comunicación de datos en el campo científico (Ortiz y Pulido, 2016). Por ello, se deben incorporar y reforzar cursos y herramientas que fomenten competencias para el desarrollo de una investigación y su calidad de redacción para su publicación, también la participación de grupos estudiantiles que permitan compartir experiencias entre pares (Bendezu ét al., 2015; De la Cruz ét al., 2018). Por otro lado, es responsabilidad de la universidad buscar la creación de un sistema de indexación y un repositorio de revistas científicas y otros productos científicos para los estudiantes de pregrado (Castro, 2018). Así como realizar congresos y jornadas científicas que fortalezcan lazos de socialización para el intercambio de ideas que aporten a los resultados de un estudio, como preámbulo a la publicación científica (Corrales, 2017).

...